Inauguran en Islandia planta capaz de succionar el dióxido de carbono y convertirlo en roca

Foto:Climeworks/ Facebook.
Foto:Climeworks/ Facebook.

La planta más grande del mundo diseñada para succionar dióxido de carbono del aire y convertirlo en roca ha comenzado a funcionar en Islandia.

Para recolectar el CO2, la estructura utiliza ventiladores que llevan el aire atmosférico a un colector en el interior del cual existe un filtro. Una vez que el material del filtro se llena con el dióxido de carbono, la sustancia es colectada a través de un proceso a altas temperaturas y, luego, almacenada.

El gas altamente concentrado se mezcla con el agua antes de inyectarse a una profundidad de 1.000 metros en la roca basáltica cercana donde se mineraliza.

Bautizada Orca —por la palabra islandesa orka que significa energía—, la planta contiene cuatro unidades, cada una de las cuales consiste en “dos cajas de metal que parecen contenedores de envío de carga”, detalló The Guardian.

Se estima que la estructura será capaz de extraer unas 4.000 toneladas de dióxido de carbono del aire anualmente. Es decir, el equivalente a las emisiones de unos 870 automóviles en el mismo período.

Se estima que la construcción de la planta, llevada a cabo por la empresa suiza Climeworks en conjunto con la compañía islandesa Carbfix, costó entre 10 y 15 millones de dólares, informó Bloomberg.

La novedosa tecnología podría convertirse en una eficiente arma en la lucha contra el cambio climático y sus consecuencias. Sin embargo, los críticos de la iniciativa argumentan que se trata de una solución prohibitivamente cara, la cual podría tardar décadas en aplicarse a gran escala.

‘Orka’ promete ser un pilar de vanguardia científica e industrial, con miras a un futuro más verde y libre de emisiones nocivas para la atmósfera. De cualquier manera, Climeworks se promociona a sí misma como una compañía comprometida con la búsqueda de estrategias adaptables a las necesidades de la crisis climática global.

Planta geotérmica de Hellisheidi. Fotografía: Arni Saeberg.

Muestra de roca basáltica que contiene los minerales carbonatados en los cuales queda atrapado el CO2. Fotografía: Sandra O Snaebjornsdottir.

‘Orka’, la máquina atrapa carbono más grande de la historia es capaz de convertir el CO2 en roca. Foto: Climeworks

(Con información de Sputnik Mundo y National Geographic en Español)

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