El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó este lunes el ataque contra una discoteca de Estambul en el que murieron 39 personas, mientras la policía turca seguía buscando al autor de la matanza.
En un comunicado difundido en las redes sociales, el grupo extremista afirmó que uno de los “soldados del califato” cometió el ataque en el club Reina, una exclusiva discoteca situada a orillas del estrecho del Bósforo.
Las familias de las víctimas extranjeras, más de 20, tenían que recuperar el lunes los cuerpos de sus allegados, fallecidos cuando un hombre irrumpió en la discoteca y abrió fuego contra los cientos de personas que estaban celebrando el Año Nuevo.
Es la primera vez que el EI reivindica un atentado en Estambul, pero varios ataques contra turistas cometidos en la metrópolis turca ya le habían sido atribuidos por las autoridades.
A la 01h15 del domingo (22h15 GMT del sábado), un hombre armado con un fusil de asalto llegó a la discoteca Reina y mató a dos personas en la entrada antes de penetrar en el local y cometer la masacre.
La televisión NTV afirmó que el atacante disparó entre 120 y 180 veces durante unos siete minutos, sembrando el pánico, lo que hizo que incluso algunas personas se lanzaran a las gélidas aguas del Bósforo para escapar de las balas. Tras la matanza, el atacante se cambió de ropa y huyó.
La identidad del autor sigue siendo una incógnita, pero el diario Hürriyet indicó este lunes que las autoridades siguen la pista del EI y que el asesino podría ser oriundo de Kirguistán o Uzbekistán.
El ministro del Interior, Suleyman Soylu, declaró el domingo que se estaban llevando a cabo intensas operaciones de búsqueda y que el autor sería “capturado rápidamente”.
Sin embargo “el peligro continúa”, escribió este lunes el periodista Abdulkadir Selvi en el Hürriyet. “Mientras este terrorista no sea detenido, no sabremos dónde ni cuándo puede cometerse otra masacre”, añadió.
El ataque se produjo a pesar del despliegue masivo de las fuerzas de seguridad en Estambul, una metrópolis tentacular que ha sufrido múltiples atentados en el pasado año.
Según Hürriyet, los investigadores estiman que el asaltante podría estar vinculado a la célula que cometió el triple atentado suicida del aeropuerto Atatürk de Estambul, que en junio pasado dejó 47 muertos, atribuido por las autoridades al EI.
En su comunicado, el grupo yihadista acusa a Turquía, un país de mayoría musulmana, de haberse aliado con los cristianos, en alusión a la incursión del ejército turco desde hace cuatro meses en el norte de Siria para combatir al EI y las milicias kurdas.
Según el último balance de las autoridades, 39 personas murieron y 65 resultaron heridas. Los medios locales informan de que los fallecidos son 12 turcos, uno de ellos con nacionalidad belga, y 26 extranjeros. Una víctima sigue sin ser identificada.
El ataque suscitó una ola de reacciones de indignación en el mundo. Washington, Moscú, París y Berlín, así como el papa Francisco, lo condenaron con firmeza.
(Con información de AFP)