Día mundial sin tabaco 2018: fumar rompe corazones

Un ambiente libre del humo, un espacio para respirar aire natural que oxigene y limpie los pulmones, es la meta mayor del Día Mundial sin tabaco, cada 31 de mayo, establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El impacto del mal hábito de fumar en el funcionamiento cardiovascular del organismo humano es una de las mayores preocupantes, por ello en el 2018 esta jornada se dirige a crear conciencias sobre su efecto nocivo al corazón.

Su llamado Tabaco y cardiopatías promueve el análisis y la reflexión, en tanto el tabaquismo deriva en factor de riesgo de las enfermedades coronarias, accidentes cerebro vasculares y la enfermedad vascular periférica.

Como es conocido,  las afecciones cardíacas constituyen la primera causa de muerte en el mundo, provocadas en primera instancia por la hipertensión arterial y en segundo lugar por el consumo de tabaco y la exposición al humo ajeno; de estas estadísticas Cuba no queda fuera y se hace imprescindible reflexionar respecto a ello.

Son alarmantes las cifras de más de siete millones de muertes anualmente por el consumo de cigarrillos, y más aún que 900 mil de estas defunciones correspondan a personas no fumadoras que inhalan el humo.

Igualmente, consterna el hecho de que por cada uno de esos que se fumen pierdan siete minutos de vida, debido a la presencia en su humo de más de cuatro mil productos químicos tóxicos como amoníaco y arsénico.

Preocupa que sea el cigarro de alta incidencia en la aparición de cáncer de tráquea, bronquio y pulmones, los principales tipos de neoplasias que afectan a nuestra población.

Sumar compromiso con la vida desde las instituciones médicas cubanas, desde los centros educacionales, la sociedad y la familia, en tanto es en la adolescencia donde se incrementa el inicio del consumo; disminuir el número de fumadores y de víctimas, es prioridad.

Solo desde la concienciación de los habitantes podrá Cuba dejar de ser el país que más fuma en América Latina, dejar de sufrir ante las consecuencias de este mal hábito que, como denuncia la campaña en 2018, rompe corazones.