El Movimiento al Socialismo (MAS), partido que lidera las encuestas, lamentó que el Tribunal Supremo Electoral suspendiera el conteo rápido de votos.
Millones de bolivianos acudieron hoy a las urnas para elegir a su próximo presidente en unos comicios en los que no se reportaron incidentes graves y con los que el país espera retomar el sistema democrático que fue interrumpido después del golpe de Estado que el Gobierno de Evo Morales sufrió el año pasado.
El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, calificó la jornada como «satisfactoria», ya que solo se reportaron episodios menores como retrasos en la apertura de algunas casillas o largas filas y tiempo de espera para sufragar.
«Quiero destacar el ambiente de tranquilidad y serenidad que ha permeado en todo el país; estamos por concluir con la satisfacción de que los ciudadanos han acudido de manera masiva a votar en calma, con tranquilidad y con paciencia; exhortamos a que esta actitud y comportamiento se mantenga en la fase siguiente que es el conteo de votos», afirmó en conferencia de prensa.
A lo largo del día, los candidatos presidenciales, la presidenta de facto Jeanine Áñez y el expresidente Morales coincidieron en hacer un llamado a acudir a las urnas y a llevar a cabo un proceso pacífico.
Las casillas, a las que estaban convocados 7,3 millones de bolivianos, comenzaron a cerrar a las 17:00 de Bolivia, la hora estipulada por las autoridades electorales que, a último momento, decidieron cancelar el conteo rápido de votos que tenían previsto, lo que postergará por un lapso indefinido los resultados oficiales.
Horas antes de que comenzara la votación, el presidente del TSE advirtió que las pruebas del nuevo sistema de Difusión de Resultados Preliminares (Direpre) no permitían tener certeza sobre los datos, así que era mejor no llevarlo a cabo.
«Los resultados de las pruebas no nos permiten tener la seguridad de la difusión de los datos que prestan servidumbre al país», aseguró en una decisión que contó con el aval de los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea, Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal de Bolivia.
Los candidatos
El candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce Catacora, quien encabeza las encuestas, criticó la inesperada decisión que tomó el TSE justo en vísperas de las elecciones.
«El Tribunal ha tenido el suficiente tiempo para llevar a cabo las pruebas; recordarán que nosotros observamos cómo este sistema se estaba llevando a cabo y les hicimos notar que era un retroceso en temas de transparencia; ellos argumentan un tema técnico, pero nos extraña porque nos da a entender que no se ha hecho el trabajo con seriedad y responsabilidad», señaló esta mañana al emitir su voto
El abanderado del MAS advirtió, sin embargo, que el partido cuenta con un sistema de cómputo propio y se comprometió a respetar los resultados al recordar que este partido jamás tomó el poder con las armas, sino por la vía democrática.
Carlos Mesa, el candidato de Comunidad Ciudadana que a lo largo de la campaña se ubicó como el principal rival de Arce Catacora, también lamentó al decisión del TSE, aunque confió en que lo hacía para garantizar la credibilidad del resultado.
«No es lo ideal, pero lo comprendemos perfectamente, vamos a ser pacientes y pedimos a la población que lo sea, creo que eso elimina susceptibilidades«, señaló después de votar, y al recordar que el conflicto electoral del año pasado estalló precisamente por las irregularidades que hubo durante el conteo de votos de los comicios del 20 de octubre que finalmente fueron invalidados, lo que a la larga provocó el fin anticipado del Gobierno de Morales.
Al acudir a su casilla electoral, Luis Fernando Camacho, el candidato de la ultraderechista alianza Creemos, quien fue uno de los principales impulsores del golpe al expresidente, se limitó a señalar que tenía mucha «esperanza y confianza en Dios» y en que la ciudadanía sería la principal custodia del voto.
Por la democracia
«Hoy les pido a todos, más allá de cualquier diferencia política, votar de modo pacífico y pensando en Bolivia y en la democracia», escribió temprano la presidenta de facto en sus redes sociales.
Más tarde, al emitir su voto, convocó a los bolivianos a acudir a las urnas de manera pacífica. «Queremos una fiesta democrática que creo que nos lo merecemos después de tantos meses de zozobra; nuestra obligación es demostrar que queremos mejores días para Bolivia y consolidar nuestra democracia», dijo Áñez, quien gobierna el país desde el 12 de noviembre del año pasado, cuando se autoproclamó como presidenta dos días después del derrocamiento de Morales.
El papel de Áñez ha sido ampliamente cuestionado, ya que al asumir prometió que no se postularía a la presidencia y finalmente sí lo hizo, aunque el mes pasado tuvo que desistir de su candidatura debido a la escasa intención de voto que le anticipaban las encuestas.
Además, aunque este domingo se pronunció en defensa de la democracia, su campaña se ha centrado en evitar y entorpecer a toda costa un nuevo triunfo del MAS.
En Buenos Aires, en donde se encuentra exiliado, el expresidente Morales hizo un llamado a votar en paz y a no caer en ninguna provocación. «La gran lección que nunca debemos olvidar es que la violencia solo genera violencia y que con ella perdemos todos», dijo.
Morales agregó que las elecciones deben ser siempre una fiesta democrática. «Nuestra diversidad es la riqueza de nuestra identidad y es la fuente de nuestra unidad. Es muy importante que todas y todos esperemos con tranquilidad que todos y cada uno de los votos sean contados», señaló en un mensaje en el que, además, convocó a las Fuerzas Armadas y a la Policía Boliviana a cumplir «con fidelidad su importantísimo rol institucional y constitucional».