Gesto desde el alma

Fotos: Roberto Mesa Matos
Fotos: Roberto Mesa Matos

Manzanillo, Granma- Las noches de los días 8, 9 y 10 de junio del actual año, quedarán en la memoria de la joven manzanillera Liliana Fernández Ortiz como inolvidable pesadilla porque el río Yara salió de su cauce y arrastró todo a su paso.                                                        

Si bien, gracias al actuar rápido y eficaz de los especialistas de la Defensa Civil, Rescate y Salvamento y la Cruz Roja, en El Sitio todos están vivos para hacer el cuento, la muchacha se duele de las pérdidas de los bienes de los vecinos y los familiares, entre ellos un tío postrado y ciego, que aún permanece protegido en una institución estatal.                                               

En medio de tanto desasosiego, hasta esa comunidad rural de este costero municipio, de la oriental provincia de Granma fue una representación del grupo de propietarios de autos particulares Manzanillo para hacer efectiva una donación de alimentos, ropas, artículos de aseo, colchones y otros útiles para el hogar. De la garganta emocionada de Liliana solo brotó una expresión: “Muchas gracias«.

“En tiempos difíciles es donde se sabe de verdad que estamos unidos y seguiremos así. Es un gesto bien grande que se agradece de corazón y ha sido muy bueno que se preocuparan por nosotros.”

Fueron horas complejas; ¿y la familia? …

– “Así mismo, vivimos horas muy duras, el río “salió” hasta la carretera con una fuerza tremenda, nunca habíamos visto algo así. La familia bien, esperando que bajen las aguas para comenzar a recuperarnos. Estamos agradecidos de todo lo que hace el pueblo de Manzanillo por nuestro barrio El Sitio, por la preocupación de las autoridades, también.

“Nunca había sucedido este tipo de donaciones, pero ahora era necesario porque muchas personas lo perdieron todo: colchones, ropas, equipos electrodomésticos… fue algo imprevisto, rápido.”

La donación de propietarios de autos particulares Manzanillo con diversos artículos y alimentos para los damnificados por las lluvias en priorizó, en mayoría, a los niños, embarazadas, ancianos y personas postradas.

Guillermo Serrano Mompié, defectólogo del policlínico Luis Enrique de la Paz, de la Vuelta del Caño y uno de los integrantes del grupo dice que “lo poco lo repartimos entre todos, nos “multamos” y cooperamos con estas familias que están afectadas por las lluvias.

“Priorizamos a las personas con algún tipo de discapacidad: impedidos físicos motores, retrasados mentales severos y profundos y los postrados. Lamentablemente no pudimos llegarles a todos porque no lo permite el paso, pero a los que ha sido posible le llegamos con esto. Ya te digo, periodista, le entregamos un colchón de espuma a un caso que, verdaderamente, lo ameritaba.”

Desde que conocieron las afectaciones, el grupo de amigos, compuesto por profesionales de las más diversas ramas, técnicos, obreros y trabajadores por cuenta propia, asumió el acto como un gesto de amor por los semejantes.

El profesor de cultura física, Yasel Almunia Hormigó, líder del equipo, manifiesta que la mayor satisfacción está en disfrutar de los rostros sonrientes de las personas:

“Humanamente hay que hacerlo porque nos conmueve el corazón, el alma. Hoy ellos necesitan esta ayuda. Tenemos otro grupo en la ciudad que está recogiendo más artículos para preparar otras valijas y entregar otras donaciones. Es un gesto de hermandad y vamos a seguir adelante.”

Los propietarios de autos particulares Manzanillo son muestra de que el cubano siente el dolor ajeno como propio y sale a ofrecer su mano solidaria, sin esperar nada a cambio. Para ellos fue suficiente acompañar, sonreír y dejar, en un pequeño obsequio, las huellas de la bondad y la certeza que los cubanos no brindan lo que sobra, comparten lo que tienen como buenos hermanos.