Día histórico. Otra vez Cuba desplegó titulares por todos lados en una digna referencia a Fidel como la raíz del júbilo presente: miles de cubanos extendieron un brazo y el gesto los convirtió en voluntarios de la obra más hermosa de la Revolución desde su génesis: la salud del pueblo.
Ni cortos, ni perezosos los científicos “echaron” a volar ideas y voluntad y ya Soberana 02, en La Habana y Abdala en las ciudades de Bayamo, Santiago de Cuba y Guantánamo son realidad en su tercer paso de ensayo como candidatos vacunales para inmunizar después a más de once millones de personas de un virus que desde 2020 roba sonrisas.
La prueba de intervención en la capital del país con la primera vacuna mencionada incluirá a 150 mil voluntarios, luego que los participantes en la segunda fase tuvieran respuesta inmune y demostrara que los anticuerpos anulan el virus e impiden que dañe las células.
Hasta los 20 escenarios clínicos y 44 “vacunatorios” habilitados en las tres provincias orientales llegarán durante estas jornadas 48 mil bayameses, santiagueros y guantanameros entre los 19 y 80 años de edad, quienes recibir las tres dosis de Abdala en un mes.
El experimento científico ubica sobre el tapete una inmensa realidad: la inteligencia y profesionalidad de los expertos cubanos de ponerles corazón y amor a cada desafío del destino y salir victoriosos en medio de una crisis económica agudizada a nivel mundial por la Covid-19 y el recrudecimiento del bloqueo de los Estados Unidos a la Isla, que obstaculiza el avance del sector de la Salud Pública.
La fuerza de los pinchazos iniciales que este lunes convirtieron a los primeros voluntarios de las urbes orientales en tangibles exponentes de una certeza revolucionariamente fidelista: “El futuro de Cuba tiene que ser, necesariamente, un futuro de hombres de ciencia.”
Pero, como si no bastara, Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, presidente de la República de Cuba, discutió con brillantes resultados la tesis que desde ahora lo convierte en Doctor en Ciencias Técnicas: “Sistema de gestión del gobierno basado en ciencia e innovación para el desarrollo sostenible”.
La noticia, que trascendió en el horario vespertino, confirma la voluntad del ejemplo, desde la más alta dirección de la Mayor de las Antillas, en el propósito de sumar talento, ciencia, técnica e innovación para el progreso de la Isla.
El lunes fue un día grande para Cuba, 24 horas que marcaron para siempre el latir de hombres y mujeres, el orgullo de haber nacido en una tierra que, a pesar de lo que resta y de los obstáculos del camino, su pueblo sueña, idea, crea, une y avanza.
