El movimiento indígena y el gobierno de Ecuador comenzarán hoy un trabajo conjunto para elaborar un decreto sobre el subsidio a los combustibles, controvertido tema que provocó protestas ciudadanas por 11 días en este país.
El encuentro fue confirmado por el Sistema de las Naciones Unidas en Ecuador y la Conferencia Episcopal, instancias que actuaron como mediadores para promover el diálogo entre las partes, en medio de la convulsa situación vivida en casi todo el territorio, por la represión policial a las multitudinarias marchas registradas del 3 al 13 de octubre.
La mesa técnica de esta jornada, cuya sede no se precisó, es la primera que realizarán indígenas y ejecutivo después de la derogación del Decreto 883 y el restablecimiento de los subsidios a la gasolina extra y el diésel, cuyos precios subieron a partir de la resolución, dispuesta por el presidente de la república, Lenín Moreno.
Aunque no se ha establecido una fecha límite para la terminación del nuevo documento, el ejecutivo ha hecho referencia a una semana de análisis, mientras la contraparte estima que si se trabaja fuerte, en un día puede estar listo.
La administración nacional, que estaba reacia a derogar el Decreto 883, enfatiza en la necesidad de focalizar las áreas a las que se destinarán los recursos provenientes de los combustibles.
Por su parte, el movimiento indígena insiste en que eliminar los subsidios afecta directamente a los más pobres y a la clase media, porque sube el precio de los carburantes y como consecuencia, de otros productos y servicios.
La medida de corte neoliberal, forma parte de un plan de ajuste económico implementado por la administración nacional, en cumplimiento de compromisos adquiridos en un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para acceder a un crédito de cuatro mil 200 millones de dólares, decisión ampliamente rechazada por la mayoría de los ecuatorianos.