Aun cuando la provincia de Holguín es una de las mayores de Cuba, y aquí se asientan, además de una población que sobrepasa el millón de habitantes, una sólida base económica, que incluye la industria cubana del níquel, centrales azucareros, grandes fábricas sideromecánicas, y un polo turístico de alto prestigio, lo cierto es que el Trasvase Este-Oeste sigue siendo pilar en la generación de hechos noticiosos. No es casual que se le denomine la obra hidráulica del siglo en Cuba.
Como para subrayarlo, están las constantes visitas, y recorridos de trabajo en el terreno, de representantes de la máxima dirección del Estado Cubano, que lleva “a punta de lápiz” esta mega obra y lo que ella genera.
Se trata de una inversión con capítulos consecutivos, moviéndose con la brújula bien definida de buscar las reservas de agua, y llevarla a los sitios que la necesitan.
Y el más reciente capitulo acaba de ocurrir este fin de semana.
El Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, Viceprimer Ministro y Miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, acompañado de varios ministros, especialistas, científicos, y las máximas autoridades de la provincia, dedicó una intensa jornada a “tocar con sus manos”, los sitios claves de este momento, concentrados, principalmente, en las obras ingenieras relacionadas con la construcción de la presa del Río Levisa, en Mayarí, próximo gran objetivo, pero obras lamentablemente detenidas ahora, por la falta de un grupo de recursos imprescindibles, asunto difícil para las situaciones actuales que enfrenta la economía cubana, subrayada por la felonía creciente del bloqueo norteamericano.
Pero, allí mismo comenzaron a despejarse los problemas, con respuestas concretas que resumía, en especial conversación con los periodistas, la también vice primera ministra Inés María Chapman, integrante de la comitiva visitante.
“Se pondrán en acción todas las alternativas posibles, se incorporarán fuerzas y recursos que ahora puedan estar disponibles en otros sitios, se harán otros esfuerzos adicionales, y el aporte de la ciencia y los científicos será decisivo, pero se reanudarán las obras antes de cerrar noviembre”.
Pasaba el mediodía ya cuando el grupo de trabajo, integrado también por el Ministro de la agricultura, Gustavo Rodríguez, el de la construcción, René Mesa, el Presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Antonio Rodríguez, y el Secretario General de la Central de Trabajadores de Cuba, Ulises Guilarte, llegaba a las tierras de la Cooperativa “Revolución de Octubre” en Juan Vicente cinco, donde está a la vista el resultado del trabajo eficiente y unido.
Sembrados de arroz, con rendimientos que superan ampliamente la media nacional en Cuba, igual otros cultivos varios, en tierras que hasta hace pocos años eran cañaverales, ahora beneficiados por la constancia del agua que llega desde la presa Mayarí por canales y sistemas.
Las perspectivas, seguras y firmes, son las de seguir creciendo, y así, refrendaba el compromiso hecho por el locuaz presidente de la cooperativa, Miguel Pousada, en franca y transparente conversación, al pie de las plantaciones, con los visitantes.
Poco después, y aun el inoportuno y constante acompañamiento de esporádicas lloviznas, reconfortaba a todos comprobar otra muestra de lo que pueden el agua, y el sudor vertido con tenacidad y constancia, al recorrer las cercanas plantaciones cañeras de “Centeno” favorecidas por uno de los novedosos sistemas de riego instalados en la región.
Ciento veinticinco toneladas de caña por hectárea cosechada no es cualquier registro.
Para finalizar la jornada faltaba el aleccionador y estimulante encuentro con los directivos, especialistas, y constructores de cada obra incluida en las etapas que avanzan del trasvase por otros horizontes de la geografía norte oriental, beneficiando plantaciones de caña, arroz, tabaco, y varios renglones de cultivos varios.
A la claridad expositiva del ingeniero Roberto Pupo Verdecia, Director general de la DIP Trasvases, se unía, de manera muy especial la presencia del prestigioso Doctor en Ciencias José Fernando Martirena Hernández, director del Centro Integral para el Desarrollo de Estructuras y Maquinarias, de Villa Clara, institución que ahora se une para colaborar, “desde el terreno”, con estas obras de absoluta prioridad presente para Cuba.
Por las tierras históricas y legendarias de Mayarí, habían transcurrido varias horas de una jornada agotadora, con lluvia, fango, caminos difíciles, y largos trayectos, pero para todos, y humildemente nos incluimos, fue una jornada de lecciones, de constatar lealtad, y convicciones.
Entre los nuevos túneles que se abren, sobre el ronroneo de las maquinas, entre los verdes sembrados de alimentos, y en la mirada firme de tantos nobles protagonistas, se percibe, una vez más, una frase cubana, muy cubana, alejada de superficialidad porque sale de corazones agradecidos: “Sí podemos”.