La Cámara de Representantes comenzará a debatir el proyecto de reforma fiscal promovido por el gobierno estadounidense como beneficioso para la clase media, pero que según expertos da las mayores ventajas a los más ricos.
El Comité de Reglas de la Cámara baja, que determina cómo se considera la legislación en la sala, aprobó anoche los parámetros de la discusión, a partir de los cuales no habrá ninguna oportunidad de modificar el proyecto de ley antes de someterlo a una votación prevista para mañana.
De acuerdo con el portal The Hill, especializado en temas del Congreso, la versión de reforma tributaria de esa instancia legislativa llegará al foro sin enmiendas, a pesar de que algunos conservadores presionaron para incluir la derogación del mandato individual del Obamacare.
Aunque la propuesta de los congresistas no contiene ese aspecto, una versión de la iniciativa dada a conocer anoche por el Comité de Finanzas del Senado sí incluyó tal provisión con vistas a derogar esa parte clave de la ley sanitaria vigente en el país.
La iniciativa, promovida por los senadores del partido rojo Rand Paul, Ted Cruz y Tom Cotton, eliminaría la multa federal a las personas que no compren seguro bajo la legislación aprobada durante la administración de Barack Obama (2009-2017).
Si bien las propuestas de ambas cámaras muestran considerables diferencias que deberán arreglarse con el fin de aprobar un único proyecto, el avance del esfuerzo entre los representantes significará un gran paso para el presidente Donald Trump, necesitado de un éxito importante en el Capitolio.
Las perspectivas de aprobar la reforma fiscal, enfocada en una gran reducción de impuestos, son muy positivas para los republicanos si se toma en cuenta que solo nueve integrantes de esa formación han dicho que podrían votar en contra de la normativa.
Ese número es mucho menor que el máximo de 22 deserciones que los líderes del partido rojo se pueden permitir en la Cámara baja para avalar la propuesta sin el apoyo de ningún demócrata, pues se espera que todos los miembros de la fuerza azul voten en contra.
Más allá de la posible luz verde en el Capitolio, el diario The Washington Post advirtió que los republicanos no han logrado convencer a los estadounidenses de que su reforma tributaria realmente favorece a la clase media.
Una encuesta del Instituto Marista de Opinión Pública arrojó que el 58 por ciento de los norteamericanos considera que las políticas de Trump se dirigen a los ricos.
Mientras tanto, un 30 por ciento las ve beneficiosas para la clase media, y solo un tres por ciento dice que las medidas del mandatario tienen la intención de ayudar a los pobres.
Análisis de instituciones como el Centro de Política Tributaria y el Centro de Presupuesto y Prioridades de Políticas coinciden en que el diseño del proyecto fiscal trae ventajas a los más acaudalados y las empresas.