El ministro del Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, aseguró que el país busca alternativas ante la tensa situación que afronta el parque automotor, lo cual tiene su causa fundamental en el bloqueo económico, comercial y financiero de EE. UU. contra Cuba.
El titular del sector aseveró que a esto se suma el déficit de piezas de repuesto o las materias primas para producir estos componentes de repuesto que se fabrican en Cuba; y la imposibilidad de acceder a la moneda libremente convertible, pues la mayoría de los medios de transporte y sus componentes se adquieren en el mercado internacional.
Más de 40 millones de dólares en mantenimiento requiere el transporte público cubano todos los años, pero la prohibición de la entrada de cruceros a Cuba coartó una de las principales fuentes de ingreso para financiar la infraestructura asociada a este servicio, indica el más reciente informe de Cuba a la ONU sobre los daños del bloqueo.
En la actualidad, el precio de adquisición de un ómnibus de los que circula en la capital está fijado en más de 200 000 dólares, una locomotora cerca de 2 000 000, un avión pequeño en más de 30 000 000, y un ferry más de 10 000 000.
Siendo así, denuncia el documento, una semana sin bloqueo permitiría adquirir 206 ómnibus, seis trenes, un avión y un ferry.
Diversas acciones desde el punto de vista organizativo y táctico se han llevado a cabo para recuperar el estado del transporte. Así se han logrado recuperar 1 500 medios de transporte que estaban paralizados, «lo que pasa es que lo recuperas y luego tienes la limitante del combustible o, con el mismo nivel de actividad, se vuelven a dañar», detalló el Ministro en el espacio televisivo Mesa Redonda.
Explicó que esa recuperación ha sido posible gracias al esfuerzo y a la innovación de los trabajadores; mientras que, con la aprobación de esquemas cerrados de financiamiento, en el sector se avanza rápidamente con la contratación, porque no se logran comprar rápidamente las piezas de repuesto de vehículos envejecidos.
El más reciente informe sobre el bloqueo explica que, entre 2022 y 2023, los daños ocasionados al sector del transporte alcanzaron la cifra de 202 420 140 dólares en ese periodo.
Se explica que, en los últimos tres años, ha habido un deterioro progresivo de todas las capacidades de transportación de pasajeros y de las infraestructuras, dada la baja disponibilidad técnica de los vehículos, lo que ha derivado en una menor oferta de servicios y, por ende, en serias afectaciones a la población.
El transporte público en la capital requiere, en tiempos normales, más de 80 000 litros de diésel diarios. Actualmente no es posible satisfacer la demanda en su totalidad. Debe tenerse en cuenta que, en el periodo de análisis, los fletes de transportación marítima se han triplicado como consecuencia del incremento de los precios del combustible, lo que ha encarecido aún más las operaciones.
Se mantienen las restricciones a los armadores internacionales en cuyos buques navegan tripulantes cubanos, así como los obstáculos para acceder a los puertos en Estados Unidos, en virtud de la Ley Torricelli de 1992.
Las autoridades de inmigración, al conocer que el buque lo tripula algún personal cubano, además de retenerlo en las afueras del puerto por varias horas, establecen guardia en el mismo, cuyo costo a honrar por la naviera o armador es de 1 500 dólares por cada día de permanencia en puerto, además de la prohibición a nuestros marinos de bajar a tierra.