En especial, la de Oscar Martínez como Daniel Mantovani, el único escritor argentino que posee el Premio Nobel de Literatura y aunque los lauros parecen ya importarle poco, decide aceptar la condición de Ciudadano Ilustre ofrecida en su pueblo natal con tal de viajar allí, a contemplar el escenario de sus libros después de décadas.
La cinta tuvo mucho tiempo para cocinarse, comenzó a gestarse hace cuatro años, hubo problemas con la producción, pero siempre estuvo claro a quién tocaría el papel protagónico de Daniel Mantovani: a Oscar Martínez, contó a Prensa Latina la actriz Andrea Frigerio.
Ella dio vida a Irene, el amor de juventud de Mantovani, una mujer madura que se quedó en el pueblo del cual él huyó y que sirve de material para sus libros.
Martínez ya conquistó la Copa Volpi al mejor actor en el Festival de Cine de Venecia, y ahora prueba suerte en la cita de La Habana.
El ciudadano ilustre figura entre las películas que pugnan por el Premio Coral en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, cuyos premios colaterales serán anunciados mañana y los galardones especializados el día 16.
oda/msm