La cultura es lo primero que hay que salvar

Convencido de que los intelectuales constituyen un pilar importante en la Revolución cubana, 60 años atrás, Fidel Castro se dirije a ellos en la Biblioteca Nacional José Martí, lo que integra una de las plataformas fundacionales de la política cultural de la nación.
En las reuniones sostenidas los días 16, 23 y 30 de junio de 1961, habría que resaltar la posición de Fidel, quien, en su condición de Primer Ministro entonces, dedicó tiempo a los referidos intercambios, en medio de un complejo contexto histórico. Habían transcurrido apenas dos meses de la invasión mercenaria por Playa Girón.
A pesar de todo el escenario adverso, Fidel estimó imprescindible dialogar y escuchar los criterios e inquietudes de los artistas y creadores. Con certeza, sabía que la naciente Revolución era, también, un proyecto cultural. Lo confirmaban la Campaña de Alfabetización en pleno desarrollo por esa fecha y el nacimiento de una serie de instituciones a partir de 1959 como el Icaic, Casa de las Américas y la Imprenta Nacional.
“Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada” sentenció en esa ocasión, y en estos tiempos convulsos los intelectuales continúan desempeñando un papel fundamental dentro de la obra social hasta hoy construida; una perspectiva integradora y antidogmática sobre las funciones de la cultura y del arte dentro de un proyecto sociopolítico emancipatorio como el nuestro.
Y la pregunta que les hizo a los intelectuales y artistas, fue: ¿Cómo van a participar en este proceso? ¿Qué tienen ustedes que aportar a este proceso? “Dejó una respuesta para cada uno y, al mismo tiempo, una para la actividad práctica, para la función real; no atendiendo a las preferencias, sino al modo de insertar el debate cultural en función de un proceso de transformaciones”, expresó el escritor e investigador Ambrosio Fornet.
Sus palabras son un compromiso para los que hacen arte en estos tiempos donde las amenazas imperialistas acechan y como en 1993, ante una crisis económica , vuelve a retumbar la voz del Comandante: “La cultura es lo primero que hay que salvar”.