Cuba frente a la COVID–19, día 61: Últimas noticias

Además del gesto por el Día de las Madres, que realizó la filial del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), se incluyeron 400 nasobucos, máscaras protectoras y pijamas para el centro que acoge a personas ambulantes. Foto: ACN.

Una donación con suvenires artesanales confeccionados para la ocasión realizaron miembros de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA), principalmente para las mujeres madres que laboran en el Centro Provincial de Protección Social, el de Higiene y Epidemiología y en el hospital Amalia Simoni, de Camagüey.

Además del gesto por el Día de las Madres, que realizó la filial del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), se incluyeron 400 nasobucos, máscaras protectoras y pijamas como parte de su aporte a la lucha contra la COVID–19 para el Centro Provincial de Protección Social, que acoge a personas ambulantes.

Beatriz Ochoa Pupo, especialista de desarrollo e imagen del FCBC, comentó a la ACN que como entidad es un deber social contribuir con sus medios para evitar la propagación de la enfermedad.

En este centro se atiende a uno de los sectores de la población más vulnerables a la pandemia y necesitan de esos recursos, tanto quienes ahí habitan como el personal médico y demás trabajadores que los atienden, dijo.

De igual manera sucedió en el Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, donde se hicieron también donativos de nasobucos y máscaras y presentes a las madres, al igual que en los hoteles Las Palmas y Caonao.

Ese tipo de acciones la ha realizado la filial camagüeyana del FCBC en otros momentos, principalmente a instituciones de salud, y al inicio de la propagación de la pandemia a todo el sistema de la enseñanza artística de la provincia, cuando aún permanecían en activo esos planteles.

Ochoa Pupo destacó que los miembros del Fondo en Camagüey han tenido un alto nivel de iniciativa al sumarse con recursos propios a la confección de los nasobucos y suman ya más de 5 000 producidos.

Varios círculos infantiles y casas de niños sin amparo familiar han sido también beneficiados. EL FCBC realizó recientemente un donativo de mobiliario al círculo infantil Amalia Simoni, en la ciudad capital provincial, y da su aporte a la restauración de otros centros.

La práctica de la mensajería se extendió en las 122 farmacias de la provincia. Foto: ACN.

A buen ritmo marchan las producciones de medicina natural en los laboratorios farmacéuticos guantanameros, pero aún es insatisfecha la demanda, no solo por el creciente interés de los locales por estos surtidos, sino también por las limitaciones con los envases disponibles, de importación.

En medio de la pandemia de COVID–19 que afecta al mundo y restricciones de recursos debido a la guerra económica de Estados Unidos contra Cuba, los trabajadores de la Empresa Provincial de Farmacias se enfocan en la elaboración y expendio de hipoclorito de sodio y en la producción de fitofármacos antigripales, para respaldar la estrategia preventiva del país contra la enfermedad.

En su interés de garantizar la permanencia de estos productos en la red de farmacias, los productores han tenido que sortear limitaciones con la materia prima de importación, los frascos para el envasado, y en ocasiones la escasez también de la propia masa vegetal, por la sequía en los campos, cuestiones que han limitado la estabilidad y variedad en la venta.

No obstante, apelando a alternativas y potenciando la eficiencia, la marcha productiva de los farmacéuticos locales es hoy alentadora y se cumple con el habitual plan mensual, superior a las 300 000 unidades físicas de medicina natural, lo cual equivale a más de siete frascos per cápita, una cifra importante en tiempos regulares pero que en el actual contexto se agota con rapidez en los estantes.

Nelvis Reyes Rodríguez, directora de la Empresa de Farmacias y Ópticas guantanamera, dijo a la ACN que en el cuadro básico de fármacos herbarios se mantienen 87 formulaciones –en diferentes formas farmacéuticas–, y en abril último se sobrecumplió en casi 5% lo programado, incrementándose el plan de jarabes con 10 renglones con efecto broncodilatador y expectorante, para el tratamiento de infecciones respiratorias.

El compromiso es seguir enriqueciendo el arsenal de recursos terapéuticos con estos surtidos tan demandados aquí, ante el déficit de algunos medicamentos convencionales y frente al azote de la COVID–19.

El área de elaboraciones químico-dispensariales –explicó la doctora en Medicina General- también creció significativamente (en más de 268 000 unidades físicas por encima de lo habitual), pues se enfocó en la producción del muy solicitado hipoclorito de sodio al 1%, para asegurar su necesaria disponibilidad en los establecimientos de venta.

Las producciones salen de los 18 laboratorios para este fin en la provincia -tres de ellos de gran producción ubicados en el municipio cabecera y los territorios de Baracoa y Niceto Pérez-, que garantizan anualmente cerca de 3 800 000 unidades físicas de “medicina verde” y más de 1 200 000 de químicos-dispensariales.

Las ofertas en los establecimientos han tenido una importante inyección con el aporte de las organizaciones de masas, políticas y estudiantiles, muy activas en la recuperación de frascos en los consejos populares y la desinfección, envasado y etiquetado de estos, además de asumir un papel protagónico en la mensajería, destacó Reyes Rodríguez.

Este último servicio se redimensionó en medio de la emergencia actual y su práctica se extendió en las 122 farmacias del territorio, para contribuir al aislamiento social y acercar los medicamentos a la población vulnerable frente al coronavirus, especialmente los adultos mayores.