El amor no entiende de coronavirus, pero el coronavirus tampoco entiende de amor

Foto tomada de Internet
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¡Y llegó el 14 de febrero! Cuántos planes rotos por culpa de ese virus que no nos acaba de dejar en paz. Cuántas salidas postergadas. Cuántos encuentros que se alejan. Cuántos abrazos por dar. Pero el amor, el amor está ahí, el amor está en todas partes, en todo momento. No entiende de virus, ni de distancias, ni de citas sin fecha, el amor simplemente está.

Como para que a nadie se le ocurra pensar que se puede vivir sin él, dedicamos un día del año  a lucirlo, a expresarlo, a conversarlo, a revivirlo.

Claro que dar amor es un mandamiento inviolable, si aprecias la vida. Por lo que cualquier día, cualquier tiempo es bueno para sacarlo a relucir, y ahora en este que nos ha tocado vivir, se hace imprescindible tomarlo fuerte de la mano y no soltarlo nunca.

Son tantas las expresiones del amor, que no cabe en veinticuatro horas toda su grandeza. Basta pensar en quienes a riesgo de contagiarse se mantienen ahí, al lado de cada paciente, acompañándolo en su enfermedad. En quienes acudieron con el brazo extendido a dar parte de sí para salvar vidas ante el accidente fatal. Los muchos que comparten su alimento con los más necesitados. Los que extienden una mano al amigo ante su situación compleja. Todo es amor.

Y hoy, Día del amor y la amistad, muchos desearían pasear tomados de la mano por el malecón, compartir una cena romántica en ese restaurant que tanto les gusta, o simplemente ser cómplices de esos amigos que formalizan su relación ante Dios y los hombres con un “hasta que la muerte nos separe”, pero hoy, 806 personas en Cuba recibieron la noticia de que son positivos a la COVID-19, hoy cinco familias lloran a un ser querido víctima del fatal virus, hoy 70 cubanos se baten entre la vida y la muerte en las terapias intensivas a causa del coronavirus, entonces hoy se puede postergar ese paseo, esa salida, esa celebración, y desde casa sentir el amor más lindo que existe, el amor verdadero, el que no debes postergar nunca.

Amar es también cuidarnos para cuidar a los demás, es saber que tus viejos están seguros en casa porque tú, que sales a buscar el alimento, y a trabajar, tomas todas las precauciones, amar es  ser cautelosos para no exponer a nuestros hijos, nietos, sobrinos, a nuestro niños. Amar es no poner en riesgo a tu pareja. Amar es amarnos porque nadie da lo que no tiene.

“El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue”. Vivamos en ese amor.

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