En la pelea hasta que se termine

Cuando comenzó la lucha cubana contra el nuevo coronavirus Manzanillo dispuso sus fuerzas, y a Guille le tocó estar entre los primeros; no de los que de blanco sanan, sino entre los anónimos que acoplan su energía a un esfuerzo colectivo para vencer.

Sorprendido en uno de los escasos instantes del día en que se aleja del timón, y casi sin tiempo para conversar, «porque otros pacientes esperan», este joven de 37 años habla con placer de su compromiso de «estar en la pelea hasta que se termine».

Las ruedas del semiómnibus 309 tienen las huellas de los kilómetros que Guillermo Fernández Guillén recorre a diario, «como mínimo 100 y hasta 150, porque esta batalla es constante y sonante, comienzo siempre poco antes de las siete de la mañana y cuando más temprano termino es a las 10 de la noche, pues he sabido llegar a la casa incluso a las 2 de la mañana».

El semiómnibus 309 que Guillermo maneja ya es identificado por los manzanilleros como "el carro COVID-19"
El semiómnibus 309 que Guillermo maneja ya es identificado por los manzanilleros como «el carro COVID-19» // Foto Denia Fleitas Rosales

«El carro COVID» para los manzanilleros es el suyo, pregunto, y en una mezcla de risa y orgullo asiente: «ya quienes lo ven lo identifican, pues desde marzo del año anterior es el mío el designado por la dirección de Transporte para el traslado de los contactos directos de casos positivos y las altas médicas».

Con una extensa lista de pacientes transportados, recibe a diario «las indicaciones del puesto de mando de la dirección municipal de Salud; luego me dirijo al SIUM, donde me dan la vestimenta, y de ahí hacia las direcciones de recogida y para el centro de aislamiento o destino que corresponda».

Aunque dicen que el miedo no es cosa de hombres, él da fe que sí, «lógico por lo que esta enfermedad representa, pero tomando las medidas desaparece, porque uno trata de hacer el trabajo como debe de ser para no correr riesgos».

Guille, como le dicen, hace honores a su juventud en virtud de la Revolución
Guille, como le dicen, hace honores a su juventud en virtud de la Revolución // Foto Denia Fleitas Rosales

«A todos insisto sobre los cuidados, velando donde tocan, exigiendo que se higienicen antes de subir al carro, porque aquí se trabaja en conjunto, yo soy el chofer pero conmigo trabaja un médico o epidemiólogo, y tenemos que cuidarnos unos a otros».

No basta con la desinfección, previa y luego de cada viaje, allí en el área dispuesta en el Hospital Clínico Quirúrgico Celia Sánchez Manduley, él también toma sus precauciones, porque «no se puede confiar de absolutamente nada, y para protegerme a mí y a mi familia siempre cumplo estrictamente el protocolo».

«Muchos ponen objeción cuando deben subir, porque temen al saber que se transporta muchas personas aquí, pero siempre les explico que antes de montar cada grupo el carro se higieniza para evitar ser una fuente contaminante, converso con ellos y les aclaro para que se monten tranquilos, porque ya la gente ve el carro y dice así mismo: el carro de la COVID-19».

La protección es vital para superar el miedo y evitar el contagio asegura Guillermo Fernández
La protección es vital para superar el miedo y evitar el contagio asegura Guillermo Fernández // Foto Cortesía del entrevistado

«Precisamente por eso mi familia confía, porque saben mi responsabilidad ante cada compromiso, y si pueden sentir temor pero cuando llego a casa, por ejemplo, la ropa que me quito va directo a una cubeta de agua caliente hasta el otro día, porque debo cuidar a mi mamá que la lava y no exponer a mi familia».

Con 10 años de labor como chofer, y tres de ellos en la Base de Ómnibus de la Unidad Empresarial de Transporte Manzanillo, Guille expresa el «orgullo de enfrentar la situación que se está viviendo a nivel mundial y específicamente en nuestro municipio; es un orgullo aportar un granito de arena así, transportando los pacientes».

Y apresurado por el tiempo transcurrido en el reloj, que en este caso cuenta para poner fin a cualquier posibilidad de transmisión, repite con firmeza que «esto es hasta que se termine, porque me he trazado esa meta, ejercer mi trabajo con disciplina y entrega frente a la COVID-19, para ayudar a mi Revolución».

Antes de comenzar cada misión Guillermo guarda una instantánea
Antes de comenzar cada misión Guillermo guarda una instantánea // Foto Cortesía del entrevistado
Desde el comienzo de la pandemia hace un año este chofer es uno de los héroes anónimos de Manzanillo
Desde el comienzo de la pandemia hace un año este chofer es uno de los héroes anónimos de Manzanillo // Foto Cortesía del entrevistado