Cuatro muchachas de oro en San Salvador, el récord que quedó en casa y la medalla que le faltaba a Yuni

Las muchachas del relevo 4×100, alegría en la pista del Mágico González tras el triunfo y el récord. // Foto: Abel Rojas Barallobre/ Enviado especial.

Dos récords cubanos cayeron este jueves 6 de julio, penúltima fecha del atletismo centroamericano y caribeño en San Salvador 2023: uno, el ya muy añejo implantado por la inolvidable Aurelia Yeya Pentón en Medellín 1978, aquellos sus juegos de tres oros con tres récords a los 37 años; el otro, el del 4×100 femenino, vigente desde Cartagena 2006.

En la final de los 400 metros, la dominicana Marileidys Paulino, doble medallista de plata en Tokio 2020, paró el reloj en 49.95 y dejó atrás la marca de 50.56 s de la Pentón cuando faltaban 10 días para que cumpliera 45 años imbatida. La cubana Roxana Gómez entró segunda en la carrera, con tiempo de 51.23 s.

Roxana Gómez, plata en los 400 metros en San Salvador 2023. Foto: Calixto Llanes/ JIT.

El otro récord quedó en casa. La quinta y penúltima fecha del atletismo cerró con el relevo femenino 4×100. En julio de 2006, durante los Juegos de Cartagena de Indias, la cuarteta cubana había impuesto marca regional de 43.29 s. Vendría luego la ausencia cubana en Mayagüez 2010. En Veracruz 2014, el relevo había quedado en bronce; en Barranquilla 2018, fuera del podio. Pero el récord permaneció.

Hasta este jueves en San Salvador. Abrió Laura Moreira y entregó a Enis Pérez; siguió con el empuje Yarima García y cerró con potencia Yunisleidy García, que, de paso, ganó su tercera medalla en estos Juegos. Fue del bronce en la final de los 100 metros el lunes a la plata en los 200 el miércoles y terminó con el oro en el 4×100 este jueves.

En una carrera espectacular, sin fallos en la sincronización, las muchachas de la posta cubana establecieron nueva marca para Juegos Centroamericanos y del Caribe, 43.17 s.

De inmediato comenzaron a estallar los fuegos artificiales en el Mágico González como despedida de la jornada, mientras las cubanas recorrían la pista celebrando, ondeando la bandera nacional, y posaban para los fotorreporteros frente a la pantalla que mostraba el récord.

Las muchachas del relevo 4×100 posan para los fotorreporteros junto a la pantalla que muestra su récord, San Salvador, 6 de julio de 2023. Foto: Abel Rojas Barallobre/ Enviado especial.

Juntas corrieron, juntas vencieron y juntas dialogaron con los periodistas, en el mismo orden en que minutos antes habían recorrido la pista del Mágico González.

“El reto fue duro. Había relevos con mejores marcas, pero superamos eso. Yo tenía la responsabilidad de salir fuerte y entregarle a la segunda posta para que adelantara, y todo fluyó bien, de maravilla”, dijo Laura Moreira, casi sin voz después de tanta celebración.

Enis Pérez contó que “sabía que iba a ser duro, pero nosotras entrenamos para esto. Somos una familia en el atletismo cubano, siempre tengo el apoyo de todas mis compañeras, de los entrenadores, de la delegación cubana”.

También tenía gran responsabilidad Yarima García, tercera en la posta. “Salía de algunas complicaciones en mi carrera, pero se dio el resultado con mis compañeras. Somos una familia. Al pueblo de Cuba, un gran saludo”.

Para el cierre, Yunisleidy. “Se dice que la parte más difícil le toca a la última, pero pudieron entregarme donde era, dentro del grupo, como hablamos y coordinamos, y vino el resultado”.

Yunisleidy García cruza la meta y celebra el oro del 4×100, su tercera medalla en los Juegos de San Salvador. Foto: Abel Rojas Barallobre/ Enviado especial.

