Hay que poner la vista en lo profundo del archipiélago, en la tierra, en la inteligencia de los cubanos, porque es en lo nuestro donde está la mejor garantía para resolver demandas y problemas del país; porque mientras menos se dependa de las importaciones, más fuertes seremos en los caminos de la eficiencia y de la soberanía.
Tal concepto fue el eje que prevaleció, en la tarde de este lunes, durante el recorrido que hizo el Presidente de la República y Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, por el municipio de Bauta, en la provincia de Artemisa.
No fue fortuito que en el primer punto de la agenda, en la unidad empresarial de base (UEB) Producción de Estomatológicos y Dispensariales –subordinada a la Empresa Laboratorio Farmacéutico Roberto Escudero–, el Jefe de Estado hablara acerca de la necesidad de las investigaciones «sobre las materias primas que podamos sustituir» y, también, sobre el valor de ascender en la calidad de las presentaciones de cada producto, siempre en aras de ganar la confianza de la población en lo que se hace con manos cubanas.
Marlene Domínguez Alfonso, directora de la UEB, explicó al mandatario, al miembro del Buró Político y secretario de Organización, Roberto Morales Ojeda, y a las autoridades del territorio, detalles sobre las principales tareas que ocupan a la entidad productiva.
El año 2024, argumentó al equipo de prensa de Presidencia, será igual de complejo si se le compara con etapas anteriores. Sin embargo, añadió, «a partir de un grupo de estrategias que tiene la Empresa, y con ella nuestra UEB, pensamos suplir el déficit que tenemos de materias primas».
En esa nada fácil y urgente tarea de sustituir importaciones, 2023 significó el logro de tres materias primas nacionales; entre ellas, la cera de abeja, el almidón de maíz, y la menta. Fueron, explicó Marlene, «materias primas que debíamos haber importado», y con cuya sustitución fueron ahorrados «casi dos millones y medio de pesos».
Para 2024, la UEB tiene en plan incursionar en el universo de la Medicina Natural y Tradicional. «Tomando en cuenta el déficit de medicamentos que hoy tiene el país, estamos hablando de una buena rama, para la cual tenemos las capacidades productivas, las tecnológicas, y el personal preparado».
Con orgullo, Domínguez Alfonso habló de productos que hoy nacen de la entidad, como la jalea para ultrasonidos, «con la que estamos priorizando el programa materno infantil».
En su enumeración, contó que están «reenvasando el bicarbonato para hemodiálisis, que es también una de las cosas sensibles que hoy tiene el sector de la Salud».
El segundo punto en el itinerario por el municipio de Bauta fue la UEB de Productos Lácteos Julio Antonio Mella (más conocida como Balkán).
Allí la inestabilidad en el suministro de materias primas sigue siendo el mayor impacto negativo en las producciones, sobre todo si se trata de la leche fluida que se contrata a los campesinos.
Ese desafío, que es el mismo en otros lugares del país, demanda todo tipo de iniciativas, estímulos y caminos que den respuestas a las demandas productivas de una Cuba que ha de buscar en sus propias fuerzas.
En la misma búsqueda está inmerso el Instituto de Investigaciones de Granos, donde el Presidente conversó con el ingeniero agrónomo de 38 años, Daysbel Toledo Díaz, director de Ciencia, Innovación y Desarrollo del centro. Los temas desembocaron en el propósito estratégico de garantizar variedades, para incrementar las producciones agrícolas.
«Además de arroz, maíz, y frijol, nosotros también trabajamos las oleaginosas (que incluyen la soya, el maní y el ajonjolí)», mencionó el ingeniero a los periodistas que le abordaron; y también mencionó cereales como el sorgo, y leguminosas como el garbanzo.
Todo lo que hace el Instituto, enunció, es para garantizar el alimento de los seres humanos, y también el alimento animal.
