Las calles de París, capital de Francia, fueron cerradas este domingo a la circulación de autos y motos, en ocasión de la cuarta Jornada sin coches, durante la cual los organismos de control del aire detectaron una reducción de hasta 35% de contaminantes.
En distintos sectores de París se confirmaron “bajadas significativas” en el dióxido de nitrógeno, que iban “del 28 al 35%” en comparación con otros domingos con una situación meteorológica similar, indicó Airparif, encargada de controlar la contaminación ambiental.
El dióxido de nitrógeno, emitido especialmente por los vehículos con motor diésel, tiene fuerte impacto sobre las vías respiratorias y es considerado responsable de 75.000 muertes anuales prematuras en toda Europa, según datos de la Agencia Europea del Medioambiente.
“El impacto positivo sobre la calidad del aire se confirma (…) con una tendencia a la disminución en toda la zona concernida”, indicó Airparif.
Además autobuses y taxis, solo estaban autorizados a circular los vehículos de emergencia, vehículos de reparaciones que concurrían a un trabajo o los de discapacitados.
Pero incluso el transporte debió circular a velocidad reducida: 30 km/h en toda la capital y solamente 20 km/h en la zona del centro.
“Es una buena idea que hay que extender y multiplicar”, dijo a la AFP Jean-Marie, de 68 años, venido del norte de Francia.
Según su hija, Caroline, que se presenta como parisina de adopción, “el coche en París arruina cualquier placer. El ruido, la contaminación, los cláxones… todo se vuelve insoportable”. “Se ven miles de coches con una sola persona a bordo, es ridículo”, considera la madre de familia, a favor de una “prohibición total de coches” para los parisinos.
El objetivo de esta jornada es “que el espacio público esté menos contaminado” y sea “más agradable y más tranquilo”, según la web del ayuntamiento de París.
La alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, es una férrea adversaria de la circulación de vehículos y ha tomado diferentes medidas –extensión de zonas peatonales permanentes, incrementos de tarifas de estacionamiento, multiplicación de vías exclusivas para ciclistas, restricciones a la circulación de vehículos contaminantes– para luchar contra el tránsito y la contaminación ambiental.
Según el ayuntamiento, el tráfico automovilístico dentro de París registró una caída “récord” del 6% entre 2017 y 2018. La contaminación del aire se redujo “en proporciones comparables”.
La alcaldía anunció el viernes que los cuatros distritos, que conforman la zona central y más antigua de la ciudad, se cerrarán a la circulación automovilística un domingo al mes a partir del 7 de octubre.
“Ante la urgencia climática y el impacto de la contaminación en la salud”, los alcaldes de París y Bruselas, Hidalgo y Philippe Close, propusieron además el sábado la instauración anual de un día europeo sin coches.
(Con información de AFP)