BUENOS AIRES, Argentina.-Era mediodía cuando el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se encontró este lunes con artistas, intelectuales y académicos de la nación austral.
“Emociona verlos a todos ustedes juntos aquí”, dijo a sus interlocutores, a quienes extendió “el abrazo fraterno, el cariño, la admiración que sentimos por ustedes”, y les comentó sobre su intención de “verlos y hablar un rato”.
De pie, el Jefe de Estado afirmó: Los respetamos no solo porque sean amigos de Cuba sino también porque han sido la vanguardia intelectual de Argentina. Y entonces recordó que en el año 2019 tuvo lugar en esta misma ciudad un emotivo intercambio entre él y un grupo de prestigiosos intelectuales de la nación sureña.
En aquella jornada desbordada de inteligencia, corazón y sentido de lucha habían estado presentes, entre otros pensadores, Tristán Bauer, Hebe de Bonafini, Atilio Borón, Adolfo Pérez Esquivel, Stella Calloni… eran más de una treintena de pensadores de altos quilates. A ellos el Presidente Díaz-Canel les llamó en el 2019 “maestros nuestros”, porque en su entender muchos lo habían sido en tanto habían ayudado a interpretar el mundo con sus complejidades y desafíos.
Fue allí donde el dignatario, entre otras reflexiones, recordó a los amigos pensadores que “por educación, por formación revolucionaria y por convicciones, no concebimos la existencia del ser humano sin un vínculo estrecho con la ciencia, la investigación política y social, el arte y la cultura en sus más diversas expresiones”.
Resaltó en 2019 que “las relaciones culturales entre Cuba y Argentina tienen su origen en la profunda visión que se abrió paso en ambas sociedades acerca del papel liberador de la cultura, del pensamiento y de las ideas”.
Entonces el mandatario dijo: “Aquí yo creo que entre todos hemos sembrado hoy una semilla, que entre todos vamos a hacerla germinar”.
Desde el presente, el Presidente cubano confesó a los más de 70 pensadores: “Guardo un grato recuerdo de aquel encuentro”. Y no pasó por alto que ha pasado el tiempo, que el mundo cambió. Al ofrecer detalles sobre la realidad cubana expresó que la Isla ha sido víctima del terrorismo de los Estados Unidos, “pero nosotros nunca hemos auspiciado el terrorismo”. Díaz-Canel recordó que el país caribeño lo que ha hecho es mandar médicos a otras latitudes.
Las vacunas fabricadas en suelo propio, el enfrentamiento a la COVID-19, la falta de oxígeno que en algún momento fue crítica –realidad acentuada por el bloqueo imperial que trató de impedir por todos los medios que Cuba resolviera ese problema-, la filosofía de la resistencia creativa –esa que consiste en seguir adelante y avanzar a pesar de toda adversidad-. De tales temas habló el Jefe de Estado a los intelectuales; y les dijo que por el apoyo que le dan a Cuba ellos también son parte de esa resistencia creativa.
“Para nosotros era imprescindible volvernos a ver”, expresó el mandatario, quien calificó al encuentro actual como una continuidad del anterior. Y al argumentar por qué el mundo ha cambiado visiblemente, hizo referencia a lo que viene sucediendo en América Latina, a cómo las fuerzas de izquierda han ido tomando posiciones mientras el enemigo no descansa y usa otras tácticas, promueve golpes suaves, de manera hipócrita y con mucha calumnia de por medio.
En tiempos como estos, añadió el dignatario, tenemos que preguntarnos: ¿Realmente hay equilibrio en el mundo? Seguidamente describió un planeta que usa el lenguaje de la guerra, que padece una brecha cada vez mayor entre pobres y ricos, entre el norte y el sur. No hay, denunció, ese equilibrio del cual habló Martí, del cual hablaron nuestros próceres.
Sobre los desafíos actuales en la región el Presidente cubano señaló que “tenemos toda la base de pensamiento en América Latina para conectar los procesos”; afirmó que hay un compendio de valores, de conceptos, de teoría revolucionaria: Lo que nos hace falta, enfatizó, es ver cómo esas cosas las convertimos en acciones para revertir el orden injusto que sufre el mundo, y que sobre todo sufren los países del Sur.
Voces amigas, voces de la resistencia
La prestigiosa intelectual Stella Calloni dijo al mandatario y a quienes lo acompañaron en el encuentro: “Ustedes se han convertido en el foco de la resistencia”. Por tal realidad, comentó, los revolucionarios están muy pendientes de todo lo que pasa en América Latina.
Calloni denunció que el imperialismo estadounidense le hace la guerra a Cuba, porque el país caribeño es “la primera muralla que ellos quieren eliminar”.
La destrucción cultural de nuestros pueblos, afirmó, ha sido terrible, “pero nuestras culturas siguen existiendo”. La rigurosa pensadora alertó que los monopolios de la desinformación nos confunden y que estamos siendo víctimas de una guerra no declarada pero clara, avasallante.
Los países donde las viejas culturas se han mantenido tienen más resistencia, dijo la escritora para quien resulta obvio que el “el arma principal de guerra es la desinformación”.
Este es uno de los momentos más graves que vive América Latina, advirtió Stella Calloni, porque los enemigos de los procesos liberadores “necesitan controlarnos”. Y en cuanto a la Mayor de las Antillas, afirmó: “Tenemos que defender a Cuba a muerte”. Lo dijo porque “Cuba es el ejemplo más grande de resistencia que tiene América Latina; no ha habido otro”.
Se sumaron otras voces que hicieron preguntas al Presidente cubano; que abordaron temas tan importantes como articular el pensamiento de rigor, como poner la ciencia, la tecnología y la innovación en función de resolver los problemas actuales del hemisferio.
Cuál es la verdadera democracia y cómo debería funcionar motivó más de una reflexión en la jornada de intercambios. Al respeto, Díaz-Canel Bermúdez recordó que nos han hecho creer que la democracia representativa es la verdadera democracia, y que en torno a ese mito se han hecho múltiples construcciones.
El Jefe de Estado trajo a colación una conocida verdad, esa sobre la cual volviera tantas veces en sus reflexiones el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz: no se puede hablar de democracia si no son distribuidos con justeza los recursos disponibles; para hablar de democracia tiene que haber derecho a la educación, a la salud, y a otras oportunidades que conforman una vida digna.
Sobre el concepto de democracia, denunció el dignatario, hay una construcción hipócrita cuyo fin es la defensa de intereses hegemónicos: “Ese es el paradigma que le venden al mundo”, subrayó para seguidamente hablar sobre la importancia de que nuestros pueblos profundicen y tengan una posición crítica ante lo falso y sepan “construir los verdaderos paradigmas que necesitamos”.
Tristán Bauer, cineasta y político argentino, y Ministro de Cultura de la Nación, habló para agradecer a los cubanos por haber defendido a la Revolución. Definió como algo mítico aquel encuentro de Fidel y el Che Guevara en México, confluencia en que hay raíces de aquel triunfo rebelde de 1959.
Qué importante, dijo el intelectual, que los cubanos hayan podido sostener la Revolución a pesar de tantas agresiones. Y en una mirada a América Latina, ante el hecho de los tiempos que corren, recordó que “siempre fueron tiempos difíciles”. Habló de la unidad, de la fraternidad, de la hermandad como premisas esenciales, desde las cuales deben ser resueltos los problemas de la región.
Hacia el final del encuentro, y desde la emoción, el Presidente Díaz-Canel habló sobre la trascendencia de que estemos muy unidos, y compartió con los hermanos de lucha esta certeza: “Tengan siempre la seguridad de que Cuba nunca les va a fallar”.