La alegría de las montañas

Foto La Demajagua

Veinte años han transcurrido desde que fue inaugurado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz el programa Salas de Televisión en las zonas de silencio, un 29 de marzo de 2002, en El Puntico, en el municipio de Campechuela.

Desde sus inicios hasta la actualidad tales instituciones han tomado protagonismo en la vida de quienes a sus alrededores viven, pues han sido sobre todo el medio de información de los pobladores, además de convertirse en un espacio de recreación, disfrute, aprendizaje, cultura y, en general, mejoramiento de la calidad de vida de los lugareños.

En el montañoso municipio de Guisa, el programa cuenta con la mayor concentración de estas en todo el país, con 67 locales, ubicados todos en el Plan Turquino, lo cual beneficia a alrededor de 10 mil personas en la zona rural, convirtiéndose en una institución imprescindible en la Sierra Maestra.

Inicialmente no se contaba con el servicio de rehabilitación, pero este fue insertado años más tarde para favorecer la salud de los habitantes, pacientes que con patologías no graves pueden ser atendidos sin la necesidad de recorrer largos caminos para recibir atenciones médicas.

El director de las Salas de Televisión en el municipio Fernando Antonio Tamayo Domínguez afirma: “en cuanto al servicio de rehabilitación se ha logrado equipar con los recursos básicos, además que cada sala cuenta con una producción de mínimo 20 especies de plantas medicinales, para quien lo necesite allí pueda acudir”.

Añadió además que los centros desempeñaron un papel activo en medio de la Covid-19, pues unidos al personal de salud, apoyaron la realización de pesquisas, todas las teleclases fueron transmitidas allí y apoyaron la producción de alimentos para la población con mayor esfuerzo y entrega.

Además expresó: “…son palacio de las convenciones en la montaña, el círculo infantil del barrio, el cine de los comunitarios, es la librería que contiene los clásicos de la literatura universal, es el centro que da alegría a las zonas, porque cada una con sus características desborda creatividad en medio de la tranquilidad”.

BARRABÁ, MERECEDORA DE LA PLACA 20 ANIVERSARIO

Los pobladores de la comunidad Barrabá, situada a unos tres kilómetros de la cabecera municipal diariamente asisten a la sala en busca de informaciones, en aras de visitar aquel sitio que para ellos se torna su segundo hogar.

Ana Cecilia Gómez Estrada/ FOTO Melisa Parra López

La pobladora Ana Cecilia Gómez Estrada, quien además de ser la coordinadora general de dicha sala y fundadora, es también la delegada del Poder Popular, mujer que a sus más de sesenta años de edad cada mañana recorre los caminos visitando los vecinos para compartir informaciones, saber de la salud de cada poblador, prestar libros y así cada día incentivando una cultura general integral.

Unidos todos por las salas mediante el proyecto “Mi Sala también produce por los caminos de Villavicencio” se proponen el incremento de la producción de alimentos, tanto para el autoconsumo como para trasladar sus producciones al centro del pueblo, tal es así que en la pasada zafra recogieron más de diez mil latas de café y para la presente se proponen cumplir con las expectativas.

Cada fecha es inolvidable en estos sitios que también cuentan con artistas empíricos que le dan con su magia un entorno diferente a las montañas de la Sierra Maestra, una mezcla de comunitarios trabajadores, humanos, alegres y motivadores, lo que hace a esta sala merecedora de la placa 20 Aniversario.