‘Espero que Fidel me dé la fuerza para seguir luchando y siga siendo la inspiración que siempre ha sido para mí’, afirmó López Rivera, quien salió recientemente de una cárcel estadounidense tras unos 36 años de encierro y ha devenido ícono de la resistencia contra todas las opresiones.
Expresó su confianza en que se puede alcanzar un mundo mejor y más justo como lo necesitamos y de ello son un ejemplo Fidel, Martí, Mariana y Céspedes, quienes fueron capaces de darlo todo en pos de ese horizonte noble, no solo para Cuba sino también para la humanidad.
En el libro de visitantes de la necrópolis patrimonial, sus palabras reflejan la decisión de retornar a su amada Patria con muchas más energías y amor para proseguir la causa independentista.
Tras hacer su primera parada en la ciudad en ese sitio sagrado de los cubanos, el luchador puertorriqueño estuvo en el céntrico parque Céspedes, donde recibió explicaciones acerca de ese ámbito glorioso, frente al Ayuntamiento municipal que acogió el anuncio del triunfo de la Revolución cubana el 1 de enero de 1959.
Acompañado por Fernando González LLort, Héroe de la República de Cuba y presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, quien fue su compañero de celda durante un tiempo de su reclusión, conoció otros sitios históricos de la urbe antes del recibimiento oficial por las autoridades santiagueras.
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