El Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, subrayó este miércoles que en esta batalla por la vida, por la salud y por enfrentar la situación económica del país en medio de la pandemia que azota al mundo, “no tenemos derecho a relajar nuestro comportamiento, no tenemos ningún derecho a disminuir la percepción de riesgo, no hay derecho para descansar en la aplicación de las medidas”.
Al encabezar la reunión del grupo temporal de trabajo para la prevención y el control de la COVID-19— junto al Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz— el Jefe de Estado enfatizó en que “no debe haber ningún espacio para el accionar que no sea riguroso, que no sea exigente, que no sea con calidad”. No puede haber espacio, reiteró, para la chapucería, ni el acomodamiento. La vida nos dice que cada vez que nos descuidamos un poco aparecen focos y muchas veces se nos convierten en eventos, donde se requiere un accionar más intenso, acotó.
Cuba amaneció este miércoles con 240 casos activos, que representan el 8,8% de los 2 726 pacientes confirmados desde marzo, cifras que han aumentado en las últimas dos semanas. Al respecto de esa situación, Díaz-Canel señaló que estábamos conscientes de que, luego de pasar la etapa más compleja, íbamos a convivir con la enfermedad y que el éxito en evitar rebrotes lo tendríamos en la misma medida en que trabajáramos con rigor y no desmontáramos ninguna de las decisiones; en que hubiera exigencia y no disminuyera la percepción de riesgo.
Este es el tercer momento, precisó, en que hemos tenido una determinada incidencia de casos por encima de lo que veníamos normalizando ya, que por supuesto es un pico muy bajo en comparación con el momento máximo. “Pero como hemos tenido la capacidad de disminuir los casos hasta niveles como los que se venían comportando, es una situación que nos preocupa, porque demuestra una determinada anormalidad en el momento en que estamos trabajando”, reseñó.
Esta situación que estamos viviendo se ha extendido en el tiempo, consideró, y llevamos 12 jornadas consecutivas donde hay un número de casos notable, en relación con el comportamiento anterior.
“No se ha llegado a los niveles en un día por encima del evento más alto que tuvimos después del pico, pero sí la cantidad de casos acumulados es mayor que cualquiera de los otros eventos”, apuntó.
Díaz-Canel alertó que, por el momento del año en que nos encontramos, “si no controlamos bien esta situación, si no volvemos a la situación que teníamos más favorable, estamos comprometiendo la vida y la salud de las personas. Pero por otra parte estamos comprometiendo cosas tan serias como el inicio del curso escolar, sobre todo en las dos provincias que están más complicadas”. Un curso que es retador, sentenció, porque implica recuperar lo que se perdió del anterior e iniciar el nuevo.
El Presidente de la República aclaró que aunque hemos puesto y seguiremos poniendo por delante de todo la salud de nuestro pueblo, también la afectación económica para el país se siente. Cada vez que hay un brote de estos, alertó, son más personas ingresadas en hospitales y recluidas en centros de aislamiento, y por tanto más gastos en la atención. Cada vez que ponemos en cuarentena un Consejo Popular, una determinada comunidad o municipio, hay que hacer un grupo de cuestiones organizativas que también nos cuestan más.
“En todo esto tenemos que compartir la responsabilidad ciudadana, la responsabilidad institucional, con la percepción de riesgo, porque todos estamos en una batalla por la vida, por la salud y por enfrentar la situación económica del país en estas condiciones de pandemia”.
Díaz-Canel insistió una vez más en la disciplina, que tiene que estar al mismo nivel de lo que hemos compartido en todos estos meses de enfrentamiento a la COVID-19.
Asimismo, reiteró conceptos de trabajo que tienen que mantenerse y cumplirse bien, entre ellos tratar a toda persona enferma como sospechosa de padecer la COVID-19 hasta que se demuestre lo contrario; seguir con mucha intensidad el pesquisaje, “mientras menos casos tenemos, más pesquisas hay que estar haciendo para encontrar cualquier cosa que pueda ser elemento de transmisión”; e inmediatamente que haya un contagio, aislar los contactos y los contactos de los contactos, pero hay que hacerlo de manera rápida para evitar una prolongación innecesaria del evento, afirmó.
El Jefe de Estado indicó mantener la vigilancia y las medidas higiénicas que se han planteado, además de la inspección sanitaria en los centros de trabajo más complicados; en las comunidades más propensas a que tengamos brotes; y en lugares como los bares, las piscinas y las playas, donde en los últimos días también hemos observado relajamiento.
No nos puede faltar la capacidad para trabajar de manera rigurosa, para decidir que, si se nos comienza a complicar algún lugar, de inmediato entrar en cuarentena e intensamente aplicar las medidas. Eso nadie lo puede ver como una exageración, al contrario, es la manera de, en menos tiempo, volver a la normalidad, insistió.
En esta reunión del grupo temporal de trabajo del Gobierno se decidió la apertura de un nuevo evento de transmisión local de la enfermedad en la Empresa de Construcción y Montaje, perteneciente a la Zona Especial de Desarrollo Mariel, en la provincia de Artemisa, donde se aplicará un plan diferenciado de medidas por la sensibilidad de ese lugar, que tiene una alta concentración de personas que no han detenido su actividad económica durante estos meses de enfrentamiento a la epidemia.
En ese evento, precisó el Jefe de Estado, “hay que tener un trabajo riguroso, al detalle, inteligente, rápido y con calidad, de manera tal que las medidas que apliquemos nos den efectividad en el menor tiempo”.
Precisamente en esa occidental provincia y ante la transmisión generada en Bauta — donde se han confirmado hasta la fecha 64 casos de la COVID-19 — se decidió el retorno de ese municipio a la fase uno de la recuperación, luego de encontrarse en la tercera.
Además en el encuentro se conoció por voz del gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata que, ante la situación de la capital con 131 casos confirmados en los últimos quince días y 160 personas evaluadas hoy como sospechosas, se estudia la aplicación de algunas de las medidas pertenecientes a la etapa epidémica. “Si hay que ir atrás en algunas cosas lo haremos, pero no podemos permitir que siga avanzando la enfermedad en algunos lugares por negligencia”, dijo.
Habló del posible cierre de bares y piscinas en los que no se tomen las medidas establecidas, así como de la limitación del movimiento de personas en las calles a altas horas de la noche. “La gente tiene que ser consciente de que estamos en un momento en que no se puede actuar deliberadamente”, enfatizó García Zapata.
En esta sesión de trabajo con sede en el Palacio de la Revolución y realizada mediante videoconferencia con las máximas autoridades de las cinco provincias del occidente del país, el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, informó que se evalúa conjuntamente con los Consejos de Defensa varias medidas para disminuir la movilidad de personas entre La Habana, Artemisa, Pinar del Río, Mayabeque y Matanzas, las cuales se informarán en las próximas horas.