En Cuba hay una canción que dice: Cuba qué linda es Cuba./Quien la defiende la quiere más, y eso tiene que ver mucho con ustedes, porque ustedes quieren a Cuba y por eso Cuba es más linda, porque ustedes la defienden (Aplausos).
¡No saben ustedes cuánta energía nos dan con esos cantos tan bellos que hacen, con esas potentes y hermosas voces que ustedes tienen!
Estimada Presidenta del complejo Freedom Park, Hlengiwe Mgabadelli;
Estimada Directora Ejecutiva de este complejo, Jane Mufamadi;
Estimados amigos y líderes del movimiento de solidaridad con Cuba en Sudáfrica, de la Alianza Tripartita, Mapaila, Mbalula, Luvuno, todos ustedes;
Estimados compatriotas que prestan servicios como colaboradores y estimados y queridos cubanos que residen en Sudáfrica;
Queridos amigos y camaradas;
En fin, sisters and brothers:
En nombre de nuestro pueblo, les agradezco la calurosa acogida en Sudáfrica y sus sinceras expresiones de apoyo y solidaridad hacia Cuba.
Iniciamos nuestra visita hoy a esta bella nación hermana, cuando solo hace unas horas estamos en ella, rindiendo homenaje al entrañable amigo de Cuba Nelson Mandela y a los héroes cubanos caídos en la lucha por la liberación de África, y ahora nos sentimos muy emocionados compartiendo con ustedes este impresionante acto.
Siempre será un honor visitar la Patria de Nelson Mandela, de Joe Slovo, de Chris Hani, de Oliver Tambo, Walter y Albertina Sisulu, de Winnie Mandela y la enorme pléyade de héroes y heroínas que sufrieron persecución, cárcel, torturas, humillación y ofensas, pero jamás renunciaron a la lucha por la dignidad de su pueblo y para legar a las generaciones posteriores un nuevo país, libre de odios y exclusiones.
Es muy emocionante este encuentro porque tiene lugar en el emblemático Parque de la Libertad, Freedom Park, complejo monumental cargado de simbolismos, donde podemos sentir que late el espíritu libertario de todos los que lucharon por un África sin más dueño que los propios africanos y por una Sudáfrica unida e integrada, sin divisiones inhumanas, sin segregacionismos ni racismos humillantes.
Cuba no puede ser un visitante más en Freedom Park, porque este es también un lugar de tributo a los internacionalistas cubanos que pusieron sus vidas al servicio de una noble y justa causa: las batallas por la total descolonización del continente africano y por el fin del oprobioso régimen del apartheid.
A ellos y a todos los héroes de las gestas que aquí se veneran, venimos a rendirles homenaje como primer acto en tierra sudafricana. Sin el heroísmo, sin el sacrificio, sin la entrega de todos los que tienen sus nombres inscritos aquí, la historia de este país y de este continente sería definitivamente otra y el mundo no miraría a la nueva Sudáfrica con el respeto que la mira y que ganó su pueblo peleando limpiamente por los derechos que le fueron conculcados durante siglos.
Para Cuba, que lo considera un hijo, significa mucho saber que el Che es uno de los líderes internacionales honrados aquí y que el nombre de Fidel se agregó en 2017 a los 2 288 combatientes cubanos caídos en África, que figuraban desde la inauguración del Parque en 2012.
Fidel y el Che son paradigmas del internacionalismo cubano y artífices de las relaciones de nuestro país con África desde el triunfo mismo de la Revolución Cubana.
Más de una vez, en voz de Fidel, nos declaramos orgullosamente latinoafricanos. Y consecuentes con el reconocimiento de esa identidad, el Gobierno ha impulsado la promoción activa de iniciativas en favor de los pueblos de este continente y en la defensa de África en todos los escenarios posibles.
La modesta contribución cubana que aquí se reconoce, junto a los miles de compatriotas que han laborado en misiones internacionalistas en África desde 1963, ha sido y seguirá siendo sentida y voluntaria expresión del interés por saldar nuestra deuda con la humanidad, con esa parte de la humanidad de la que emergimos como pueblos devotos de la libertad y la emancipación humana.
Más de un millón de hijos africanos fueron llevados a Cuba para convertirlos en esclavos por la fuerza, quienes aportaron singularidades al genoma cubano y además contribuyeron de modo decisivo a la formación de nuestra identidad como pueblo. Su cultura ancestral, sus religiones, sus costumbres tributan fuerza, color, resistencia y creatividad al poderoso ajiaco que somos.
