Desafiar al tiempo con calidad de vida

Manzanillo. Julio 26.- Cada año aumenta la cifra de personas que alcanzan las seis décadas, esta meta puede traducirse en un enorme desafío, más aún en las actuales circunstancias marcadas por limitaciones de todo tipo y el aumento de enfermedades virológicas.

Las Casa de abuelos, son alternativas para aquellos que permanecen solos en sus hogares durante el horario diurno; en nuestra ciudad tres de estas instituciones acogen alrededor de 70 adultos mayores, los que cuentan ahí, con los servicios elementales.

De lunes a sábados entre las 7 y 30 de la mañana y hasta las 5 de la tarde el personal de atención sanitaria compuesto por una enfermera, una nutrióloga, una trabajadora social y una psicóloga, dan seguimiento diariamente a estos pacientes de la tercera edad, además del personal de servicios que les garantizan un correcto horario de vida y de alimentación.

«Aquí recibimos la atención necesaria para reincorporarnos al medio social, muchos llegan aquí por disimiles situaciones, algunos por condiciones de duelo, otros porque no tienen quienes se ocupen de ellos durante el día o por que viven solos”, apunta Adela, presidenta del consejo de adultos mayores de la Casa de Abuelos Celia Sánchez de esta ciudad.

Estos hogares seminternos para personas de la tercera edad, cuentan con varias aéreas para el esparcimiento donde los abuelitos desarrollan actividades dirigidas a su ejercitación cognitiva, del pensamiento y la memoria además de consultas especializadas con profesionales de las propias áreas de salud.

«Casi todos son vulnerables independientes» -comenta Arturo Ignacio Arias Sánchez, enfermero de la Casa de abuelos Andrés Luján Vázquez de aquí- «y tienen problemas de salud que se atienden en sus áreas como hipertensos, diabéticos, y vienen con su tratamiento; nosotros les prestamos un servicio de ayuda y amparo a ellos, la prevención, velarlos, tomarle la presión, observarlos mientras hacen la terapia ocupacional, en el horario de comida ver cómo se alimentan, y ofrecerles charlas educativas con temas necesarios».

La seño Ribelia Pacheco Méndez, desde hace cinco años les espera cada mañana en la Casa de Abuelos Juan Almeida Bosque, para tomar sus signos vitales luego del recibimiento, «cuando ellos llegan aquí, luego del saludo, les pregunto cómo pasaron la noche, cómo se sienten y si falta alguno indagamos por qué faltó. Es importante revisar si vienen golpeados ya sea por caídas u otra causa, para que no exista desconfianza por parte de la familia», subraya.

Estos pacientes ingresan a través de los especialistas del área de salud, mediante la trabajadora social, que es la encargada de los trámites, se evalúa su ingreso en consecuencia a la necesidad que presenten; según su medio de pago se valora una cuantía módica, que abonan mensualmente.

Pernoctan en estas instituciones desafiando al tiempo, viviendo cada día cómo si fuera el último y sobre todo recibiendo atención que les permite una mejor calidad de vida.

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