Hospital pediátrico asegura protección de infantes ante eventos naturales

Proteger la vida de los niños y niñas es el principal compromiso del colectivo del Hospital Pediátrico Hermanos Cordové // Foto Marlene Herrera

Manzanillo. Enero 29.- La respuesta de los profesionales del Hospital Pediátrico Hermanos Cordové de esta localidad, durante el sismo perceptible en toda Cuba, de 6.9 en la escala de Richster en la tarde de martes, acentúa la consagración de este colectivo para salvaguardar las vidas de sus pacientes.

Si bien el actuar sereno formó parte de la estrategia, “lo esencial para nosotros fue mantener a salvo a los 99 pacientes hospitalizados en nuestras salas, con énfasis en los tres pequeños reportados en estado grave y uno crítico, porque nuestro deber máximo es proteger sus vidas”, comentó el especialista de primer grado en pediatría Alberto Damián García Guerra, subdirector facultativo de la unidad asistencial.

El accionar del equipo ante esta eventualidad de carácter natural no fue por obra de la casualidad, sino la respuesta oportuna a los protocolos establecidos en la institución para garantizar los cuidados a niños y niñas, acorde a las indicaciones específicas de los Puestos de mando de la Defensa en el centro, municipal y provincial, para situaciones de desastres.

En este orden, afirma, están diseñadas, constan y es de dominio de los más de 700 trabajadores del hospital infantil, las tareas a asumir por cada cual en circunstancias de contingencias, particularmente de los integrantes del equipo multidisciplinario encargado de la recepción, clasificación y atención a los pacientes, y demás servicios vitales para su protección.

Doctor Alberto Damián García Guerra, subdirector de la unidad asistencial // Foto Denia Fleitas Rosales

Estos planes incluyen también la definición de espacios vulnerables dentro y en áreas aledañas al centro médico, sito en el Reparto Caymari, como las zonas aledañas al tanque elevado y árboles grandes del perímetro; de las áreas para efectuar cada acción y la clasificación de pacientes por códigos de colores, todo lo cual asegura la organización de los procesos.

A los efectos, refiere García Guerra, se dispone de reservas de medicamentos, equipos, recursos, el capital humano indispensable, y en caso de los pacientes de terapia, los dispositivos cuentan con baterías y el grupo electrógeno para garantizar la energía de estos y su uso a favor de la vitalidad de los enfermos.

Tales procederes son repasados constantemente en ejercicios prácticos de los días de la defensa, que avalan la preparación del personal asistencial ante casos de desastres naturales, incendios, accidentes masivos, terremotos, derrumbes parciales o totales.

“Esta fue una experiencia que puso a prueba nuestra responsabilidad, humanismo y capacidad de actuación para cumplir, aún en situaciones adversas, el reto que tenemos de proteger a quienes son la esperanza del mundo”.

El Hospital Pediátrico Hermanos Cordové, a más de 107 años de su apertura, es uno de los cuatro centros hospitalarios de carácter provincial radicados en este municipio costero, cuyo colectivo de más de 113 médicos está prestigiado por 12 especialistas de segundo grado en pediatría.