Cuba frente a la COVID–19, día 40: Últimas noticias

El doctor Jorge Eduardo Berrio Águila, director del Hospital Militar de Santa Clara, informa la situación del día, con 9 pacientes en terapia intensiva. Foto: Narciso Fernández Ramírez.
  • Luis Barrizonte González ante la COVID-19: un nuevo escape por la vida (+fotos)
  • Declaran cuarentena en dos localidades del municipio Santiago de Cuba
  • Cuba envía brigada médica a Honduras

En reunión presidida por Yudí Rodríguez Hernández, presidenta del Consejo de Defensa de Villa Clara, el ente indicó mediante videoconferencia con los 13 municipios, acatar de manera estricta los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud Pública para proteger al personal de la Salud y sus instituciones, por estar este sector en la primera línea de enfrentamiento a la peligrosa COVID-19.

«Hay que cumplir de manera estricta las medidas higiénicas y no permitir vulnerabilidades en las instituciones sanitarias», exigió Rodríguez Hernández, en su condición de presidenta del Consejo de Defensa Provincial (CDP); al tiempo, que indicó realizar análisis en cada territorio acerca de la disponibilidad de los recursos humanos en Salud y asegurar por parte de cada institución una atención a los trabajadores que se han enfermado y a sus familiares.

También pidió análisis diarios en cada centro de Salud para evaluar con rigor los protocolos establecidos y su cumplimiento; con énfasis, en hogares de ancianos, hospitales, policlínicos y consultorios. Igualmente, en los centros de aislamiento, donde todavía hay situaciones puntuales que resolver en materia de condiciones materiales y disciplina.

Al informar la situación de Villa Clara, el Dr. Neil Reyes Miranda, director del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, ratificó la alta tasa de incidencia del territorio, la segunda del país, con 20,3 confirmados por cada 100 000 habitantes, con 10 municipios y 22 áreas de Salud afectadas por la COVID-19.

Los territorios de mayor incidencia continúan siendo Santa Clara, Camajuaní, Cifuentes, Caibarién y Placetas Mientras se mantienen sin casos positivos: Sagua la Grande, Quemado de Güines y Corralillo.

Hay nueve pacientes en terapia intensiva; de ellos, cuatro críticos y cinco graves, y hay que lamentar el fallecimiento de tres personas hasta el momento, con una tasa de letalidad del 1,9 %.

Se han otorgado 28 altas médicas, un indicador positivo, y en la provincia se declaran 38 eventos relacionados con la COVID-19, siendo el más lamentable de todos el del Hogar de Ancianos 3 de Santa Clara, donde se han extremado todas las medidas de atención a los casos positivos, como de aquellos que no lo fueron, y se investiga al detalle la cadena de contactos.

(Con información de agencias)

Luis Barrizonte González ante la COVID-19: un nuevo escape por la vida (+fotos)

Luis Barrizonte cumple en Haití su quinta misión como integrante del contingente médico internacional Henry Reeve. Foto: Cortesía del entrevistado.

Por Delia Proenza.

Las noticias llegaban por Internet, aunque no parecía que fueran a rozar, ni con el pétalo de una rosa, la realidad de su país, o la de aquel donde se encontraba al recibirlas. “Para nosotros el impacto de esta enfermedad fue algo fuerte y curioso, porque seguíamos por las redes sociales lo que acontecía en China, España e Italia y veíamos cómo se propagaba rápidamente”, cuenta a tres meses de aquellas señales, que poco a poco se irían convirtiendo en tormenta.

Después de haberle mirado a los ojos al ébola en Sierra Leona, parecía que Luis Barrizonte González nunca más sería acechado tan de cerca por la muerte. Licenciado en Enfermería, especializado en Servicio Materno Infantil y máster en Atención Integral al Niño, antes de salir por el mundo a asistir a otros solía dedicarse a salvar infantes, en el salón de operaciones del Hospital Pediátrico Provincial José Martí, de Sancti Spíritus.

“Enseguida llegaron las orientaciones de nuestro país y de la coordinación nacional para que extremáramos las medidas de autocuidado. Comenzamos a usar los medios de protección, y las conferencias que recibimos sobre las características del padecimiento, el cuadro clínico y la forma de transmisión, se las reprodujimos luego a los trabajadores de la salud haitianos del hospital”, revela.

Junto a la doctora Mayelín Ibarra, de Ciego de Ávila, mientras operaban para extraer un quiste de ovario torcido, el pasado 14 de abril. Foto: Cortesía del entrevistado.

