La espera de un beso por responsabilidad ante la vida

Foto tomada del perfil Facebook de Pablo
Foto tomada del perfil Facebook de Pablo

Manzanillo. Diciembre 11.- En estos días matizados por la presencia de una pandemia sin rostro y al acecho de quienes transgreden las medidas de bioseguridad, innumerables son los ejemplos de aquellos que apelan a su conciencia y cumplen el llamado de las autoridades sanitarias de mantenerse en casa tras la llegada de algún familiar del exterior.

Esa decisión es sin dudas la mejor para profesar el amor a quienes queremos, el respeto a la vida de aquellos cuyo bienestar es más importante que cualquier anhelo personal.

El profesor Pablo Noguera Sánchez, director del instituto preuniversitario Julio Antonio Mella, es uno de los manzanilleros que asumió esta norma de seguridad con la actitud consciente que amerita, y con quien conversamos vía telefónica en la tarde de jueves, aunque ya hoy tras la confirmación del resultado negativo de la prueba diagnóstica puso fin a su aislamiento.


«En este justo momento estoy en mi casa, en aislamiento social, distanciado de mi familia por más de 10 días producto a una visita del exterior que tengo, y cumpliendo con un principio social que es la responsabilidad, para evitar el contagio de las personas allegadas, de mis seres queridos, de mis estudiantes, mis profesores, en fin, de la sociedad manzanillera.


Guiado por este principio permanezco en casa, porque uno no sabe si quien llega está padeciendo la enfermedad o si la puede transmitir, y precisamente porque soy responsable de mis actos y responsable de cuidar a toda la sociedad».

¿Cuánto tiempo llevan sin salir del hogar por esta razón?

«Precisamente 12 días, porque después del segundo PCR negativo, se le informó que uno de los pasajeros de su vuelo dio positivo y volvieron a dar la indicación de permanecer en cuarentena y repetir el examen.

Tengo muchos deseos de ver a mi hija, a mi mamá y mi papá que está enfermo; ella tiene muchos deseos de ver a su hija que hace más de un año no le abraza; sin embargo por ese estado de conciencia nos encontramos en esta cuarentena.

A nuestra consideración, ello redunda en amor, sentido de pertenencia, todos esos sentimientos y valores que nos impulsan a respetar incluso el derecho del resto de las personas, como el barrendero, el cochero, de que se les cuide, porque la enfermedad no tiene rostro.

Independientemente del llamado de las autoridades sanitarias es una cuestión innata de los seres humanos aprender a cuidar a los demás, y hago el llamado a todas las personas que tienen viajeros en casa a que cuiden a los niños, a los ancianos, a sus padres, porque siendo irresponsables no demuestran más amor, todo lo contrario, ponen en juego la salud y la vida».

Algunos alegan que no es posible esta espera, por múltiples razones, pero versa un refrán que quien espera lo mucho… ¿qué piensas al respecto?

«Después de esperar tanto tiempo, a raíz de la propia pandemia, unos días más si harán la diferencia.

Se puede esperar, aunque no todos vienen con dos meses, un mes, hay quienes vienen sólo por una semana, pero ahí también está el sentido de responsabilidad y de sensibilidad; en mi escuela por ejemplo hay muchos estudiantes de certificado médico y yo le hago un llamado a la familia, es cierto que tenemos deseos de ver al abuelo, el padre o hermano, pero poner en riesgo a esas personas es algo que sobrepasa el límite del amor, porque la COVID-19 es una enfermedad muy peligrosa.

Y por tanto hay que cuidarse, aislarse, ya habrá tiempo para dar un abrazo, un beso, para darse cariño, para recibir cualquier cuestión económica, la responsabilidad tiene que estar por encima de todo lo material en estos momentos».

¿Incluso en estas circunstancias el ejemplo como educador está presente en su actuar?

«Hoy me correspondió a mí también dar ese ejemplo, que lo hago por un sentido tan vital como evitar el contagio; yo quisiera estar en las actividades que se realizan por el día del educador con mis estudiantes, pero estoy aquí, tranquilo, pendiente a mis responsabilidades como ser social; por encima de eso no existen ningun interés.

A las personas que uno quiere tiene que cuidarlas, yo estoy deseoso de darle un abrazo a mi hija y ella a su hija, pero se entiende que el afecto que sentimos por ellas es la principal razón de la espera.

Aunque también quisiera hacer un recordatorio a los funcionarios de la salud pública, para tratar que se cumplan los plazos de notificación de los resultados de los PCR porque las personas se desesperan, y se sobreentiende la situación económica para los reactivos en los laboratorios y que Granma debe enviar las muestras a otras provincias, mas de todos lados debe hacerse esfuerzos para que las personas no salgan a la calle sin esperar el resultado ni medir las consecuencias de ese acto; contribuimos a evitarlo sobremedida cuando todos hagamos lo que corresponde».

En este período próximo a las dos semanas ¿han recibido seguimiento?

«Desde la escuela se han mantenido al tanto de mi situación de salud, de cómo me encuentro, porque además yo soy una persona incluida en el grupo de vulnerabilidades y riesgo porque soy hipertenso e inmunodeprimido.

En estos días he visto mucha televisión, me preparé con películas, series, escuchando música, de vez en cuando abro la puerta de la sala al menos 15 minutos para ver las personas pasar y decirle adiós, ha venido la delegada y los especialistas de higiene y epidemiología, el médico de la familia, nos visitan desde la puerta, o sea, no es imposible, todo por ese respeto elemental ante la vida».

Manzanillo, hoy con 189 viajeros de diferentes latitudes y a la espera del arribo de quienes disfrutarán con sus familiares la despedida del viejo y advenimiento del nuevo año, precisa de actitudes como la de Pablo y su visitante, para que luego el abrazo lleve la intensidad de contribuir a proteger a sus seres queridos.