Manzanillo. Agosto 6.- Aún permanece en la memoria del artista de la plástica de esta ciudad Ramón Cisneros Tamayo, aquel 28 de marzo de 2002 cuando tuvo en su Manzanillo natal, un nuevo contacto con el Comandante eterno de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz durante la inauguración del programa de las Academias de Artes Plásticas, en la escuela Carlos Enríquez de esta urbe.
Y es que esta no fue la única oportunidad en que el prestigioso escultor tuviera contacto con nuestro líder, pues le impresionó ese día la gran memoria que tuvo Fidel, al recordarle aquel encuentro cuando estudiaba su profesión en la capital cubana. Cisneros habla de Fidel en presente porque para él su ejemplo está vivo y guía a los cubanos. Así nos cuenta su testimonio de ese momento tan especial.
«En los finales de los años 80 yo estudiaba el nivel medio en la Escuela Nacional de Arte (ENA), y en una ocasión Fidel fue a visitar al centro donde me vió, y parece que se le grabó mi figura. Por eso muchas personas me preguntan qué fue lo que Fidel me dijo en la Academia de Artes Plásticas de nuestro municipio.
Ese día cuando me entregó el diploma en la Academia, el Comandante se me acercó y me dijo: «yo te conozco de algún lugar», fíjense si tenía una memoria extraordinaria. Entonces yo le respondí que yo había estudiado en la ENA y una vez usted estuvo allí; y me dijo: «ah, tú eras el muchacho que estaba haciendo una escultura en el patio de la ENA», y yo le respondí que sí, ese soy yo, se recordó muy bien.
Para mí eso fue extraordinario, y además estar cerca de Fidel es algo único, pues era una persona que imponía por su tamaño, su historia, sus manos tan enormes, es que era extraordinario.
Fidel es una figura escultórica, tú lo miras y te da la sensación de lograr una buena figura de arte porque la estructura anatómica que tiene Fidel es extraordinaria para hacer una escultura.
Ese día fue bien conmemorativo para mí porque vino a entregarme un diploma de sus manos, y ya habíamos conversado con el Kcho y Abel Prieto que se llevan muy bien, y cuando Kcho vió mi escultura me invitó a mudarme para La Habana para trabajar con él en su taller, pero yo soy muy manzanillero, y le aseguré que no me interesaba, que sólo me gustaba Manzanillo.
Fidel es tan especial que para que exista otro igual a él es muy difícil, por el concepto que tenía con relación a otras personas, en este caso con los artistas. El Cacho me contó que una vez él se reunió con los artistas para conversar porque lo hacía varias veces.
A él le gustaba y tenía muchos criterios por los creadores, y dice Kcho que pasaron toda una noche desde las ocho hasta casi las seis de la mañana intercambiando ideas, criterios. Se vinculaba mucho con los intelectuales porque le daban muchas opiniones y él sabía de la fuerza y el valor de los criterios de los intelectuales, porque era un hombre de mucho pensamiento y además era una forma de atender a los artistas», concluyó Cisneros.
A este creador le llena de emociones el privilegio de haber compartido a través de su profesión con Fidel, por eso nuevas motivaciones le saldrán para rendirle tributo en honor al aniversario 95 de su natalicio. El líder histórico de la Revolución cubana siempre será un inspirador para sus creaciones por la defensa de la cultura que mostró y el apoyo a sus artistas.