Hasta la Sentada de los Pañuelos Rojos que por estos días abrazó a José Martí, en el Parque Central de La Habana, llegó este domingo el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz Canel Bermúdez, para compartir con los promotores de esta iniciativa de paz.
La lluvia no impidió el encuentro, así que Díaz-Canel, como un joven más de alma y espíritu, ocupó un asiento en el piso del portal del emblemático Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.
Disfrutó las canciones del concierto ofrecido por Tony Ávila, tarareó sus letras cargadas de simbolismo y amor por Cuba, y hasta bailó con las canciones del cantautor.
A los muchachos y muchachas los convocó a seguir defendiendo la Patria:
“Les agradezco muchísimo poder pasar con ustedes este pedazo de domingo, en un encuentro que ha sido una acción antimperialista, ecuménica. Estamos buscando el perfeccionamiento de nuestra sociedad, defendiendo la emancipación, defendiendo el socialismo, y condenando -como ustedes mismos se convocaron- las campañas por subvertir el orden interno, las campañas mediáticas contra Cuba, contra la paz. Cuba va a vivir en paz y viviendo en paz nos vamos a perfeccionar. Viva Cuba. Viva la Revolución. Vivan ustedes los jóvenes. ¡Patria o Muerte, Venceremos!”
Otros cubanos no tan jóvenes también compartieron este momento estremecedor, donde se ratificó el compromiso con la defensa de la soberanía nacional, desde el arte y el pensamiento colectivos. Quizás la mejor descripción de la jornada vivida este domingo la ofreció el Eurodiputado y Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de España, Manuel Pineda Marín (Manu).
“He tenido oportunidad de decirle al Presidente que como “dictador” está suspendido”, bromeó Manu ante la prensa.
En sus declaraciones, resaltó “cómo en un encuentro de jóvenes que vienen a escuchar música en un concierto, se mete el Presidente en medio de los jóvenes”.
“Parece que no le tiene mucho miedo al pueblo”, vuelve a bromear el eurodiputado español y agrega: “Parece que considera que el pueblo, lejos de ser un peligro, es su soporte, y que él está aquí al servicio de su pueblo. Eso es un ejemplo que podemos verlo en muy pocos sitios. Yo nada más que lo conozco en Cuba. Esta explosión de alegría, esta convivencia, esta fraternidad, y que venga el Presidente y se meta en medio de la gente, parece que, si este pueblo está “reprimido”, lo disimula muy bien”.
En el Parque Central de La Habana, durante este fin de semana, se desarrolló una enaltecedora iniciativa de activistas en las redes sociales, de miembros de proyectos, colectivos y organizaciones de la sociedad civil cubana.
Según sus organizadores, la Sentada de los Pañuelos Rojos es una idea surgida de la necesidad de incidir como sujetos sociales diversos en el actual entorno sociopolítico del país.
Sus participantes se articularon en la red social Telegram para organizar, luego del paso de Cuba a la nueva normalidad, una acción antimperialista que demuestre el desacuerdo con las prácticas de guerra no convencional ejecutadas contra la paz, y de condena al bloqueo económico, comercial y financiero que impone el gobierno de Estados Unidos.
La Sentada de los Pañuelos Rojos en el Parque Central, a cuya jornada dominical asistió el Presidente Díaz-Canel, devino respaldo a todas las luchas emancipadoras, dando razón de la esperanza y compromiso con un socialismo perfectible.
Fue una Sentada por la vida, la igualdad, la soberanía, la humanidad y la justicia. Los jóvenes, junto a Martí, ratificaron que no están sobre la Patria, sino con ella.
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