“El 4 de septiembre de 1921 se funda en la ciudad del Golfo del Guacanayabo el Grupo Literario de Manzanillo, institución que se hizo estimar, respetar y aplaudir por su obra ejemplar y por la noble y limpia finalidad de sus propósitos. El grupo dejó huellas profundas en el acervo intelectual de Manzanillo”.
Así lo precisó Ángel Larramendi Mecías, director del Centro de promoción para la cultura Manuel Navarro Luna, y agregó:
“Cuenta Epifanio Sánchez Quesada, en su libro Memorias de un manzanillero que inicialmente fueron cuatro los que departían por las noches en el Parque Céspedes, después reunieron dos bancos y se acrecentó la tertulia al aire libre.
“Luego se añadieron algunas sillas-refiere- hasta que el amigo que las alquilaba –Vicente Seguí- con generoso desprendimiento les asignó dos docenas de asientos, pintados de azul, con las iniciales G.L. en la parte posterior.
“Entre los que se reunían allí se acordó designar a esa institución como Grupo Literario, anárquico en su rectoría, nadie la presidía, ni pudo atribuirse su jefatura.
Refieren algunos estudiosos que la primera actividad pública se realizó el 10 de octubre de 1921, en conmemoración al alzamiento ocurrido en Demajagua 53 años atrás y se aglutinó alrededor de la revista Orto, fundada y dirigida por Juan Francisco Sariol.
“Allí se discutían todos los temas y eran sus reuniones muy interesantes, llegando a constituir acontecimientos extraordinarios con la visita de reconocidos escritores nacionales y extranjeros.
Precisa Larramendi Mecias que “entre sus miembros se encontraban Elvira Fornaris, América Betancourt, Ana Luisa Hidalgo, Carlota Lluch, Georgina García, Filiberto Agüero, José Machado, Modesto A. Tirado, José Maceo Verdecia, Librado Reina, Julio Girona, Luis Felipe Rodríguez, Juan Francisco Sariol, Manuel Navarro Luna, Miguel Galliano Cancio, Ignacio Bazán y Alberto Aza Montero”.
La enorme vocación martiana de los miembros del GLM encontró cauce para su desarrollo y expresión en la celebración de la Cena Martiana, acto que constituye una de las más antiguas tradiciones patriótico-culturales de la ciudad. Iniciadas el 27 de enero de 1926 a iniciativa de Sariol, tenía como objetivo rendir homenaje al Apóstol José Martí en la víspera de su natalicio.
Como herencia de aquellos momentos de exaltación creadora quedan centenas de libros, revistas y folletos en los que se plasmaron los anhelos de mentes preclaras: el recuerdo de las famosas Charlas de los Miércoles, las frecuentes exposiciones de dibujos, las presentaciones teatrales, los estrenos musicales y la participación en los carnavales de la ciudad, con una carroza de ambiente romano.
El Grupo Literario de Manzanillo pudo rebasar y trascender su tiempo e insertarse por derecho propio en la historia de la literatura cubana, porque su surgimiento, su quehacer y su existir no estuvieron ceñidos a determinados criterios elitistas; y fue capaz de aglutinar en su seno a escritores, músicos, pintores, periodistas, investigadores, amas de casa; todos dispuestos a dar lustre a la cultura cubana.
“Hoy a cien años de su fundación Manzanillo agradece a aquellos jóvenes sus inquietudes culturales y su afán por contribuir a que su ciudad se inscribiera en la historia de la cultura cubana por derecho propio“-Dijo finalmente el también poeta Larramendi Mecías.
Por Luis Carlos Frómeta Agüero