La Demajagua: Templo de la Revolución cubana (+Fotos)

La Demajagua es el templo de la Revolución cubana, aquí se forjó la nacionalidad cubana //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Manzanillo. Octubre 10.- Uno de los lugares que llena de cubanía y orgullo patrio a todo el que lo visita es el parque nacional La Demajagua, sitio histórico que se erige en el mismo lugar donde el patricio bayamés Carlos Manuel de Céspedes iniciara la guerra por la independencia de Cuba el 10 de octubre de 1868.
A 152 años de aquel trascendental momento que marcó los procesos revolucionarios por la libertad de la patria, recordamos parte la historia que atesora este Monumento Nacional.

Historia del monumento


Este sitio que tantas fibras ha movido en el interior de cada visitante que hasta aquí llega, impresiona por su majestuosidad. José Antonio Matilla Vázquez, director de la Oficina de monumentos y sitios históricos de Manzanillo nos describe qué ha pasado con él.

José Antonio Matilla Vázquez //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


“El parque nacional La Demajagua se conoce como una finca rústica que tuvo varios propietarios hasta llegar a las manos del hermano de Carlos Manuel de Céspedes, Francisco Javier de Céspedes, quien se la vende al Padre de la Patria. Carlos Manuel establece allí su residencia fija hasta 1868 en esta finca que se llamaba De Majagua.
Después de 1868 el lugar quedó en ruinas, deterioro provocado primero por los bombardeos ocurridos el 14 de octubre de 1868 por el barco español Neptuno como escarmiento para todo aquel que se rebelaba contra el gobierno de España”.

Antiguo ingenio De Majagua //Foto cortesía de la Oficina Municipal de Monumentos y Sitios Históricos de Manzanillo
Antigua imagen de las ruinas del ingenio //Foto cortesía de la Oficina Municipal de Monumentos y Sitios Históricos de Manzanillo


“De ahí la finca pasó por varios propietarios, hasta los antiguos dueños por la hipoteca de las propiedades del ingenio. Durante la pseudorepública se trató de manejar los sentimientos patrios de los cubanos prometiendo de que se levantaría un monumento, incluso se presentaron proyectos que nunca se materializaron.
Fueron los masones que en 1928 hicieron un pequeño homenaje, simple pero muy significativo porque se preocuparon y ocuparon de rendir tributo al lugar donde se había iniciado la independencia”.

Ruinas del antiguo ingenio de La Demajagua // Foto cortesía de la Oficina Municipal de Monumentos y Sitios Históricos de Manzanillo
Ruinas en 1928 del antiguo ingenio de La Demajagua //Foto cortesía de la Oficina Municipal de Monumentos y Sitios Históricos de Manzanillo
Los masones de Manzanillo construyeron el primer obelisco en homenaje al sagrado sitio histórico //Foto cortesía de la Oficina Municipal de Monumentos y Sitios Históricos de Manzanillo
Primer obelisco construído por los masones en La Demajagua //Foto cortesía de la Oficina Municipal de Monumentos y Sitios Históricos de Manzanillo
Una de las tarjas del primer obelisco de los masones recuperadas en las excavaciones del lugar //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


Otra de las tarjas del obelisco de los masones recuperada en la excavación del lugar //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

“Construyeron un obelisco en el cual le pusieron tarjas conmemorativas alrededor. Estas tarjas en las labores de excavación por el aniversario 150 se encontraron y hoy forman parte de la exposición permanente de la sala museo de este parque.
El monumento que hoy conocemos fue la idea de la comisión del centenario creada en 1968 para organizar todas festividades y construcciones alegóricas a los 100 años del inicio de la guerrra por la independencia, presidida por Faustino Pérez.

Esta comisión la integraban ingenieros, artistas, intelectuales y la impronta de Celia Sánchez. El autor de este proyecto es Fernando López, este arquitecto santiaguero explica en el periódico Granma en julio de 1968 el significado de lo que es hoy el monumento”.

Monumento del proyecto de Fernando López como es en la cactualidad// Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Actual monumento del arquitecto santiaguero Fernando López // Foto Eliexer Pelaez Pacheco


“Es un monumento en el que se tenía que dejar el símbolo que identifica ante el mundo ese sitio histórico del lugar por donde inician las guerras por la independencia de Cuba, que es ese jagüey que atrapa la catalina de las ruinas de la máquina de vapor del antiguo ingenio.
Junto a este símbolo se hace el muro de manera ascendente que tiene varios nervios adheridos a la tierra como un ejemplo de cubanía y firmeza.

Es ascendente porque representa la magnitud de la Revolución cubana, y está enchapado en piedras por la fortaleza que significa este material como firmeza de nuestro proceso revolucionario.
En el centro tiene una cavidad cóncava en la cuál se coloca de forma permanente la campana que llamó a la libertad, objeto que tiene una historia bellísima desde que se pierde durante un gran tiempo, es encontrada por los veteranos de la guerra de independencia de Manzanillo, custodiada por ellos mismos y que tiene una relación muy estrecha con Fidel Castro.

