Como una semana con resultados muy favorables, “que aseguran que vamos consolidando el avance en el enfrentamiento a la COVID-19”, calificó este sábado el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, los días de arduo trabajo que siguen arrojando números alentadores en el combate a la epidemia en la Mayor de las Antillas.
Con relación a la semana anterior, en la que tuvimos insatisfacciones por los últimos eventos que se habían enfrentado, los casos positivos disminuyeron en un 50%, subrayó el Jefe de Estado al encabezar la reunión del grupo temporal de trabajo para la prevención y el control del nuevo coronavirus, que tiene por sede el Palacio de la Revolución y que dirigió el viceprimer ministro, Roberto Morales Ojeda.
Estos siete días, destacó el mandatario, “han transcurrido sin tener que lamentar fallecimientos y donde el movimiento de pacientes graves en nuestras instituciones ha sido intermitente; ha entrado uno que ha salido a los dos o tres días, ha entrado otro y en estos momentos vamos a cerrar la semana sin ninguno en estado grave, lo que está indicando que, por los protocolos de atención y la manera en la que se están detectando casos, llegan menos personas a estados graves y críticos”.
Hace varios días, apuntó Díaz-Canel, que en situación crítica por la COVID-19 no tenemos a nadie y por otra parte van saliendo más rápido los que llegan al agravamiento. “Esos son resultados que va consolidando lo que se ha venido realizando”, dijo.
El Presidente de la República se refirió a los elementos retadores que ahora tiene el país. “En primer lugar, cómo en la misma medida que vamos avanzando a fases superiores de desescalamiento en la etapa de recuperación de la pandemia, logramos mantener las medidas de higiene que se han planteado; el distanciamiento físico donde es necesario; y el uso del nasobuco, tal como se ha orientado, en un grupo de lugares y en dependencia de las fases”.
Hay que llevar con rigor las medidas que corresponden a cada fase, reiteró, para evitar el rebrote o alejarnos del momento en que puede ocurrir. “Eso es lo que se está manifestando con más regularidad en los momentos actuales en diversas partes del mundo, incluso en países que habían salido aparentemente de los momentos más complejos”.
Por otra parte, subrayó el mandatario, tenemos que lograr entre todos un enfrentamiento más efectivo, más singular, con mayor exigencia, contra dos tipos de actores que nos han surgido en medio de esta situación e irritan mucho a la población: los coleros y los revendedores.
Díaz-Canel se refirió al modo de actuación de esas personas: los que ocupan varios puestos en las colas para luego vender a altos precios esas ubicaciones; y los que revenden productos, también a elevadas sumas, abusando y aprovechándose de los problemas de desabastecimiento que tiene el país. Ambas actividades, aclaró, son ilícitas y constituyen motivos de constante denuncia por nuestra población.
En consecuencia, el Jefe de Estado indicó a los organismos que tienen que ver con este enfrentamiento actuar de “manera más directa, más precisa, menos tolerante, y que no exista impunidad”.
En su intervención en la última sesión de trabajo de esta semana del Grupo Temporal, Díaz-Canel reiteró que en los próximos días se inicia la implementación de las primeras medidas que fueron anunciadas como parte de la Estrategia económico-social para el fortalecimiento e impulso de nuestra economía en condiciones de crisis.
Necesitamos que la implementación no pierda ritmo, insistió, que vayamos avanzando en lo que ya tenemos preparado y también en lo que tenemos que seguir diseñando para poder concretar todas las medidas que están en esa Estrategia.
“Por lo tanto vendrán varios momentos en los que estaremos informando a nuestro pueblo, desde el Consejo de Ministros, desde las instituciones del Gobierno, el contenido más detallado de cada una de ellas y estaremos también concretando las acciones, las regulaciones y las normas jurídicas que apoyan cada una de estas ideas”.
Todas esas decisiones, aseveró, llevan un cambio profundo en la operatividad de la economía, en un grupo de ámbitos y sectores económicos y sociales que, en fin de cuentas, están previstas precisamente para que podamos tener un mejor comportamiento económico y enfrentar la crisis, no solo resistiendo, sino avanzando.
El Jefe de Estado señaló que “esa implementación requerirá también corregir distorsiones, pueden aparecer cosas que no estaban previstas en el diseño inicial y que nos llevarán a introducir los cambios que sean necesarios, pero tenemos que entre todos lograr que esta construcción que estamos tratando de llevar adelante se desarrolle con una capacidad de implementación real, concreta, dinámica e innovadora”.
En esta reunión de trabajo — donde se informó que las 52 personas que se mantienen confirmadas con la COVID-19 tienen una evolución clínica estable y el 94,3% de los pacientes diagnosticados en el país ya está recuperado — rindieron cuenta las provincias de Camagüey y Ciego de Ávila, además del municipio especial Isla de la Juventud, territorios que no reportan casos desde hace 64, 52 y 75 días, respectivamente. Las autoridades locales aseguraron que se encuentran listos para comenzar este lunes, 20 de julio, la fase tres de la recuperación.
Por otro lado, desde La Habana— provincia en fase uno— el gobernador Reinaldo García Zapata explicó que en la última jornada solo se reportó un positivo, que no se relaciona con ninguno de los tres eventos de transmisión abiertos en la ciudad y del que hasta este momento se desconoce la fuente de infección. En la capital, agregó, hay 172 personas ingresadas, aunque solo 49 están confirmadas con el virus.
El Gobernador insistió en que la provincia continúa cumpliendo con los indicadores epidemiológicos establecidos para permanecer en esta fase de la recuperación y se siguen constantemente las medidas que se han aplicado en los municipios y consejos populares más complicados.
A la par, aseguró, se han incrementado los puntos de venta en las playas de la capital, se ha reordenado y reforzado el transporte hacia esas zonas y se están aplicando test rápidos a los transportistas y al personal que presta servicios en dichos lugares, donde la afluencia del público los fines de semana genera grandes concentraciones.
La Habana, capital con más de dos millones de habitantes, continúa reforzando el enfrentamiento a la COVID-19, una enfermedad que en el mundo supera los 13 millones 788 mil contagiados. De ellos, 2 245 corresponden a la Mayor de las Antillas, desde que en marzo se confirmaron los tres primeros pacientes con el SARS-CoV-2.