Escomel y el arte de construir desde una pequeña empresa (+Video)

La pequeña empresa ESCOMEL, del manzanillero Dainier León Batista, confecciona variedades de ladrillos para tributar al programa de la vivienda // Foto: Denia Fleitas Rosales
La pequeña empresa ESCOMEL, del manzanillero Dainier León Batista, confecciona variedades de ladrillos para tributar al programa de la vivienda // Foto: Denia Fleitas Rosales

“Este mundo es de artistas también, se piensa que una Mipyme es algo que se crea y es fácil de echarla a andar; pero hay que ingeniárselas y aplicar bastantes conocimientos y creatividad para lograr muchas cosas”.

“Es casi un trabajo artístico, en este caso crear un ladrillo que no es convencional, con estas características y su biselado, es como una obra de un escultor. Se mezclan el arte, el ingenio y la utilidad”.

Así conjuga el joven pintor Dainier León Batista el nuevo empeño que le ocupa desde diciembre de 2021, cuando cambió definitivamente la magia de los colores, el lienzo y el pincel, por la emprendedora idea de la Empresa de Soldadura, Construcción y Montaje León (ESCOMEL), una pequeña sociedad de la que es accionista unitario y con la que se inscribe entre las de mayor impacto social de los nuevos actores económicos aprobados en el municipio de Manzanillo.

“Aportar la novedad de un material de la construcción, que repercuta en forma directa en el cumplimiento del programa de la vivienda en el territorio”, es el principal valor de esta empresa.

“Necesité un año para poderme insertar y crear condiciones que me permitieron comenzar las producciones hace dos meses, en los que ya hemos elaborado más de 60 mil ladrillos”.

Entre las ventajas del ladrillo es su característica de superficie que puede prescindir del repello o fino, y el consiguiente ahorro de materiales, a decisión del constructor de la obra // Foto: Denia Fleitas Rosales

Como proyecto alternativo, cual paso previo que crearía el capital para importar luego las materias primas indispensables para las faenas de soldadura y herrería: los ladrillos ferrocemento, ecológico de hueco, liso y de canaleta para ensamblar módulos de viviendas, que hoy fabrica ESCOMEL,  afianzan el beneficio de esta apuesta de la economía nacional que imbrica al sector privado en la solución de temas puntuales de la vida del cubano y su protagónico aporte al desarrollo de la sociedad.

Arcilla, cemento y agua, las máquinas prensadoras diseñadas por uno de los hermanos León Batista, y el poder del sol, fraguan la idea objetivada en los dos mil ladrillos que afirma Dainier pueden confeccionar diariamente, y que “al ascender a 48 mil mensuales, significarían nueve módulos de viviendas de tres habitaciones, para cubierta ligera”.

Los servicios contratados por el gobierno municipal, la dirección de la vivienda, y la empresa de materiales de la construcción, que les administran los recursos que luego ellos convierten en estas primas esenciales para edificar, son a corto y mediano plazo la respuesta cubana que necesita Manzanillo para resolver la situación del fondo habitacional que es una de las prioridades del Estado.

La producción de tres mil ladrillos diarios implican el uso de más de cinco toneladas de cemento al día. // Foto: Denia Fleitas Rosales
Cada vivienda de tres habitaciones y cubierta ligera requiere de unos 6 mil 500 ladrillos // Foto: Cortesía del entrevistado

“Junto a la contratación del ladrillo llevamos también la de levantar 12 viviendas en Manzanillo, en pasos iniciales,  y 14 en el municipio vecino de Yara. Además de extendernos por la geografía nacional con el arrendamiento de las prensas por entidades de las provincias de Camagüey, Las Tunas, La Habana y en la capital granmense”.

Por su impacto, múltiples son los intercambios y seguimientos desde las directrices nacionales en el ámbito de la construcción, y recientemente debido a las afectaciones de las intensas lluvias en esta oriental provincia, afirma, recibió un encargo de 72 mil de estos ladrillos mensuales para la reparación y construcción de las casas dañadas, para lo que duplicará los turnos de trabajo.

La certificación de la calidad y resistencia de sus obtenciones está garantizada, afirma, porque el jefe de brigada se ocupa del cumplimiento de las normas técnicas y pasos tecnológicos, y “tras cada proceso de curado se toman muestras que en el laboratorio del Ministerio de la Construcción (Pailería) se constata su dureza y calidad, que sobrepasa los cuatro mega pascales de resistencia, o sea, que soporta las cargas a las que se someterá al cimentar las viviendas”.

El proceso de curado al sol repercute en la dureza del ladrillo // Foto: Cortesía del entrevistado

Jóvenes son igualmente los operarios de las prensas, encargados de hacer las mezclas de las materias primas básicas y condensar la amalgama. “Artístico ha sido igualmente el quehacer con esta generación, para crearles la cultura del trabajo, de llegar temprano y cumplir con cada requerimiento en las ocho horas diarias”.

Henry Sarmiento Reyes, con 22 años, a cargo de la prensa tres, ya domina las dosificaciones y el manejo de su máquina. “Primeramente hacíamos la mezcla juntos, con el asesoramiento, y ya cada cual lo hace solo, cumpliendo celosamente la dosificación de las 10 toneladas de arcilla por cada una de cemento, y cada uno tiene su equipo”.

“Yo hago 400 ladrillos diarios, aunque ciertamente hay días en que uno baja el ritmo, pero por lo general llego a esa meta y recibo un pago de dos pesos por ladrillo, así que al mes tengo un buen salario”.

En la prensa tres Henry produce diariamente 400 unidades // Foto: Denia Fleitas Rosales

Tan importantes quienes sustentan el peso productivo en la nave arrendada en áreas aledañas a la circunvalante Camilo Cienfuegos, como aquellos que realizan tareas contables, jurídicas, en la novel pequeña empresa, pues aseguran la transparencia y legalidad de contratos, cuentas por pagar y cobrar, y las gestiones de toda índole que aseguran la marcha.

Ser parte de la solución ha sido una práctica de este joven emprendedor del que trascendió una importante donación al Hospital clínico quirúrgico Celia Sánchez durante el impacto de la COVID-19, la recuperación de una centrífuga en desuso por varios años en la propia institución sanitaria; y otras importantes obras de valor social como la reparación de parques infantiles.

Para Dainier León conocimientos y creatividad son esenciales para la materialización de las metas // Foto: Denia Fleitas Rosales

“Ser pintor profesional, venir de una formación académica que te enseña a ser creativo, buscar estrategias, aportar algo a quienes te rodean”, fue incentivo para transformarse primeramente en trabajador por cuenta propia y devenir en empresario, con el consecuente provecho del poderoso caudal informativo de internet.

“Haber materializado el proyecto tiene un valor grandísimo. Es el sacrificio mío, el empeño de muchas personas que me han ayudado, y especialmente es la oportunidad de ayudar a mi localidad, que tanta falta nos hace”, significa León Batista con la mirada enfocada en nuevas maneras para incrementar el ritmo de producción, la calidad de sus obtenciones, y la inserción en el mercado de divisas.

ESCOMEL, en el talento y bríos de Dainier León, señala las rutas de este camino en el que se imbrican actores privados y estatales con un fin común, el beneficio del pueblo.

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