A la pregunta de si se disfrutan más estas medallas en colectivo, respondieron a coro, entre risas: “Sí, definitivamente”.

“Siempre trabajamos en equipo”, añadió Yunisleidy. “Estaba buscando el oro, porque ya tenía plata en 200 metros y bronce en los 100. Me quería ir con las tres medallas para Cuba”.

Intervino entonces Yarima: “Nosotras dijimos: ‘Yuni, ¿cuál es la que te falta?’. Me dijo: ‘La de oro’. Y le dije: ‘Pues a esa vamos ahora’”.

Hay un grito de alegría de las cuatro y aplausos entre quienes vienen a felicitarlas. Allí está la campeona olímpica María Caridad Colón: “Las voy a premiar mañana”, dice. Y hay otra risa colectiva. La noche terminó bien para Cuba, para cuatro muchachas jóvenes: Yarima, a punto de cumplir 19; Yunisleidy, en sus 23; Laura, 23, y Enis, 21.

Yunisleidy García, Laura Moreira, Enis Pérez y Yarima García celebran su victoria en el relevo 4×100 en los 24 Juegos Centroamericanos y del Caribe, San Salvador, 6 de julio de 2023. Foto: Abel Rojas Barallobre/ Enviado especial.

La de este jueves fue, también, la noche en que Sahily Diago y Daily Cooper fueron segunda y tercera en los 1 500 m detrás de la venezolana Joselyn Brea, que implantó récord de los Juegos. Fue la segunda plata de Sahily en San Salvador; la primera le había llegado un día antes, al entrar detrás de la campeona en los 800 metros, Rose Mary Almanza.

En esa distancia sigue vigente el récord de Ana Fidelia Quirot, con sus 1:59.00 en los Juegos de Santiago de los Caballeros 1986.

Daily Cooper y Sahily Diago, bronce y plata en los 1 500 metros en San Salvador 2023. Foto: Calixto Llanes/ JIT.

En los 1 500 “me sentí la carrera de los 800 metros ya en el último tramo, pero igual intenté seguir con lo que me quedaba”, dijo Sahily, que cronometró 4:11.07. “Es marca personal. Verdaderamente esperaba una medalla, pero no sabía de qué color sería”.

Sobre su preferencia por una u otra distancia: “En los 800 metros he incursionado más a fondo este año. No me gustaba, ahora me empieza a gustar. Creo que con los años voy a terminar corriéndolos. El 800 es muy táctico, te equivocas un segundo y literalmente perdiste. En el 1 500 te equivocas y todavía tienes margen para recuperarte. Son muy diferentes”.

Marys Patterson corrió los 800 metros e impuso distancia para ganar el oro en el heptatlón. Foto: Calixto Llanes/ JIT.

Marys Patterson se echó sobre los hombros la promesa del título luego de que su compañera en la competencia del heptatlón, Adriana García, se lesionara mientras calentaba para la prueba de jabalina.

Se perdió la posibilidad del uno-dos, pero Patterson, que antes de la última prueba iba 51 puntos detrás de la colombiana Martha Araújo, corrió los 800 metros del cierre por el oro, se le vio fuerte y decidida desde la primera vuelta al óvalo. Dejó atrás a todas las corredoras, muy detrás a la colombiana, entró primera y ganó 871 puntos para borrar la diferencia y ser campeona.

“Son mis primeros Juegos Centroamericanos y del Caribe. Fue una competencia dura, no por las marcas, sino por la experiencia. Igual la disfruté, no me salieron algunos eventos como quería, pero vi que tenía posibilidades, a pesar de lo que le pasó a mi compañera de equipo.

“Esta medalla se la dedico también a ella, que fue uno de mis apoyos para buscarla. Me pasó igual que en Cali, la muchacha [la colombiana Martha Araújo] se me fue delante, pero al final lo di todo y salió el resultado. El título estaba en Cuba [Yorgelis Rodríguez, Barranquilla 2018] y se queda en Cuba”.