Yo al menos tengo la experiencia del ébola.

No lo niega: fue algo difícil de asimilar, pues se trataba de una emergencia nunca vista. “Yo al menos tengo la experiencia del ébola, pero otros compañeros no. La población de aquí es muy vulnerable porque no tiene percepción del riesgo; este es un país muy pobre con una estructura sanitaria muy deficiente, puedes ver a decenas de personas en un metro cuadrado. Nosotros también estamos expuestos”, pormenoriza.

Su tarea sigue siendo, hasta ahora, asistir intervenciones quirúrgicas electivas o urgentes. “Cuando el ébola trabajaba en un centro de clasificación de pacientes que acudían al hospital como sospechosos. Estaba en una incertidumbre, porque allí no se sabía quién la padecía o no”, rememora. Con el SARS CoV-2 sucede algo parecido, con la agravante de que sus pacientes no suelen mostrar síntoma alguno, por lo que la incertidumbre es aún mayor.

Por eso se cuida mucho de no violar las medidas higiénicas y de protección. Como aliciente para seguir viviendo están las muchas personas que podrían aún ser salvadas por sus manos. Y está, sobre todo, la familia que lo aguarda en casa, de donde espera noticias diarias y a la que transmite tranquilidad.

“Aquí no hay ningún otro espirituano; en otros departamentos sí. Ahora más que nunca nos mantenemos unidos y firmes, dándonos ánimo unos a otros y entregándonos lo mejor que podemos para que el pueblo haitiano tenga salud. Yo sé que venceremos esta batalla”, me escribe con su proverbial optimismo.

En medio de esta entrevista virtual, que transcurrió en dos días consecutivos, debió dejar el diálogo un par de veces, ya que se presentaban imprevistos. Como fruto de la cesárea nocturna que lo desveló el pasado 14 de abril nació una niña, cuenta. En la jornada siguiente, ya en la tarde, me enviaba fotos de cuando, en la mañana, extraían a una paciente de 54 años un quiste de ovario torcido, detrás del cual apareció un segundo. “Observe bien las fotos de las operaciones de quistes y fibromas que hemos hecho, son varias; uno de ellos pesó 23 libras y otro anterior incluso más”, indica.

Así, entre el francés y el creol, mediante los cuales se comunica con los haitianos; entre el instrumental del salón y los niños que nacen; entre el llanto de la vida y las muchas muertes de las que escucha o lee en las noticias al llegar a casa, transcurren los días de este espirituano.

Luis es enfermero instrumentista de la brigada, integrada allí por 14 compañeros. Foto: Cortesía del entrevistado.

La brigada cubana en Grand Goave, Haití.

“Soy enfermero instrumentista de nuestra brigada, integrada por 14 compañeros. Laboramos en el Hospital Comunitario de Referencia en Grand Goave, Departamento del Oeste de Haití. Esta es mi segunda misión aquí, porque fui fundador de la colaboración cubana en 1999”, me cuenta vía Facebook. Y como le cuesta hablar de sí mismo menciona a cada paso a los demás: los seis especialistas, los otros cuatro licenciados en Enfermería, los de Laboratorio y Fisioterapia y el Técnico de Imagenología. En todo Haití suman, dice, unos 345 compatriotas.

“Cumplo ahora mi quinta misión internacionalista. Las anteriores fueron en Nicaragua, Angola, Sierra Leona y la que ya le mencioné de Haití”, detalla. Él ni imagina que tengo abierta la página de Escambray digital donde se daba cuenta de su regreso del combate al ébola, que le valdría, junto a otros ocho espirituanos, la Orden Carlos Juan Finlay, otorgada por el Consejo de Estado de la República de Cuba.

Era el 22 de abril del 2015. Parada cerca del automóvil que trasladó hasta el lugar del recibimiento a los héroes espirituanos del contingente internacional Henry Reeve, fue su rostro el primero que vi. Agitaba, sonriente, una bandera cubana de papel. Y segundos después, en medio de una emoción indescriptible, se escuchaban, salidas de sus labios, aquellas palabras que toda Cuba aspira a oír un día estos, otra vez: “¡Vivos, vivos!”.

Declaran cuarentena en dos localidades del municipio Santiago de Cuba

Foto: ACN.

Las localidades de Marimón, en el Consejo Popular Agüero Mar Verde, y Cuabitas, en el de Boniato, ambas del municipio Santiago de Cuba, perteneciente a la provincia del mismo nombre, fueron declaradas en cuarentena por 14 días para limitar la transmisión del SARS-Cov 2, causante de la COVID-19, tal como se informó hoy en el Consejo de Defensa Provincial.

