Que el espíritu del 8vo. Congreso del Partido está vivo sigue siendo una realidad cuando el trabajo de cada organización de base es capaz de aglutinar, influir y sumar voluntades para contribuir a impulsar la batalla económica y social, y sobre todo cuando esa vanguardia se funde con el resto de las organizaciones y los colectivos laborales y los habitantes del barrio.
De la riqueza de los intercambios del pasado Congreso del Partido celebrado en el mes de abril, surgió el documento Ideas, Conceptos y Directrices para trazar las líneas fundamentales que dieran seguimiento a la implementación de los acuerdos de la cita partidista, teniendo en el centro de los debates los asuntos que ocupan hoy la atención del gobierno desde el punto de vista de su aseguramiento político, involucrando el aporte no sólo de los núcleos del Partido sino además los criterios de trabajadores, amas de casa, jubilados, organizaciones de masas, integrantes de las comunidades.
El Partido como organización política de vanguardia de la sociedad cubana que representa los intereses de la nación, su concepto de Partido único, alrededor del cual se va construyendo la unidad porque nada le resulta ajeno.
Tras la celebración del 8vo. Congreso tuvo lugar en fecha reciente el Segundo Pleno del Comité Central del Partido, que evaluó la labor realizada en los últimos seis meses, hacia dónde encaminar las estrategias en el trabajo político e ideológico diferenciado, sobre la base de las enseñanzas que nos van dejando los nuevos escenarios donde tiene lugar la vida económica y social del país que también exige cambios en las políticas de comunicación para asumir los contextos de guerra mediática actual con el aporte y mayor preparación de todos sus militantes.
Foto: Estudios Revolución
Durante esta etapa el amplio intercambio realizado en las diferentes provincias, los modos de interpretación y seguimiento de los acuerdos del Congreso del Partido en los territorios, la necesidad de defender los pilares del trabajo de la organización: la batalla económica, el trabajo político e ideológico y la lucha por la Paz resultaron clave para encaminar la labor de cada núcleo hacia la atención directa y transformadora de los problemas del radio de acción donde desarrolla su vida.
Bien lo ha dicho el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República Miguel Díaz-Canel, una mayor y fortalecida vida interna de nuestros núcleos, se refleja en mayor vida externa.
Lo anterior debe interpretarse como la necesidad de que los militantes del Partido actúen dondequiera que se encuentren bajo el concepto de la ejemplaridad y proactividad, la combatividad que debe caracterizar estos tiempos ante lo mal hecho.
Foto: Estudios Revolución
Por eso, el proceso de Asambleas de balance municipales y distritales del Partido que se inician en el país este viernes, implican congresos de la organización multiplicados que miren hacia adentro primero y hacia cómo el Partido, como organización política, puede impactar en apoyar e impulsar cada estrategia económica y social a nivel de centro laboral, comunidad o territorio uniendo a todos, incorporando a personas, empujando para buscar soluciones, contribuyendo a los controles populares o administrativos, transformando realidades en aquellos lugares donde las cosas no funcionan o no lo hacen de manera adecuada, potenciando las producciones y las ofertas de bienes y servicios a la población, logrando consolidarse como una organización de hombres y mujeres de vanguardia que representa al pueblo.
En momentos donde el país entra gradualmente a la normalidad hay mucho por hacer, o si no miremos la experiencia en los barrios de La Habana de mayor complejidad donde la participación popular es decisiva para afianzar el concepto de Poder Popular en medio de un “tejido” de organizaciones e instituciones que también tienen la misión de aportar.
Las asambleas de balance del Partido a nivel de municipios y distritos, también llevan esa impronta de vernos por dentro, solucionar, avanzar, fortaleciéndonos, para acompañar al país.