Desde hace varios días vivimos la nueva normalidad que impone la situación epidemiológica que enfrentamos a causa de la COVID-19. Y ahora en esta etapa, como lo fue en todas, debemos tener bien presente el mejor de los binomios para ganar esta batalla, la organización y la disciplina.
Estas dos últimas actitudes deben estar presentes en toda nuestra vida social y sobre todo en las colas, ese espacio al que acudimos en determinado momento. Para evitar las aglomeraciones que puedieran arriesgar la salud de todos, es válido asumir conductas responsables también ahí.
Ahora se han organizado muy bien las ventas de alimentos y productos de primera necesidad en las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD) y puntos de la corporación CIMEX mediante el control con las tarjetas de abastecimiento, para lograr que al menos todos los núcleos puedan adquirir algunas de estas ofertas.
Ese era una petición popular realizada por muchos que se ha implementado y ha tenido buenos resultados, sobre todo para el enfrentamiento a los llamados coleros que acaparaban todo para venderlo a sobreprecio.
Aunque ganamos ese reclamo también es necesario lograr, en la oportunidad que nos toque comprar, el correcto distanciamiento social, algo que en ocasiones no se ha alcanzado protagonizar con la seriedad y toda disciplina que esto lleva.
Por la confianza de que sólo vamos los núcleos de determinada bodega a veces violamos ese distanciamiento y nos ponemos hablar unos arriba de otros haciendo caso omiso a ese llamado, incluso sin las mascarillas puestas o mal colocadas. Cumplir con lo que está establecido, eso también se llama responsabilidad individual y colectiva.
En cuanto a la disciplina social en esta etapa de nueva normalidad se debe generalizar un código de vida que limite los saludos efusivos y que potencie el lavado frecuente de las manos, la desinfección, el distanciamiento físico y el uso del nasobuco, porque solo la actitud responsable y nuevos estilos de comportamiento pueden ayudar.
La responsabilidad es la palabra de orden, tanto en el plano individual, comunitario y colectivo y que ahora es necesario cambiar el modo de vida para convivir con el flagelo del nuevo coronavirus.
Para triunfar ante esta pandemia siempre va ser el llamado de primer orden asumir conductas responsables, pues la disciplina, el orden, la organización y el cumplimiento de las medidas serán recursos decisivos para nuestra victoria.