Pinar del Río, 17 ene (ACN) Jóvenes de diferentes sectores de Pinar del Río reeditaron el periplo que hace 64 años realizaron Fidel Castro y los barbudos triunfantes en la Caravana de la Libertad, hecho que marcó un nuevo comienzo para el territorio.
Desde el municipio de Los Palacios hasta la intersección de la avenida Rafael Ferro y la arteria José Martí, en la ciudad cabecera, la Caravana fue recibida por el pueblo de Vueltabajo, que no creyó en las bajas temperaturas y salió de sus hogares a saludar a los protagonistas de hoy, acompañados por integrantes de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana.
Jesús Abundio Uncal García, joven profesor de Historia en la Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz, desde hace varios años asiste a la recordación de aquel enero, pues «se trata de un compromiso de los pinareños con el advenimiento simbólico de la Revolución hasta este punto de la geografía».
Son muchas las razones para sentirse orgulloso un día como hoy, sobre todo el respaldo a nuestro proyecto social, aseguró a la Agencia Cubana de Noticias quien acudió al sitio en que el Fidel se dirigió por primera vez a los lugareños en 1959, a las 8 y 20 de la noche, sobre una rastra convertida en tribuna improvisada.
La juventud cubana, especialmente la pinareña, sigue comprometida con la Patria; activa en importantes frentes económicos y sociales, multiplicando los escenarios de combate en los cuales han estado presentes las organizaciones estudiantiles y movimientos juveniles, apuntó Leyanis Carmona Díaz, primera secretaria del Comité Provincial de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).
El cruel bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos no detendrá a esta generación, dispuesta a continuar la obra de la Revolución – dijo-; y llamó a mantener la unidad.
Durante el acto, 64 estudiantes del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Federico Engels recibieron el carné que los acredita como militantes de la UJC.
Luego de un amplio viaje por Cuba, el 17 de enero de 1959 la Caravana de la Libertad llegó a Pinar del Río con el Comandante en Jefe Fidel Castro al frente, un territorio que era considerado el más atrasado del país debido a la desidia de los gobernantes de turno.
Esa noche el líder habló a los lugareños de la materialización del programa del Moncada, desmintió las calumnias de la prensa extranjera sobre la naciente Revolución y manifestó sus deseos de actuar para sacar de la miseria y el abandono a la provincia, conocida como la Cenicienta de Cuba.
No había venido a Pinar del Río porque tuve necesidad de permanecer en La Habana durante varios días. Tal era el fervor revolucionario de esta provincia, (…) que durante el trayecto entre Oriente y La Habana me llegaron las insinuaciones de numerosos compañeros, pidiéndome que antes de llegar a La Habana viniese a Pinar del Río, aseguró Fidel.
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No era posible, sin embargo, detener la marcha de toda la columna para hacer un rodeo por la provincia, y yo les respondía a esos compañeros: “No se preocupen, que a Pinar del Río no lo tenemos olvidado, que a Pinar del Río iremos”, dijo aquel día glorioso.