Esa medida incluye limitar la entrada y salida de esas comunidades al personal imprescindible, el funcionamiento de los centros de comercio y servicios allí de las 07:00 a las 19:00 horas y sólo para las personas residentes en el área y disminuir el movimiento de personas entre las 20:00 y las 07:00 horas a sólo lo imprescindible por motivos médicos y otros de fuerza mayor.

Niurka Bell, Presidenta del Consejo de Defensa Municipal en Santiago de Cuba, explicó que se trasladaron los productos de la canasta básica de bodegas, para evitar la entrada y salida de personas por ese motivo.

Además se establecieron controles en los accesos a esas comunidades, y un punto de contención sanitaria para los vehículos y personas que se deban mover hacia y desde las manzanas en cuarentena.

Yanelis Hechavarría, Presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular santiaguera, dijo que se tienen los módulos preparados por Acopio con productos agropecuarios para vender a cada familia de esas localidades.

Abundó que sólo se permitirá la circulación de una persona por núcleo para buscar los alimentos, siempre alguien que no esté en los grupos más vulnerables, y las organizaciones de la comunidad organizan allí el apoyo a los ancianos que viven solos y a otras personas que lo necesiten.

También se han garantizado los recursos para el Sistema de Atención a la Familia, que vende alimentos a precios módicos a ancianos solos y otras personas en situaciones similares, y para elaborar productos que apoyen la alimentación familiar, señaló la Presidenta.

El doctor Guillermo Mora García, director provincial de Salud, llamó al incremento de la calidad de las pesquisas y de las medidas indicadas donde quiera que se produzca un positivo, como vía para limitar las cadenas de contagio y de ese modo contener la epidemia.

Cuba envía brigada médica a Honduras

Foto: Agencias.

Cuba envió este domingo a Honduras una brigada médica del contingente Henry Reeve de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias, para apoyar en el combate a la Covid-19.

Integrado por 20 profesionales de la salud, de ellos seis médicos, diez licenciados en enfermería y otros cuatro especialistas, este es el grupo 21 que la nación caribeña envía a contribuir con la lucha mundial contra el nuevo coronavirus.

Del total, el 85 por ciento tiene más de una década de experiencia laboral, doce han cumplido misiones anteriormente y representan a diez provincias del país, con edades comprendidas entre los 30 y 37 años, refirió.

Entre las tareas fundamentales de la misión destacan trabajar de conjunto con los profesionales de Honduras en la atención al enfrentamiento de la COVID-19 y cumplir con los protocolos establecidos para la vigilancia epidemiológica de la enfermedad, señaló Blanca Toymil Figueredo, especialista en Medicina General Integral y jefa de la brigada.

En el acto de despedida, el director de la Unidad Central de Cooperación Médica, Jorge Juan Delgado Bustillo, recordó otras ocasiones en que la isla ha contribuido a salvar vidas en el país centroamericano ante una emergencia.

Rememoró que fue en esas tierras donde el 3 de noviembre de 1998 nació la nueva era del Programa Integral de Salud, promovido por el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro.

Desde entonces y hasta mayo del pasado año, 2 mil 192 profesionales cubanos han brindado más de 29 millones de atenciones médicas y se realizaron alrededor de 800 mil cirugías mayores.

Además, atendieron el nacimiento de cerca de 180 mil niños y salvaron a poco más de un cuarto de millón de personas.

‘Van a un lugar donde enriquecerán esa historia’, dijo Delgado, quien reafirmó la confianza en que los colaboradores trabajarán con denuedo, entregarán lo mejor de sí y se protegerán para regresar con la misión cumplida.

Cerca de mil 200 profesionales de sanidad de la isla se han sumado al combate internacional contra la nueva enfermedad, mediante las brigadas del contingente Henry Reeve, especializado en situaciones de desastre y grandes epidemias.

Estos equipos de trabajo llevan la solidaridad de la mayor de las Antillas a países de Europa, África, Medio Oriente y América Latina y el Caribe, y se unen a los miles que ya colaboraban en 60 naciones.

De esta manera, la Mayor de las Antillas responde pronta al reclamo de las autoridades sanitarias catrachas, que a comienzos de este mes habían solicitado apoyo con especialistas a varios países y organizaciones internacionales. El gobierno de Cuba fue uno de los pocos que respondió, dijo Alba Consuelo Flores, titular de la Secretaria de Salud de Honduras.

(Con información de agencias)