«Todo mezclado», decía Nicolás Guillén, poeta nacional de Cuba y amigo personal de algunos de los más prominentes líderes africanos que conoció en París o en La Habana.
Como resultado de la mezcla de los esclavos africanos, los conquistadores europeos y los emigrantes asiáticos se conforma la nacionalidad cubana, en la que reconocemos un importante aporte también del heroísmo y la consagración de quienes brillaron en los campos de batalla por la independencia cubana y contra la esclavitud en el siglo XIX. África es parte de la esencia de nuestra nacionalidad desde entonces y también a partir de las campañas internacionalistas. Sin sus aportes antes y después de las batallas compartidas, Cuba no sería lo que es hoy, los cubanos no seríamos lo que somos (Aplausos).
Cabe recordar que desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 el país apoyó activamente la lucha contra el apartheid. Cuba se opuso firmemente al gobierno racista de Sudáfrica en los foros internacionales y llegó a enfrentarlos en el campo de batalla en defensa de la independencia y soberanía de Angola.
Cuba denunció desde muy temprano el encarcelamiento de Nelson Mandela y sus camaradas, cuando los supuestos paladines de la libertad y los derechos humanos de hoy los catalogaban como terroristas.
Cuánto orgullo sentimos los cubanos al leer en la autobiografía de Madiba La larga marcha hacia la libertad, que cuando él estaba en prisión encontró inspiración en Fidel Castro, Che Guevara y la Revolución Cubana (Aplausos).
Desde 1961, incluso antes del Juicio Rivonia, comenzaron a llegar a Cuba jóvenes sudafricanos de las fuerzas
anti apartheid, para recibir capacitación profesional en Medicina y otras ciencias. Fue el primer grupo de muchos otros que en las décadas siguientes recibirían en Cuba formación profesional y entrenamiento militar.
Es también motivo de enorme satisfacción el haber contribuido de modo decisivo al fin del apartheid con la victoria en Cuito Cuanavale, en Angola, en 1988, acción que propició el cambio de la correlación de fuerzas en África Austral al lograrse –tras intensas negociaciones cuatripartitas– la anhelada independencia de Namibia y sentenciar la defunción del régimen oprobioso del apartheid (Aplausos).
Cuando se dice que las relaciones de Cuba con África son de sangre, se alude a dos dimensiones: la que proviene de los genes que dejaron los africanos y sus descendientes en Cuba y la que está en la sangre generosa que juntos derramamos para lograr que África se librara del colonialismo y del apartheid.
Queridos hermanos:
Desde el Caribe, a miles de kilómetros de distancia de este querido país, el noble y valiente pueblo cubano resiste con el infinito valor y la dignidad que nos legaron nuestros ancestros, haciendo frente a colosales desafíos.
Seguimos enfrentando el criminal bloqueo económico, comercial y financiero, recrudecido con saña en plena pandemia como muestra de la intención de lacerar el más sagrado de los derechos: el derecho a la vida. Provocar hambre y desesperación, hacer sufrir a toda la población cubana para tratar de arrancar concesiones políticas es, sencillamente, el modelo de genocidio que diseñó Estados Unidos a través de su infame Memorando Mallory, en 1960, para establecer el bloqueo (Aplausos).
Como colofón de esta política genocida, la inmoral inclusión de Cuba en la lista de supuestos patrocinadores del terrorismo ha pretendido cortar el flujo de recursos financieros al país.
El Gobierno estadounidense se ha propuesto también sabotear la cooperación internacional que Cuba brinda en la esfera de la salud, a partir de una burda campaña para desprestigiarla. La guerra mediática se ha convertido también en una poderosa arma de estos tiempos, pero en ese terreno también hemos salido a combatir y a vencer.
Cuba persiste en su afán de mostrar que es posible construir sociedades más justas, humanas y solidarias, donde la unidad resulta un elemento clave para salvar a la Revolución.
Se equivocan aquellos que esperan que las nuevas generaciones de cubanas y cubanos traicionen su pasado y renuncien a su futuro.
¡Somos la continuidad de la Revolución, no su ruptura! (Aplausos). ¡Guardaremos eterna lealtad al legado de Fidel Castro y a los valores en los que creyó, promovió y defendió el gran amigo de Cuba Nelson Mandela! (Aplausos.)
