Denuncian impacto del bloqueo de EE.UU. sobre sector energético

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La Habana, 25 ago (ACN) La situación energética es compleja en el mundo y en el caso de Cuba se agudiza por la persistencia del bloqueo económico, financiero y comercial del gobierno de Estados Unidos, denunció Liván Arronte Cruz, ministro de Energía y Minas (MINEM).

En una nueva censura sobre el impacto del implacable acoso estadounidense, ejemplificó con el hecho de que 56 de las más de 200 medidas aplicadas por la administración de Donald Trump, siguen vigentes y afectan directamente al sector.

A esto se añade la inestabilidad en las unidades en operaciones por la falta de mantenimiento en la generación térmica y distribuida, donde no ha sido posible resolver todos los problemas tecnológicos que impactan al sistema, señaló el titular del MINEM en una comparecencia en el programa radio-televisivo Mesa Redonda.

Dijo que también hay limitaciones e inestabilidad con los combustibles, debido al incremento significativo de los precios y las dificultades que impone la agresiva política de EE.UU. para adquirirlos.

Señaló que el combustible hay que importarlo desde Asia y Europa, en lugares muy lejanos, porque no se puede comprar en nuestra zona geográfica y eso encarece mucho más las operaciones.

Sin embargo y en una actualización de la estrategia de recuperación eléctrica en el país, aseguró que a pesar de ser tensa la situación, hay soluciones, pero no son inmediatas, sino que se deben resolverse de manera gradual que permita llegar a la sostenibilidad

Para el ministro del MINEM, el objetivo es avanzar en la reposición de esas capacidades y ejecutar inversiones, pues la obtención del financiamiento, facilita los plazos de entrega de cada uno de los productos y materias primas que deben ser adquiridos para desarrollar las fabricaciones en el país.

Sobre el particular, explicó que la industria está preparada para fabricar gran parte de las piezas y componentes de repuesto necesarios que hoy se emplean en las termoeléctricas, aunque hay que comprar materias primas y piezas que necesariamente debe hacer el fabricante de la tecnología, con sus períodos de entrega.

Precisó que para la unidad 6 de Mariel, en la provincia de Artemisa, están adquiridas todas las partes y piezas imprescindibles para su reparación, pero algunos componentes tienen seis meses o más para su entrega por el fabricante, y ello imposibilita repararla en el tiempo que quisiéramos.

Por eso es un proceso gradual, amplió su información, en el que se precisa trabajar por partes, porque, aunque se tenga el dinero en la mano, no se pueden parar a la vez todas las termoeléctricas y hacer el mantenimiento.

Subrayó que sostener el sistema eléctrico es costoso, no solo por la operación y mantenimiento, sino por el combustible que se necesita adquirir y por las inversiones que implica este sector.

Solo para instalar 1 MW de potencia nueva puede costar de uno a 1.6 millones de dólares, en dependencia de la tecnología, aunque vamos a recuperar y a instalar potencia nueva, afirmó.

El deterioro en la generación térmica y en la distribuida por la falta de mantenimiento, provocada por los efectos de la pandemia de la COVID 19 y la coyuntura internacional, imposibilita que se puedan solucionar todos los problemas a la vez.

Mencionó el caso de que un mantenimiento general en una central termoeléctrica demora entre siete y ocho meses, a veces hasta un año, y requiere enormes volúmenes de recursos

Refirió que la industria funciona las 24 horas, cuando se trabaja en todos los mantenimientos, limpiezas, los mantenimientos parciales, parciales ampliados y en los capitales, que se empezarán a proyectar a partir de contar con los recursos que se están buscando para recuperar los ciclos perdidos.

La estrategia gradual, anunció, persigue el propósito de que antes de concluir el año, el sector recupere 489 MW de potencia, que hoy no están disponibles, de los cuales 291 MW son por limitaciones tecnológicas en centrales térmicas y 198 MW en la generación distribuida.

Informó que otras proyecciones consisten en incorporar, a finales de año, 531 MW, complementadas con un programa para reforzar el plan de contingencia dirigido a reducir la demanda y el consumo de electricidad mientras dure la situación de emergencia.

A su vez, Edier Guzmán Pacheco, director de Generación Térmica de la Unión Eléctrica (UNE) recordó en la Mesa Redonda que la generación térmica en el país cuenta con 20 bloques generadores, de los que 16 están disponibles y cuatro en un estado efectivo de baja técnica temporal, a partir de averías de gran magnitud.

Recordó que el incendio ocurrido el 7 de marzo pasado en la unidad 7 de la termoeléctrica de Mariel, provocó la pérdida de ese bloque y del No. 6, cuando en total la afectación alcanzo a 170 MW.

El 8 de julio ocurrió, prosiguió, otro incendio en la caldera del bloque 2 de Felton, en la provincia de Holguín, que implicó la pérdida de un bloque de reciente mantenimiento parcial ampliado, al que se le había dedicado parte importante de los recursos existentes e incluso se estimaba un aporte estable de 230 MW como parte del aseguramiento al verano.

No obstante, indicó, hace un mes, el bloque 4 de la termoeléctrica Diez de octubre, en Nuevitas, en la provincia de Camagüey, se paralizó por el alto grado de deterioro en la caldera, luego de más de 10 años sin realizar, por falta de recursos, los mantenimientos capitales que se programan cada lustro, lo que significó unos 70 MW.

La pérdida de estos bloques es temporal, pero la recuperación no es inmediata y cada uno de ellos tiene un alcance previsto y un programa bien definido para recuperar sus potencias, aunque no en todos los casos contamos con los recursos financieros, con montos millonarios, para su recuperación definitiva y llevarlos a su potencia nominal, explicó el director de generación térmica de la UNE.

Elaine Moreno Carnet, vicejefa de la Secretaría del ministro Liván Arronte Cruz, detalló las estrategias de ahorro que podrían disminuir la demanda de electricidad en el país.

Los esfuerzos y acciones concebidos para la recuperación del sistema eléctrico nacional, acotó, tienen que estar acompañados de disposiciones que complementen desde el consumo las medidas que se van a adoptar en función de la inversiones y la recuperación.

Añadió que en la situación de contingencia energética que se enfrenta son inadmisibles las manifestaciones de derroche de electricidad, por lo que su uso racional es una parte importante de la estrategia del MINEM.