Se trata –comentó Daysbel, y así lo había explicado antes a la dirección del país– de variedades resistentes, a las cuales se llega a través de programas de mejoramiento; de «variedades que se adaptan a nuestras condiciones del suelo y del clima», y que ostentan buenos rendimientos.
«Nuestras variedades –afirmó el joven– son resistentes, y son validadas en todo el país».
Escuchando al directivo del Instituto de Investigaciones de Granos, estando atentos a su sentido de pertenencia y riqueza en conocimientos, emergía, ayer, con total claridad, la idea de que Cuba necesita muchos ingenieros agrónomos como Daysbel, quien ha seguido superándose, pronto será Doctor en Ciencias, y no tiene dudas de que el país caribeño encontrará sus mejores y más sostenibles riquezas dentro de sí mismo.
LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA ES UN RETO PERMANENTE DE LOS CUBANOS
No es la primera vez que Díaz-Canel comparte su convicción de que, entre todos, podemos sacar a Cuba adelante.
Este lunes también llegó, en la mañana, al municipio de Minas de Matahambre, en el territorio más occidental del archipiélago, donde recordó ese concepto que tiene que ver con una variable decisoria en los tiempos que corren: la voluntad de los seres humanos.
El Jefe de Estado, durante su tercera visita en el año a Pinar del Río, hizo hincapié en la necesidad de acrecentar producciones, porque ese es el modo más directo de revertir muchas de las dificultades que enfrenta la sociedad.
Si, por ejemplo, se produce más comida, eso hará posible ir asestando golpes a la inflación que tanto afecta a todos.
Sobre tal idea reflexionó el mandatario en la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Los Burros, perteneciente a la Empresa de Acopio y Beneficio del Tabaco.
Directivos de la entidad explicaron que el lugar, a pesar de haber cerrado 2023 con utilidades, tiene ante sí vastas potencialidades para acrecentar ganancias: la tierra solo está explotada al 70 %, y la ganadería es un camino en el cual los trabajadores quieren y necesitan incursionar.
A su paso por Minas de Matahambre, Díaz-Canel se detuvo a intercambiar con los pobladores del consejo popular Sumidero. «Entre todos podemos sacar el país adelante», les dijo a los presentes.
Igual certeza de que solo uniendo todos los esfuerzos podrán quedar atrás los problemas, prevaleció en el Centro de Escogida v-10-66, perteneciente a la Empresa de Acopio y Beneficio del Tabaco, en la cual el Presidente se interesó por los salarios, por la obtención de utilidades y por la presencia de jóvenes en el colectivo laboral.
El tercer punto en el recorrido fue la UEB Silvícola Forestal Sumidero, institución que concluyó el calendario pasado con pocas utilidades y que, por tal razón, tiene entre sus metas diversificar las producciones, al tiempo de apostar por la siembra de frutales, la extracción de resina y la producción de carbón.
Allí habló sobre cómo este 2024 debe ser el año «de levantar». Al despedirse, fue enfático: «A ustedes, los trabajadores, que les den la posibilidad de discutir. Trabajando vamos a salir adelante».
Como ya es habitual en este tipo de jornadas, el recorrido tuvo como cierre el encuentro de la dirección del país con dirigentes del municipio y la provincia. Luego se produjo el intercambio entre el Presidente y la población que lo esperaba en las inmediaciones del recinto.
De «compresión» sobre el trayecto que va de una situación desfavorable al éxito, habló el Jefe de Estado, quien insistió en la importancia de producir. A los hijos de Minas, el Presidente les ratificó las potencialidades del pueblo cubano, esas que nacen de la creatividad.
Sobre los enemigos que recientemente orquestaron un ataque mediático en contra de la Revolución Cubana, razonó que esos sueñan con que desaparezca la Revolución, están desprovistos de motivación y compromiso con el pueblo y con sus posibles éxitos.
«Estamos en una situación compleja, pero la vamos a superar», dijo, y otra vez habló del nosotros, esa palabra en la que habita la clave de toda sinergia y triunfo.