Las piedras significan además el granito de arena que cada cubano puede haber contribuido para que la Revolucion cubana triunfara.
El monumento es una obra de arte con códigos establecidos y que las personas que llegan allí reciben la influencia desde que entran a la puerta del museo de toda una carga simbólica que hay dentro del parque”, detalló Matilla Vázquez.

La Demajagua hoy

El parque fue declarado Monumento Nacional en 1978 y por respeto al derecho de autor y a todo lo que conforma el monumento, este no tuvo ninguna transformación como tal en el proyecto que se trazó para el aniversario 150 del inicio de las guerras por la independencia.
“La contemporaneidad, las necesidades propias del territorio conllevaron a que al parque se le hicieran algunos arreglos como por ejemplo se concluyó una gran cerca perimetral que se comenzó a construir en los años 1999 y 2000, dándole una mayor belleza y respetando siempre los materiales con que se construyó el monumento.
Teniendo en cuenta que el museo no tenía las condiciones necesarias para enfrentar el trabajo de conservación, restauración y promoción del museo, pues fuera del parque se construyó un edificio socioadministrativo respetando siempre todos los elementos que tiene el lugar para lograr compatibilidad.
El edificio cuenta con una recepción, sala de navegación, biblioteca, la dirección, un salón de reuniones con capacidad para unas 45 personas, un salón para técnicos y especialistas, un almacén para objetos museables y otro para los diversos implementos y herramientas.
También se trabajó en el acceso al monumento, en el lado derecho se hizo un parqueo que posibilita un mejor acceso de las personalidades del primer nivel y por supuesto una mayor seguridad.

Igual se construyó un salón de protocolo pues se carecía de este espacio para recibir a las personalidades que van mucho a este lugar.
Esto provocó que se despojara el único local que estaba en la antigua casa del último propietario que tuvo la finca, allí estaba un pequeño museo y todos los servicios que contaba antes este sitio, se aprovechó y mejoró la sala museo con su ampliación”, detalló el director de la oficina municipal de monumentos y sitios históricos.

La Demajagua luego del Aniversario 150 del inicio de las guerras por la independencia // Foto cortesía de la Oficina Municipal de Monumentos y Sitios Históricos de Manzanillo
La Demajagua hoy //Foto cortesía de la Oficina Municipal de Monumentos y Sitios Históricos de Manzanillo
Edificio socioadministrativo creado en las afueras del parque en el proyecto por el Aniversario 150 //Foto cortesía de la Oficina Municipal de Monumentos y Sitios Históricos de Manzanillo
La Demajagua hoy cuenta con un salón de protocolos //Foto cortesía de la Oficina Municipal de Monumentos y Sitios Históricos de Manzanillo
Interior del salón de protocolos de La Demajagua //Foto cortesía de la Oficina Municipal de Monumentos y Sitios Históricos de Manzanillo
Uno de los vitrales del salón de protocolos //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Otro vitral del salón de protocolos //Foto Eliexer Pelaez Pacheco



Recuerdos y continuidad

Por muchos años este lugar sagrado de la Patria contó con la dirección del destacado historiador y cespediano manzanillero César Martín García quien trae a su memoria los recuerdos de aquellos días que estuvo al frente del sitio.
“Trabajar desde el 15 de febrero de 1985 en que llegué aquel lugar fue muy importante mí. Tuve que enfrentarme a momentos muy difíciles, otros apasionados, muchos de alegrías y tuve la satisfacción de haberme jubilado con el honor de saber que cumplí fielmente con mi deber porque La Demajagua poco a poco, en la medida que la llevé sobre los hombros, fui también entrándomela en el corazón”.

César Martín García //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


“Debo decir que todos los premios, condecoraciones y reconocimientos que tengo se lo debo a la labor incesante, de permanencia, del cuidado al patrimonio. Por eso La Demajagua está en mi corazón, y por ella nunca se me van a olvidar las personalidades cubanas y del mundo recibidas en este sitio por mí, y siempre con el reconocimiento que los puse a conocer la historia, y eso me permite más que todo hacerme sentir muy bien.
El parque nacional La Demajagua debe ser sitio de referencia para todas las generaciones. Un día pensé, y hoy lo vuelvo a retomar que este debe ser un sitio obligado donde se debe llevar a todas las visitas de los mandatarios de otras naciones que llegan a nuestro país, pues aquí mismo en el municipio tenemos un aeropuerto internacional.

Esto me parece extraordinario porque eso hace grande al sitio histórico, por eso para mí, debe ser este un sitio de referencia para todos los cubanos, porque ese es el lugar donde se forjó la nación cubana.
Al parque lo definiría con una frase que me dijo Abel Prieto cuando era Ministro de Cultura, como el templo de la Revolución cubana, eso es La Demajagua el templo se la Revolución cubana. Muchos le han llamado como el altar de la Patria, eso se lo comenté a Abel y me contestó; César la cambio, es el templo se la Revolución cubana” , concluyó el destacado historiador.
La continuidad recae ahora en Damarys Díaz Solá, la nueva directora del sitio quien sustituyó a César Martín. Para ella la responsabilidad de dirigir este lugar significa “un reto muy alto porque, seré la continuadora de la obra de la Revolución, ya que en estos tiempos es muy fortificante ayudar a crear y fortalecer los valores que hoy necesitamos en las nuevas generaciones”.

