Lima.- POR LA mañana, en las dos primeras pruebas, tenía flojera en las piernas y un desánimo colosal. Por la tarde se acordó de la casta y devoró el velódromo de Videna hasta subir al podio panamericano del omnium.
Es Arlenis Sierra, de Cuba, una mujer sin límites con la cual debe contarse en una competencia hasta la última vuelta, hasta el último sprint.
Nunca antes había corrido el omnium, al menos nunca en un certamen de la alcurnia de los XVIII Juegos Panamericanos. Lo asumió con valentía, con decisión, con prestancia, pero sufrió lo indecible y ahora mismo no sabe si repetirá la experiencia.
Terminó oncena en el scratch (20 ptos.), quinta en tempo (32) y eliminación (32), y segunda en la carrera por puntos (56) para totalizar 140 unidades, solo superada por la estadounidense Jennifer Valiente (198) y la mexicana Lizbeth Salazar (162).
Quienes siguieron de cerca su actuación notaron la metamorfosis de la noche. Fue como si el brillo de la fastuosa instalación limeña se le impregnara en la mente y las piernas…
«Las primeras dos carreras fueron algo duro para mí. Me sentí un poco de las piernas, no sé si era “pendejismo” o qué… Sin embargo, agradezco a Dios por darme la fuerza necesaria para las últimas pruebas», comentó a JIT en exclusiva poco después de festejar el resultado con su equipo técnico.
«Traté de dar lo mejor, pero es la primera vez que corro este evento tan fuerte. Con un poco más de preparación quizás pase menos de sufrimiento», agregó aún jadeante por las 80 vueltas al óvalo recién concluidas.
«No sé si habrá una próxima vez en el omnium, porque le he tomado un poco de rechazo a la pista. Por suerte, todo salió mejor de lo pensado», expresó la manzanillera.
«Estaba un poco desanimada al principio, pero ahora salgo más contenta con este resultado», añadió con los primeros atisbos de una sonrisa en el rostro aún cubierto con el casco protector.
Instada a evaluar el mal resultado en el scratch, la integrante del club profesional Astana indicó: «me faltó un poco más de multiplicación, estaba sin ánimo, sin fuerzas, no sé. Eso me hizo ir hacia atrás en el evento».
Y sobre la “resurrección” reiteró: «Gracias a la eliminación y la carrera por puntos pude alcanzar esta medalla. La verdad es que no pensaba poder pasar como del octavo al tercer lugar».
Al preguntarle por la ruta como su gran objetivo acá, la reina de esa especialidad en Guadalajara 2011 reflexionó: «Siempre que corro me gusta dar lo mejor y buscar un resultado. No porque sea una prueba que no hago habitualmente me voy a contentar con cualquier cosa. Cuando no se tienen buenos resultados se baja el ánimo y no quisiera eso porque todavía me quedan la contrarreloj y la ruta».
A continuación, Arlenis agradeció a su pareja Leandro Marcos, a su entrenador y a la compañera del tour mundial Jeidy Pradera. También a la familia, pues «seguramente estaba viéndome por televisión y pensaba como yo que esto acabaría mal… (risas)».
Sus últimas palabras fueron de algún modo emotivas: «No gané, y eso es lo que quiere todo el mundo, pero estoy contenta con el tercer lugar.
»No satisfecha, porque hubiera deseado una mejor posición al principio o al menos no haber vivido ese mal momento. Ya no se puede echar hacia atrás, veremos en los eventos que me restan», concluyó.
Su bronce de hoy fue el tercero de una cubana en estas lides, pues en 2011 y 2015 Marlies Mejías hizo los méritos con etiqueta de especialista.
“La Sierra de Cuba” era hoy una invitada de palo, pero es Arlenis, no os asombréis de nada si va en bicicleta.