Facebook está bajo un intenso escrutinio a raíz de los informes de que la firma de información política y corporativa, empleada por la campaña del presidente Donald Trump durante los comicios de 2016, usó datos personales de 50 millones de sus usuarios de la red social para trabajos de campaña electoral.
Un investigador de la universidad de Cambridge llamado Aleksandr Kogan creó una aplicación de prueba de personalidad que fue instalada desde Facebook por alrededor de 300 mil personas, quienes por esa vía compartieron información propia y de sus amigos.
Según indicó Zuckerberg la semana pasada, en 2014 conocieron por reportes de prensa que Kogan compartió con Cambridge Analytica los datos obtenidos a través de esa aplicación, por lo que le exigieron a él y a la consultora eliminar toda la información indebidamente adquirida.
Pero trabajos periodísticos señalaron este mes que Cambridge Analytica pudo no haber eliminado los datos como certificó entonces, por lo que se le prohibió el uso de todos los servicios de la red social y la consultora aceptó someterse a una auditoría forense.
A partir del escándalo desatado por estas revelaciones, Zuckerberg reconoció que la compañía cometió errores en la protección de datos de sus usuarios y anunció próximos pasos para fortalecer la seguridad de la plataforma.
‘Este fue un abuso de confianza entre Kogan, Cambridge Analytica y Facebook. Pero también fue un abuso de confianza entre Facebook y las personas que comparten sus datos con nosotros y esperan que los protejamos. Necesitamos arreglar eso’, expresó el miércoles pasado en un extenso texto.
Un sondeo divulgado el fin de semana arrojó que solo un 41 por ciento de los norteamericanos creen que la red social puede obedecer las normas sobre protección de su información personal, mientras el 51 por ciento expresaron niveles de desconfianza en la plataforma.
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