Era apenas un niño, Esinecio Estrada Rodríguez, cuando descubrió el gozo que le provocaba participar en una pesquería. Por eso, a pesar de haber vivido desde entonces los sacrificios de esta labor, decidió seguir la tradición familiar y se hizo pescador.
Haber pasado unos seis años dedicados directamente a la pesca le dio las herramientas necesarias para convertirse en uno de los mejores en el arte de la captura del camarón.
Unos treinta trabajadores liderados por Esinecio Estrada conforman las tripulaciones de las embarcaciones encargadas de la pesca del camarón usando un sistema de redes gemelas.
Hasta el 30 de junio, si las condiciones del mar lo permiten y hay una buena manifestación de la especie, estarán recorriendo las aguas del Golfo de Guacanayabo las cinco embarcaciones destinadas a la captura del preciado crustáceo, bajo la experimentada dirección de Esinecio Estrada, otro de los hombre mar que habitan en esta ciudad.