Falleció el joven bombero Elier Correa

Basta un segundo de altruismo para pasar a la historia como un héroe. Cuba lo sabe, lo ha vivido en estos días de desvelo porque el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas fue el horror que mostró la belleza de no pocos de sus hijos. 

La triste noticia de este jueves sobre la muerte del joven bombero, Elier Correa, ha impactado a la nación, en vigilia desde que el pasado 5 de agosto resultó lesionado en la explosión del primer tanque.

A sus cortos 24 años de edad y el conocimiento de un bombero profesional, ese día supo cuál era su misión, sin importar que el precio fuese «el mañana».

Se encontraba en estado crítico extremo, con quemaduras incompatibles con la vida, explicó hoy el Ministro de Salud Pública a las máximas autoridades del país, pero en el Hospital Provincial Faustino Pérez, de Matanzas, los esfuerzos para salvarlo no se extinguieron.

Sus familiares lo agradecen, a pesar del gran dolor, reconocen la atención médica y la preocupación permanente, señaló Susely Morfa, presidenta del Consejo de Defensa en esa provincia.

Mientras se alivia el nudo en la garganta cada vez que uno de los lesionados regresa sano y salvo a casa, la bandera del alma se iza a media asta por esta segunda pérdida confirmada que sufre el país y por quienes entraron a luchar contra el rojo infernal de las llamas y el acero, pero no lograron salir.

Matanzas no volverá a ser la misma, tampoco Cuba.