En ese batallar se han insertado de manera muy consistente los amigos de la solidaridad con Cuba. La creación de FOCUS y sus filiales en diversas provincias, el acompañamiento activo de las fuerzas de la Alianza en este movimiento y la participación de numerosas personas en acciones de apoyo a Cuba, aun fuera de estas estructuras, concita el mayor reconocimiento y agradecimiento de nuestro pueblo.
Cuba atestigua que la solidaridad no tiene precio. Se brinda sin esperar nada a cambio. Conocemos la satisfacción que provoca cuando se da y también cuando se recibe.
Sudáfrica nucleó a los movimientos de solidaridad con Cuba en África bajo la Primera Conferencia Regional en 1995, y se apresta a celebrar en octubre una nueva edición. Agradecerles es poco por lo que hacen sus organizadores, pues se trata de esa deuda infinita que solo puede pagarse con amor, con la amistad sincera que hemos logrado edificar (Aplausos).
Queridos compañeros:
Hoy es 23 de agosto, aniversario 63 de la creación de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC). Las mujeres han logrado ocupar en nuestro país un lugar más prominente en los destinos de la nación como resultado de la gestión de la FMC y de las políticas inclusivas de la Revolución.
Felicitamos a todas las cubanas en este día, en especial a las que nos acompañan esta mañana en el Freedom Park (Aplausos).
La cooperación internacional cubana, de la que son parte muchas mujeres, seguirá desarrollándose en la medida de nuestras capacidades y de la identificación de nuevas oportunidades para su desarrollo.
La respuesta de Cuba ha sido clara y se demostró cuando la pandemia de COVID-19 en este propio país: continuaremos salvando vidas y procurando la salud y el bienestar del ser humano dondequiera que se nos solicite (Aplausos).
Reconocemos a los médicos y al personal de la salud que laboran en Sudáfrica, incluso en zonas muy lejanas.
Agradecemos a las autoridades sudafricanas y en especial a su pueblo por el cuidado y acompañamiento permanente al personal cubano por más de veinte años.
Continuará la cooperación de los cientos de colaboradores cubanos que brindan hoy servicios en educación, construcción, recursos hidráulicos y otros importantes sectores, a quienes igualmente transmitimos nuestro abrazo fraterno (Aplausos).
Aun en medio de nuestras limitaciones y escaseces, Cuba continuará contribuyendo a la formación de jóvenes africanos. En Sudáfrica mantenemos el Programa Mandela-Fidel a través del cual se han graduado más de 2 000 médicos (Aplausos).
Compañeros y amigos:
Permítanme dirigirme también a los cubanos residentes en Sudáfrica presentes en este acto, quienes no se han desligado de su patria y mantienen una relación de cercanía y respeto hacia ella. A todas y todos traslado un caluroso saludo.
Como parte del proceso de actualización del modelo económico cubano y de los debates internos en el interés por tener un mejor país, contamos con una moderna Constitución a cuya concepción contribuyeron los cubanos residentes en el exterior, así como el nuevo Código de las Familias y otras leyes que seguiremos aprobando. En esos espacios se ha tenido en cuenta la participación más activa de los cubanos residentes en el exterior y por eso se ha convocado a la Conferencia Nación y Emigración que, como continuidad del Diálogo de 1978, permitirá el intercambio con las principales autoridades del país sobre temas de interés para todos.
Hermanas y hermanos; estimados amigos:
Permítanme, finalmente, regresar al significado de este lugar, que constituye un sitio sagrado, patrimonio de Sudáfrica, pero que también lo sentimos en Cuba.
En nombre de los caídos por la libertad y soberanía de África, Sudáfrica y Cuba, por la paz y la armonía entre las naciones y los seres humanos, luchemos porque la amistad se haga indestructible y que las futuras generaciones de sudafricanos y cubanos se enorgullezcan de los vínculos que les legamos.
¡Gloria eterna a todos los caídos en las luchas contra el colonialismo, el racismo y el apartheid!
¡Amandla! (Exclamaciones de: ¡Awethu!) [1]
¡Hasta la Victoria Siempre! (Exclamaciones.)
¡Viva la amistad entre Sudáfrica y Cuba! (Exclamaciones.)
Muchas gracias.
(Ovación.)
[1] Amandla significa poder en lengua Zulú y Awettu significa al pueblo. Es una consigna que usan los partidos y el pueblo sudafricano desde la época de la lucha anti apartheid. Se pronuncia Amándla y Auétu.