Precisa que hasta que esto no suceda, como lo reconoce la primera instancia, ‘Lula tiene derecho a permanecer en la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba, en virtud de un mandato judicial vigente, otorgado por el propio Tribunal Supremo’.
El jurista emitió tal declaración a raíz que la jueza federal Carolina Lebbos, responsable de la ejecución penal del exmandatario, afirmara que solo decidirá sobre la progresión de la pena del exdirigente obrero a régimen semiabierto después del juicio del STF sobre la sospecha de Moro, aún sin fecha definida.
Según la orden, Lula cumple con los requisitos necesarios para pasar a esa condición, pero quedará preso en la sede policial en Curitiba, capital del sureño estado de Paraná.
Lebbos comunicó su decisión al ministro del STF, Luiz Edson Fachin, relator de la operación anticorrupción Lava Jato en la corte superior.
El fundador del Partido de los Trabajadores cumple prisión política desde el 7 de abril de 2018.
Su defensa pidió a los tribunales, el 18 de octubre, que no se produjera ningún cambio en el régimen de cumplimiento de la sentencia, tal como solicitó la Fiscalía a fines de septiembre.
Bajo este escenario, Lula reitera en todo momento que permanecerá en prisión para defender su honor y continuar con las apelaciones, al argumentar que Moro era sospechoso de parcial al juzgar su caso y hubo una colusión para condenarlo, arrestarlo y sacarlo de las elecciones de 2018.