Manzanillo. Enero 17.- Hoy estaría de cumpleaños un amigo que en esta costera ciudad dedicaba todas sus horas a brindar lo mejor de su profesión a través de las artes. El reconocido actor Orestes Ramón Morrell de la Guardia, quien partiera a la inmortalidad en la madrugada de aquel fatídico sábado 29 de junio del año pasado.
Confieso que me ha sido un poco difícil escribir de Orestico, como casi todos los que lo conocimos le decíamos, al compartir con él jornadas de entrega en varios escenarios de este municipio.
Sí, ha sido un poco difícil plasmar en algunas letras un mensaje para él en un día tan especial para nosotros como es en la fecha del cumpleaños, por lo que significó este manzanillero para las artes escénicas del territorio y lo que representa hoy su ausencia física.
Aunque mis contactos con Orestes fueron muy pocos, pues siempre estuvieron selladas por el compromiso de sus trabajos en el sector de la cultura del municipio, en el teatro Rex, hoy Sala de Teatro Miguel Benavides, y hasta en la televisión cuando conocí algunos proyectos en los que él participó, como en la creación del video clip de las gemelas cantantes Lupe y Lola Lenzano.
Hoy me lo imagino como siempre lo vi en la calle alegre, rodeado de amigos y seguro en medio de un cumpleaños planeando algún nuevo trabajo para mostrar a sus seguidores de Manzanillo, porque siempre me llevé la impresión de que a él le gustaba trabajar mucho, y sobre todo lograr la calidad de su obra para que el público le dedicara los mejores aplausos.
A Orestes lo vimos en muchas ocasiones como protagonista de algunas obras de la Agrupación Teatral del Guacanayabo (ATEGUA), grupo que en un tiempo llevó también el nombre de Espacio Vacío. Pero también le gustaba mucho hacer reír a los más pequeños, porque supo vestir muy bien su traje de payaso en fiestas de cumpleaños y otros espectáculos infantiles.
Hoy no contamos con su jovilidad, con sus “sanas locuras”, y con su talento, pero nos dejó una gran enseñanza que es la de ser un buen amigo y un gran profesional. Por eso felicidades Orestico, donde estés.
No encontré mejor cierre para mi texto que estas palabras que te dedicó otro amigo tuyo, también manzanillero, Héctor Méndez, el payaso Reguilete de la televisión cubana al conocer de tu partida, que no la merecíamos tan pronto.
“¡No, no ha muerto Orestico!… Sólo ha ido tras bambalinas a preparar la función.. No, no ha muerto, está maquillándose para recibirnos cuando lleguemos allí.. es que él es así, bromista… quiso tomar la delantera.. ¿Es que no lo ven, caramba…? ¿Acaso un actor puede morir? ¿Acaso a un payaso se le termina la risa? ¡No! Él, como tantos artistas es inmortal.
No es más que un hasta luego, no es más que breve adiós, muy pronto en el escenario, nos volvemos a ver”.