La educación también en batalla por la vida

En el seminternado Pedro Sotto Alba pulula el silencio, común sólo en los meses de vacaciones, debido a la atinada pausa del curso escolar por el repunte de la COVID-19 en el territorio granmense; sin embargo, en una de sus aulas la ternura de maestros se concentra para dar protección a seis u ocho pequeños cuyos familiares están en las primeras líneas de trabajo.

Tras la decisión de detener las clases desde el 12 de febrero, la institución abre sus espacios a quienes más lo necesitan y prosigue su obra de amor, esa que salva desde la educación y el resguardo, cual padres, de la flor de la juventud.

Esa máxima es la que llevó a la maestra Marleny Gamboa Torres, con ocho años como docente de Educación Preescolar, a acudir al centro «para repasar el trazo del mono a la niña, que vino hoy, un contenido que corresponde a esta semana del curso y es este el mejor espacio para intencionar el estudio.

«Así nos hemos mantenido desde el cierre, la educación no se ha detenido porque estamos realizando hojas de trabajo y llevándolas a sus hogares para que realicen los ejercicios, realizando visitas a sus casas, para que los niños no pierdan el contenido que, en preescolar, es esencial cual base para los conocimientos que se adquieren en primer grado.

Estudiar y jugar centra la atención de los seis niños que asisten con regularidad mientras sus padres trabajan // Foto Denia Fleitas Rosales

«En las visitas, siempre extremando las medidas de bioseguridad, he podido constatar que estaban repasando, los padres muy preocupados, y les exhortamos que sigan enfatizando en ello para que sus hijos puedan culminar satisfactoriamente el curso».

Como Marleny, el resto de los maestros cumple con el trabajo a distancia, pero mantienen viva la esencia de este sector a partir de las estrategias planteadas por el Ministerio de Educación para que prosiga el hecho sublime de forjar hombres.

Debido a la situación epidemiológica que presenta particularmente el municipio de Manzanillo, «lo primero fue higienizar todos los locales del centro como medida preventiva, para comenzar a recibir entonces a los hijos de las madres y padres trabajadores que se convierten en personas imprescindibles en sus espacios laborales», explica Edunia González Hernández, directora de la institución educativa.

«A partir de ese momento hemos estado acogiendo los niños que llegan de tres seminternado del municipio: Orestes Gutiérrez, Luis Ángel Rodríguez y el nuestro, desarrollando acciones de atención referida fundamentalmente al proceso de lectura en la biblioteca, el vínculo con las nuevas tecnologías en el laboratorio de informática.

Edunia González Hernández, directora de la institución educativa // Foto Denia Fleitas Rosales

«También el visionaje de la revista informativa donde se ofrece el parte de la situación epidemiológica y de los animados que se transmiten por la televisión; se les brinda la merienda y almuerzo, y permanecen hasta que los pueden recoger luego del mediodía».

Los encargados de formar a los 776 pioneros que conforman la matrícula, ahora cumpliendo el trabajo a distancia, se distribuyeron en equipos de hasta 25 para diariamente atender desde las 6.00 de la mañana a los infantes que allí acuden, hijos fundamentalmente de profesionales de los sectores de salud, educación y de una de las fábricas de tabaco del territorio.

Desde su llegada hasta la salida, «exigimos el cumplimiento del protocolo sanitario establecido, a la entrada del centro los pasos podálicos y las soluciones cloradas, jabonosa y agua potable para la higienización de las manos y calzado, se chequea la temperatura de los niños y se insiste en la encuesta a los padres; tanto la doctora como yo velamos por su estado físico mientras están dentro y por la higiene de los locales para proteger tanto a los niños como a los trabajadores», comenta Marlene Vázquez Izaguirre, enfermera con 37 años de ejercicio que íntegra el colectivo hace cuatro cursos.

La enfermera Marlene Vázquez Izaguirre chequea cada proceso para garantizar el estricto cumplimiento de los protocolos sanitarios// Foto Denia Fleitas Rosales

«Los padres saben que pueden dejarlos con plena confianza, porque aquí se asegura el cumplimiento de las medidas higiénicas bajo el control de todos, pues nada es más importante para nosotros que sus vidas y bienestar».

En todos los escenarios la prioridad es salvaguardar a esta nueva generación, como lo plantea el cocinero Julio Alberto Reyes Castro, «a 26 años de permanecer en la cocina de este seminternado, este es un cambio radical, no es lo mismo elaborar alimentos para una matrícula tan grande a la cantidad de hoy, pero como siempre lo hacemos con amor y máximo cuidado para la inocuidad; además, traigo de mi casa condimentos para darle un mejor sabor a lo que preparamos, y a ellos les alimenta».

La inocuidad de los alimentos e higiene es prioridad para el personal de servicio, afirma el cocinero Julio Alberto Reyes Castro// Foto Denia Fleitas Rosales
Los procesos de merienda y almuerzo se cumplen con asesoramiento de los docentes para brindar ayuda a los pequeños que lo necesitan// Foto Denia Fleitas Rosales

Esta responsabilidad constituye para el colectivo un reconocimiento, experiencia precedida por acciones de apoyo a la población del consejo popular 14 en la etapa de aislamiento durante el 2020, que les hizo merecer la condición de Jóvenes por la vida.

En el seminternado Pedro Sotto Alba se cumple el reto que impone el nuevo escenario epidemiológico, y fuera de sus predios se da «seguimiento a los alumnos, priorizando a aquellos con dificultades en el aprendizaje, y tratamiento individualizado a niños sin objetivos vencidos, desaprobados y evaluados de regular, para lograr que no se desvinculen del proceso docente-educativo aún estando en sus hogares».

Osdalys Hernández Aldana, jefa del departamento de Educación Primaria en la dirección municipal del sector// Foto Denia Fleitas Rosales

Así lo destaca Osdalys Hernández Aldana, jefa del departamento de Educación Primaria en la dirección municipal del sector, «es lo que se hace hoy en nuestros centros, a partir de las indicaciones que emite el Ministerio, con las hojas de trabajo, las llamadas telefónicas y visitas a la familia, para proseguir la instrucción hasta que regresemos a las aulas».

Con satisfacción, los educadores cumplen la misión encomendada, como valora la directora Edunia González Hernández, «desde donde mejor nos desempeñamos, en la labor de educar y formar a nuestros niños, con elevada responsabilidad para protegernos a nosotros y a ellos; y con el orgullo de que mientras muchos están en sus hogares, nosotros, en nuestros frentes de trabajo, contribuimos a esta batalla por la vida desde otro de los pilares de la Revolución Cubana».