Damarys Díaz Solá (a la derecha) junto a Rosa María Rodríguez García, directora de Patrimonio, en Granma en La Demajagua //Foto tomada del perfil de facebook de Damarys Díaz Solá


“A partir de este momento nos hemos propuesto elevar toda la calidad en la atención al visitante para contribuir a ese propósito de educar a los jóvenes en los valores patrios, a llevar adelante nuestro objeto social que es investigar, conservar, preservar y difundir la historia local inscrita en la historia nacional.
Para este 10 de octubre estaremos celebrando el aniversario 152 del inicio de las guerras por la independencia, estaremos conmemorando también los 52 años de inaugurado este museo por nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y los 42 de haber sido declarado como Monumento Nacional”.

Fidel en La Demajagua en 1968 //Foto tomada del perfil de facebook de Damarys Díaz Solá
Fidel en La Demajagua en 1968 //Foto tomada del perfil de facebook de de Damarys Díaz Solá


“Para todas esas motivaciones hemos recibido una restauración luego de que el parque que fuera remozado en el 2018, y ahora reabrirá el museo con sus cinco temáticas que se van a poner a la vista de todos, para el disfrute de la población en la adquisición de nuevos conocimientos. Con la exposición de nuevos objetos museables también se elevará la cultura general e integral de todos”, concluyó Díaz Solá.

Por su parte Rosa María Rodríguez García, directora de Patrimonio en Granma refirió que “el parque cuenta con una sala museo que culminó un proceso de conservación para la fecha a celebrarse este 10 de octubre. Su guión museológico es atractivo y novedoso incorporando la creación artística y una investigación más profunda de lo sucedido en este sitio.

Se exponen objetos encontrados en la construcción del lugar, así como se realizaron trabajos investigativos de geodesia y cartografía.

Fue activa la participación de nuestros artistas, especialmente de los manzanilleros como, Amauris Palacio, Alexis Pantoja, Delio Orozco y otros que trabajaron en el resto de las instalaciones pertenecientes al Fondo de Bienes Culturales (FBC).

Fue meritorio el trabajo de los constructores y de todos los organismos, organizaciones de masas, políticas y gubernamentales que apoyaron para que se realizara esta majestuosa obra realizada en tiempos muy difíciles, facilitaron y generaron nuevos empleos que favorecieron la comunidad.

Esta es otra de las instalaciones que brindan un servicio y un mejor confort para los visitantes y trabajadores, ahora con un salón de protocolos para la atención a las visitas , realización de ceremonias y actos de condecoraciones. El edificio socioadministrativo, áreas de parqueo, cafetería, tienda y la iluminación de las áreas exteriores.

Pero no sólo el proyecto por el Aniversario 150 hace dos años logró la transformación del parque, también se realizaron mejorías en las viviendas y otras construídas en la comunidad, proceso que aún continúa para mejorar la calidad de vida de quienes conviven en este lugar, se conquistó el mejoramiento de escuelas, del consultorio médico de la familia , y otras bondades que nuestro país facilita para un mejor servicio al pueblo”, concluyó Rodríguez García.

Rosa María Rodríguez García //Foto cortesía de la entrevistada


Sobre la nueva exposición habla también César Martín, y nos comenta que “para el 2018 se hizo un nuevo montaje muy interesante que lamentablemente sufrió un pequeño deterioro, pero para bien este 10 de octubre vuelve a ponerse a disposición de la población, pues reabrirán las puertas ya con todo arreglado. Este montaje cuenta la historia del hecho ocurrido allí a través de elementos de textos, exponentes, de apoyo, que tiene la sala del museo que permite que más personas se sientan bien y aprendan que es lo más importante del lugar.
Algo fundamental es que tiene piezas que son originales, creo que esto es lo más importante que tiene el museo, no sólo el montaje que es atractivo, sino el tesoro histórico como las ruinas del ingenio, las ruedas dentadas, la volanta, la campana, tachos, calderas, una maza en la que molieron las cañas, objetos que deben ser de conocimiento para todos los cubanos, no sólo para saber de ellos, también para mirarlos de cerca y sepan que allí están los mismos objetos que Céspedes miraba cada día en aquella época”, agregó Martín García.


Hoy es una visita obligada al parque nacional La Demajagua, un verdadero templo histórico donde crece el sentimiento y el amor patrio, donde vuelven a escucharse las campanadas de aquella mañana de 1868, ahora llamándonos a hacia nuevos retos como el de ser responsables en el combate a la COVID-19. Este sitio es en verdad un lugar esencial que todo cubano debe conocer.





La Demajagua símbolo redentor de nuestra cubanía //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
La campana nos llama ahora a nuevos retos como la disciplina ante las medidas para combatir la COVID-19 //Foto Eliexer Pelaez Pacheco