Diálogo de artistas en el Ministerio de Cultura: “El límite es la soberanía” (+Audio)

El Teatro Abelardo Estorino fue la sede para el diálogo que por más de 5 horas sostuviera, este sábado, el Ministro de Cultura, Alpidio Alonso Grau y otras autoridades del sector, con un grupo de jóvenes que no han comprometido sus principios con los enemigos de la Revolución.

Aunque no es la primera vez que artistas e intelectuales se sientan a dialogar, si es el primer encuentro en medio del contexto actual, después de los acontecimientos del 27 de noviembre último, cuando un grupo de jóvenes con reclamos diversos se congregaron frente a la sede del organismo.

Entre los participantes en el intercambio de este sábado, se encontraban el fotógrafo Gabriel Bianchini, el locutor y productor discográfico Pedro Pablo Cruz, los actores Reinier Díaz, Daniel Romero, René de la Cruz, los músicos Jota Barrios, Sandra Ivette Verrier, Cristopher Simpson, Ethiel Failde, Rey Montalvo, el realizador audiovisual Joseph Ros, el artista plástico Humberto Díaz, el profesor del ISA Yosvany Montano, la diseñadora Claudia Damiani, el crítico de cine Iramís Rosique. Algunos de ellos estuvieron presentes el pasado 27 de noviembre.

El titular de la Cultura inició el debate recordando que la Política Cultural cubana nació sobre la base del diálogo, como resultado de 3 fines de semanas de conversaciones continuas que concluyó con Palabras a los intelectuales.

El reclamo de diálogo no es ajeno a lo que necesitan las instituciones culturales para su perfeccionamiento, sentenció Alonso Grau mientras convidaba a un intercambio transparente, sincero y sin distensión.

El ministro aclaró que nunca se les ha llamado mercenarios a los jóvenes que participaron el 27 de noviembre, una de las preocupaciones de los presentes por el tratamiento mediático, así lo expresó el músico Jota Barrios.

“Creo que todos queremos una Cuba mejor. No me siento identificado con el MSI, vengo a hablar como ciudadano y artista, a ser parte de un diálogo”.

El artista visual Rafael Villares se refirió a la necesidad de sanar heridas antiguas, autorevisar, poner errores sobre la mesa e intervenir respetando la Constitución.

“Tenemos que pensarnos un país donde incluyamos a todos, donde se le aplique la legalidad, la única que puede regular una democracia, es la Constitución, nuestra arma moral. Solo a través del conocimiento podemos hacer un campaña real, de quién es quién… en el diálogo a veces es muy bueno ponerse en los pies del otro aunque nos cueste trabajo y sentarnos con la gente que nos parece incómoda porque ahí es donde vamos a crecer nosotros, incluso como personas”.

El escritor y crítico de arte Maykel Rodríguez Calviño defendió el ejercicio de la crítica, la revisión de conceptos estéticos para catalogar a un creador como pseudoartista.

En Cuba, señaló Rodríguez Calviño hay ejemplos de arte contestatario.

“La idea de que el arte tiene que ser libre está en la esencia del arte cubano…pero el arte ajeno de las leyes es campo de la anarquía. El artista es un sujeto social y tiene que responder a las leyes sociales”.

En tal sentido Carlos Celdrán, director de Teatro “El público” expuso como ha podido llevar a las tablas obras complejas.

“En toda mi carrera yo he hablado en mi teatro con mucha libertad, lo tengo que decir, mis obras han sido críticas, analíticas, complejas. La función del arte no es hacer política es crear una metáfora que la política no puede resolver, donde se expresa las esencias de las grandes contradicciones, eso lo aprendí de los grandes maestros. Mi teatro ha sido siempre dialéctico, profundo que busca llegar a la raíz de los problemas. Los mítines de repudio siempre han sido abordados en mi obra porque los considero un cáncer de la sociedad cubana, de la civilidad”.  

El actor Reinier Díaz, uno de los presentes en el diálogo anterior con el Viceministro de Cultura Fernando Rojas reconoció que entre los que acudieron el 27 de noviembre hay una composición heterogénea y no homogénea como pretende hacer ver los medios.

El locutor y productor discográfico Pedro Pablo Cruz reconoció como positivo en primer lugar que los jóvenes hayan acudido al Ministerio de Cultura para plantear sus demandas.

“Significa que hay un interlocutor válido, los jóvenes entendían que si en un lugar se podía abrir un diálogo era en el MINCULT. Hay demandas que estaban planteadas en las redes sociales que no son responsabilidad directa del MINCULT.

Si hay un momento en que hay que actuar como país, sin ingenuidades porque todo el mundo sabe que ahí hay dinero, que hay interés en desestabilizar a Cuba ante un cambio de presidencia. En un contexto económico bien difícil, tan difícil como volátil, lo que significa que si hechas una chispa, eso se convierte en otras muchas cosas. Desde el MINCULT hay que trazar alianzas, estrategias, alertas”.   

Abel Prieto, Presidente de Casa de las Américas, acentuó que la contrarrevolución se coló en el tejido de la cultura en una coyuntura realmente perversa, de desabastecimiento, de escasez.

“El plan es sacar gente a la calle, primero apretar la tuerca hasta que la gente estalle por problemas de desabastecimiento, crisis, lo que quieren es desesperación para este pueblo, que salga entonces a manifestarse, a protestar, que haya represión, que haya un muerto, con un muerto basta e inmediatamente viene la intervención de los norteamericanos”.

En la reunión se escucharon criterios variados pero primó el respeto, el análisis. Fue un momento para acentuar los límites del arte, como lo hizo el periodista y escritor José Ernesto Novaez.

“Estoy a favor de ampliar todos los márgenes de libertad hasta el límite de los principios pero dentro de una Cuba soberana y socialista, ese es el proyecto de país, que yo sostengo y defiendo”.

Este mismo creador cuestionaba la demanda de libertad de expresión.

“Cuando se pide libertad de expresión, que estoy pidiendo en lo concreto, que se me dejen tocar estos temas, hacer eso, lo otro. Cuando pido libertad de creación, qué pido en concreto. Si nos montamos en la cuerda de esos reclamos abstractos, primero los derechos en abstracto lo único que sirven es para socavar sistemas, ningún sistema resiste la prueba de la libertad de expresión en abstracto”.

No podemos perder de perspectiva, decía Nováez, que detrás del diálogo que se está pidiendo algunos están negociando el proyecto de país.

Sobre cómo se rompió el diálogo con los que condicionaron el encuentro, el representante de la cultura cubana, Alonso Grau afirmó que ante anexionistas deben actuar con firmeza.

Este será el inicio de un ciclo de intercambios entre los creadores y las instituciones culturales, siempre como afirmó el Ministro de Cultura sobre la premisa fundadora de la UNEAC que plantea que “defender la cultura es defender a la Revolución”.