El modelo económico cubano seguirá perfeccionándose, pero como ha sido reiterado por la dirección de la Revolución, las fórmulas neoliberales nunca serán una opción para el país.
Miguel Díaz-Canel, Presidente de la República de Cuba, aseguró el 8 de mayo de 2018 en la inauguración del XXXVII período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en La Habana, que en Cuba «nunca aplicaremos las conocidas terapias de choque que sólo afectan a los más necesitados».
Descartó así la aplicación de medidas económicas drásticas, de corte neoliberal, como el recorte de gastos sociales y subsidios estatales y la privatización a gran escala de empresas y servicios públicos, tan de moda en muchas naciones capitalistas, más aún cuando la COVID-19 ha agudizado la crisis a nivel mundial y el aumento de la pobreza y del desempleo parecen no tener fin.
En realidad no era la primera vez que Díaz-Canel se refería al tema, máxime cuando en diversas ocasiones el Comandante en Jefe Fidel Castro y el General de Ejército Raúl Castro habían acuñado ese principio humanista de la Revolución.
Ahora, camino al ordenamiento monetario, con vistas al cual, como ha dicho el propio Jefe de Estado, hay que separarse de las bolas y las noticias falsas, se requiere tener claridad de cómo Cuba, en el empeño de recuperar su economía y desarrollarse, está bien distante de recurrir a medidas que puedan tener una repercusión social negativa.
El arreciamiento del bloqueo norteamericano y de las campañas anticubanas, incluso en medio del combate a la COVID-19, ha impactado en la incertidumbre en el suministro de combustibles, en la contracción de los servicios, en el desabastecimiento en las redes de comercio, en la inflación reprimida que se evidencia en las colas, en las insuficiencias productivas y en el crecimiento en las afectaciones a los trabajadores a causa de la pandemia, tal cual ha subrayado la dirección del país.
A pesar de tan dura realidad, se ha reiterado que con la implementación de la tarea Ordenamiento no se amenazan las conquistas sociales de la Revolución, refrendadas en la Constitución, como la educación, la salud y la seguridad social.
Ante la justa preocupación de no pocos ciudadanos de que la supresión parcial de los subsidios indebidos, la eliminación paulatina de la libreta de abastecimiento y el aumento de los precios de bienes y servicios puedan afectar a muchos compatriotas y familias, se ha insistido en que si alguien queda en una situación de vulnerabilidad, la manera en que se le va a ayudar está prevista.
Pero es que a su vez el esperado proceso, tal cual ya conoce el pueblo, lleva aparejado una reforma salarial y de las pensiones y los precios, que tendrá en cuenta la protección a los jubilados y pensionados, a madres solteras y a otros sectores vulnerables bajo el principio de subsidiar personas y no productos. «Subsidiar a una familia de bajos ingresos es parte de la humanidad de nuestro modelo socialista.
Y todas las gratuidades no son malas: la salud, la educación y todas las conquistas de la Revolución. El problema es cuando esto tiene un carácter masivo que no estimula la productividad del trabajo”, puntualizó Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, en la mesa redonda del 13 de octubre.
Pero de inmediato aclaró que no será posible eliminar los subsidios y gratuidades, o reducirlos gradualmente, si no hay una transformación de los ingresos, entendido este término como salario, pensiones, jubilaciones y la asistencia social.
Otra expresión del carácter humanista presente en el referido proceso, insertado en la Estrategia Económico-Social, es que para llevar a cabo la reforma salarial se tuvo en cuenta la llamada canasta básica de bienes y servicios de referencia, un mecanismo que agrupó no solo los productos entregados a través de la libreta de abastecimiento, sino también un amplio grupo de bienes y servicios como el transporte, la recreación y otros.
En tal sentido, el cálculo del valor de esa canasta es el punto de referencia para formar los precios en el mercado minorista y establecer el nuevo salario mínimo.
Respecto a la libreta de abastecimiento el Presidente cubano ha dicho que en una primera etapa se mantendrá como mecanismo que asegura el acceso de los ciudadanos a artículos básicos en condiciones de déficit de oferta, y protege contra el acaparamiento y la especulación.
«Después, cuando nuestros mercados tengan otra situación y avancen un grupo de relaciones económicas y financieras, tendremos que ir evolucionando para suprimirla», aclaró en reciente Mesa Redonda Informativa.
En relación con la unificación cambiaria y monetaria, proceso que durará al menos seis meses, aseguró que el Estado garantizará en los bancos los depósitos de la población y de las personas jurídicas nacionales y extranjeras, así como todo el efectivo, esté en CUC, CUP o en MLC.
«Ese es un principio iniciado por el Comandante en Jefe, ratificado por Raúl y debidamente respetado en la tarea de Ordenamiento. Nadie tiene que tener preocupación con sus cuentas, incluyendo nuestros colaboradores», dijo Díaz-Canel el 8 de octubre y así lo acaba de reiterar en Santiago de Cuba, en las conclusiones de la tercera visita gubernamental a esa oriental provincia.
Otro impacto previsto dentro del reordenamiento monetario y cambiario será el de la devaluación del peso cubano, fenómeno que al ocurrir en otros países con su moneda nacional muchas empresas no lo soportan y van a la quiebra, y eso significa desempleo.
“La solución para nosotros con la Tarea Ordenamiento, aun cuando un grupo de empresas tiene serios problemas de eficiencia, no es tirar a las calles a 250 mil o 300 mil personas. El desempleo para nosotros no es una opción”, recalcó Marino Murillo hace unos días.
Según el alto funcionario los estudios realizados arrojan que un grupo de entidades pudieran tener pérdidas en el primer año, pero se diseñan soluciones como destinar recursos financieros para “calzarlas monetariamente” durante ese período, pues de no apoyar sus pérdidas habría que cerrarlas y ello generaría desempleo.
Ante el anunciado aumento de los precios, que estará acompañado de la reforma salarial, aclaró que el problema está en lograr que el crecimiento de aquellos no sea mayor al diseño de la subida de los salarios, porque sería una inflación por encima de lo diseñado. Independientemente de las señales del mercado, las propias características de la economía permiten crear condiciones para que esto no ocurra, aseguró el jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos.
Según los teóricos del capitalismo, en economía la terapia de choque se refiere a la liberación repentina de los precios y controles de divisas, la retirada de los subsidios estatales, y la apertura comercial inmediata dentro de un país, por lo general también incluida la privatización a gran escala de los activos anteriormente de propiedad pública.
Aun cuando los enemigos internos y externos hacen todo lo posible por sembrar dudas e incertidumbres en la población, por provocar en Cuba un estallido social, algo tan recurrente en los países capitalistas cuando sus gobiernos adoptan medidas neoliberales con sus terapias de choque, aquí no habrá cabida para tales «recetas» pues en la tarea Ordenamiento también subyace el carácter humanista de la Revolución.