Manzanillo. Marzo 23.- Los ocho residentes en el Hogar de niños sin amparo familiar de esta urbe costera fueron beneficiados este viernes por la solidaridad de quienes reconocen que «ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad», como afirmó el Apóstol de la independencia cubana.
El donativo auspiciado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que consiste en módulos de aseo: colonia, shampoo y acondicionador, y mochilas, ropa interior, cintos, pullover, medias, se entregó a los estudiantes, en compañía de su madre y directora de la institución, Vania Salgado Campo.
El obsequio incluyó además materiales escolares como lápices de colores, y forma parte de las constantes acciones de quienes reconocen del cariño que precisan estos bisoños y del quehacer para mejorar su calidad de vida.
La docente Eyisel Reyes Rodríguez, directora de la enseñanza especial en el territorio, de cuyas manos se recibió el presente, destacó que «estas contribuciones repercuten en el orden material, porque les provee de recursos indispensables para la vida cotidiana, pero especialmente son considerados estímulos para estos pequeños que, aunque carentes del afecto de la familia sanguínea, encuentran en este centro y en los corazones solidarios el calor de la ternura».
El hogar de menores sin amparo familiar de Manzanillo es habitado por seis niñas y dos jóvenes, pertenecientes a las diferentes enseñanzas, uno incluido en la Educación especial, tres de la primaria, un estudiante en la Escuela Pedagógica Celia Sánchez Manduley y otro en el Centro Especializado en Servicios Educacionales Camilo Cienfuegos; los otros dos residentes ya arribaron a la edad de 18 años procedentes de estas dos últimas instituciones educativas mencionadas.
El gesto de la UNICEF en la Mayor de las Antillas para estos niños y niñas manzanilleros ratifica la voluntad de esta organización de defender con convicción y promover los derechos del niño, como base del desarrollo humano.