Dibujos de aprendiz (+Fotos)

Aliannis Cabrera La O es una artista aficionada de Casa de Cultura amante del dibujo que incursiona en los retratos // Foto: Denia Fleitas Rosales

Como si de sus manos emergiera vida, deja correr los trazos libres y sueltos del lápiz sobre el papel. Tras la mirada minuciosa al modelo, siguen los bocetos, contornos y sombreados, y así Aliannis Cabrera La O revela con nitidez los rostros.

Concentrada en su obra olvida el mundo alrededor, nada más importa, solo presionar el grafito sobre la cartulina con movimientos unas veces más lentas y otras más veloces.

Lo mismo líneas rectas o curvas, quebradas, espirales u onduladas; sombreados, hachuras, contrastes y otros elementos visuales, son sus aliados en el empeño de transmitir emociones a través del reflejo, que es su obra, de la belleza estética.

Con destreza, la joven estudiante de Licenciatura en Química recurres a los recursos gráficos para dotar de tridimensionalidad su obra // Foto: Denia Fleitas Rosales

Ella es solo un aficionada, una de los cerca de veinte que el profesor Guillermo Tabernilla Castillo tiene como alumnos en los talleres de artes plásticas de la Casa de Cultura de Manzanillo, y donde les enseña desde esta milenaria forma de expresión visual a narrar historias.

“Llevo en estos talleres apenas siete meses, dice la joven artista de 20 años, sin apenas levantar la mirada del papel, ni detener por un instante el recorrido casi rítmico de su lápiz. Y es increíble cuánto he aprendido, llegué dibujando rosas y esos elementos o detalles de la naturaleza que siempre nos cautivan, pero ya dibujo rostros, y hasta nos preparamos para una exposición.

“Ciertamente son invaluables las clases en estos talleres, son una verdadera herramienta de capacitación para los aficionados que acudimos; y sus profesionales verdaderos artistas”, que esculpen en otros los sueños del arte del dibujo.

Desde su origen prehistórico, como forma inicial de representación de la realidad circundante encontrada en cavernas y cuevas, hasta la más excelsa manera de utilización por maestros como Da Vinci,  Durero, Miguel Ángel, Rubens, Ingres, descubren en esos espacios de creación.

El instructor de artes plásticas Guillermo Tabernilla Castillo imparte conocimientos a la joven dibujante // Foto: Denia Fleitas Rosales

“Precisamente yo me forjé aquí, dice con orgullo el joven instructor Tabernilla Castillo. Aunque ya tengo 10 años como profe, los orígenes de mi vocación están en estos mismos salones de Casa de Cultura, donde di riendas a mi anhelo como aficionado, y luego continué hasta convertirme en profesional egresado de la otrora Academia de Artes Plásticas Carlos Enríquez”.

“Y a ella volví para contribuir a que otros tantos crezcan entre las luces y sombras, entre volúmenes y perspectivas, a través de las clases de teoría, apreciación y talleres para el desarrollo de habilidades técnicas, que les permitan perfeccionar su desenvolvimiento como aficionados y algunos convertirse en artistas”.

Sus lecciones a los aprendices llevan las huellas de aquellas cartillas italianas de principios, que legaron la didáctica de aprender a dibujar desde lo particular a lo general. Un poco de Fialetti, un poco de Carracci, y algo de Franco y Palma, le ayudan a nutrir a sus discípulos de técnicas y habilidades que enriquecen su talento, “así pueden alcanzar mayor perfección en sus obras con el acompañamiento de los profesores, quienes tenemos como máxima que ellos puedan realizar sus trabajos con exquisitez”.

Aliannis es solo una de los más de un centenar de aficionados de la ciudad del Golfo de Guacanayabo a esta disciplina, considerada la base de estudio de todas las artes y herramienta fundamental también para el análisis de la naturaleza. Desde niños con cinco años hasta adultos mayores, encuentran en la institución la creatividad y capacidad expresiva.

Dibujar es pasión de grandes y chicos // Foto: Denia Fleitas Rosales
Más de un centenar de aficionados de las artes plásticas asisten a los talleres de la Casa de Cultura de la ciudad del Golfo de Guacanayabo // Foto: Denia Fleitas Rosales
Las exposiciones personales de los aficionados engalanan las paredes del recinto donde dan riendas a su vocación artística en Manzanillo // Foto: Denia Fleitas Rosales
Los docentes enseñan a los aficionados las leyes perceptivo-visuales para percibir el relieve – la profundidad – y tomar así conciencia del espacio que ocupa cada elemento dentro de la composición // Foto: Denia Fleitas Rosales

“Porque el arte no tiene edad, ella no impone límites, cuando la inspiración nazca y surja pues es el momento de darle alas”, expone el docente Guillermo Tabernilla y enfoca su atención en la alumna que dibuja junto a él.

De canon y proporciones, luces y sombras, texturas y detalles, se apoya el alma de la artista para decir sin palabras con estilo y expresividad propios. Sirven, asegura “más que el conocimiento empírico, el conocimiento teórico de las leyes de organización y percepción plástica, equilibrio, línea, volúmenes, color, encuadre, que aprendemos de los profesores”.

A lo que apunta el instructor que, “esa es la función del taller artístico, hacer consciente al aficionado de cuánto debe dominar para perfeccionar su trabajo para el uso de cada elemento compositivo, y alcanzar superior nivel”.

El profesor Guillermo Tabernilla Castillo señala detalles a considerar por su discípula // Foto: Denia Fleitas Rosales

Aunque distante de la profesión que estudia, Licenciatura en Química, Aliannis Cabrera disfruta de dibujar. “Es una manera de reflejar lo que siento. Me apasiona la tranquilidad de estar haciéndolo, la paz que me provoca, el regocijo. Más que un hobby es una pasión, y me gustaría dedicarle más tiempo de conjunto con la profesión para la que me preparo en la universidad”, comenta sin detenerse, en busca de los detalles.

“En el asombro y elogios de quienes han podido apreciar sus piezas tiene el incentivo para seguir trabajando, porque percibe el resultado de lo aprendido en los talleres. Tiene un nivel más alto de motivación para continuar, y eso nos satisface a todos; no solo a ella y su familia, también a nosotros como instructores”, señala Tabernilla antes de marcar un punto o directriz que ella no pierde de vista para hacerlo mejor.

Y entonces la pregunta clásica de qué tiene el artista en mente antes de plasmar la obra en el papel, ya tiene respuesta. Luz. El retrato sobre la mesa toma nueva dimensión. Y sigue Aliannis Cabrera La O con los dedos en el lápiz y la punta dibujando en el papel, como si por aire respirara arte.

La fuerza expresiva del trazo remarca el mensaje de los retratos // Foto: Denia Fleitas Rosales