Escuela angolana en Cazinga: símbolo de la solidaridad entre Cuba y Angola

Fotos: Estudios Revolución

Luanda, Angola.- La escuela Cuba-Angola situada en uno de los siete municipios de la provincia de Luanda es fruto de la obra común entre los dos países para beneficio de cientos de estudiantes y jóvenes.

Está situada en una localidad humilde, donde habitan más de un millón 300 mil personas. Hasta aquí llegó este martes el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, junto a la delegación que lo acompaña, en una mañana con temperatura fresca pero con altas dosis de solidaridad y hermandad.

Del centro de la ciudad hasta este lugar, el desplazamiento dura unos minutos. A la entrada de Cazinga, una enorme valla con la figura de Díaz-Canel y la frase de Bienvenido, sobrecoge, tanto como los saludos y el agradecimiento por nuestra presencia.

El presidente fue recibido por el director de la escuela. Un mural con las figuras de Diaz-Canel, Netho y Joao Lorenzo actual presidente angolano, se muestran visibles.

Junto al anfitrión, nuestro Presidente sembró un árbol en el patio de la escuela, con el quedó perpetuada su visita, y la inquebrantable hermandad entre Angola y Cuba.

Posteriormente, Díaz-Canel recorrió varias instalaciones del centro educacional, y al llegar hasta una de sus aulas les habló a un grupo de estudiantes sobre los históricos nexos entre Cuba y Angola.

¨En el pueblo cubano se les quiere mucho a ustedes, y se les admira por ser un pueblo muy laborioso y muy heroico. Y esta escuela donde precisamente ustedes están estudiando es un fruto de esa colaboración entre los dos países y de los lazos indestructibles de amistad entre ambas naciones¨, manifestó el Presidente.

Agregó que ¨sentimos sano orgullo por saber que compatriotas nuestros participaron en la construcción de esta edificación y en el trabajo docente¨.

La escuela Cuba-Angola forma parte ya de una historia que crece. Este es un centro que mantiene el alto compromiso de mantener una educación de calidad. Por ese ideal hace más de cuarenta años muchos cubanos y angolanos dieron su vida. Por lo tanto que ustedes se formen en las condiciones que lo hacen hoy es el mejor homenaje a esos mártires y héroes de la Patria angolana y la Patria cubana. Guarden siempre el sentimiento de que en Cuba le queremos mucho¨.

Durante su recorrido por la escuela angolana, el Presidente conoció detalles de la cultura de los habitantes de la comunidad. En el patio de la escuela un numeroso grupo de angolanos lo esperaban. Al compás de la música cubana, cantada por nuestros anfitriones, el Presidente compartió durante unos minutos.

Casi al final de su recorrido, quedó el agradecimiento en el Libro de visitantes. ¨Este centro es un símbolo de la solidaridad entre Cuba y Angola¨, sentenció.

En el municipio de Cazinga, las personas salieron espontáneamente a saludar a nuestro Presidente y a los cubanos. Han pasado muchos años la épica internacionalista militar en esa hermana nación, aunque hoy la colaboración en Angola se muestra como la más diversa del continente africano.

Precisamente, por el respeto a la historia y la sangre derramada, poco antes de su visita a la escuela angolana, Miguel Díaz-Canel rindió un sentido tributo al primer jefe de la misión militar cubana en Angola.

El General Raúl Díaz-Arguelles, cayó en combate en diciembre de 1975, solo tenía 39 años.

Sus restos mortales permanecieron en el Cementerio de Alto de las Cruces durante muchos años hasta ser trasladados como parte de la Operación Tributo para descansar definitivamente en la tierra que lo vio nacer.

En la lápida de mármol negro donde se puede leer su nombre, el Presidente depositó una ofrenda floral en honor a un hombre íntegro, símbolo del internacionalismo cubano en Angola.