Pedro Álvarez se fue a dormir anoche con la imagen de un relevo de leyenda en el octavo episodio, cuando con bases llenas líquido al temible dúo de Rafael Vitales y Guillermo Avilés, más Alexquemer Sánchez. Hoy, en la mañana se repitió la escena, pero aun más difícil, porque de él dependía la decisión del juego sellado ayer con empate a 11 entre Agricultores y Portuarios, en la final de la Liga Élite.
Su equipo le dio dos de ventaja en la apertura de la décima entrada, pues la regla le puso hombres en primera y segunda. En esa situación, Lázaro Martínez pegó su quinto imparable del partido, pero no hubo anotación. El home se abrió con un pelotazo a Alberto Pozo y luego, por segunda vez, por boleto a Óscar Valdés con la casa llena.
Esas dos eran las que le hacían falta a Álvarez para enfundarse en el traje de súper héroe, pues también con dos en circulación, el reto era inmenso. Los hermanos Alarcón y Vitales, uno detrás de otro le daban confianza y casi una esperanza ciega en que todo se decidiría a favor de la agrupación tunera mayabequense.
Sin embargo, salió airoso ante Yordanis Alarcón, en línea al izquierdo, en frustrada jugada de corrido y bateo. Luego su hermano Yosvani, cedió en pálido elevado a primera. Ahí, la dirección de los del Puerto volvió a brillar en una arriesgada movida táctica, bolear casi intencional a Viñales, sin portar que el duelo fuera derecho contra el zurdo Avilés.
A nuestro juicio, acertado, el cambio de bateador, pese a todo lo que podía venirsele encima. Quitaba de home a uno de los hombres de swines más rápido en la pelota cubana. El premio llego como recompensa, fácil out en elevado al izquierdo.
Al final, después de un duelo a batazos, en el cual los navegantes habaneros-mayabequenses también supieron enfrentar, los del Puerto ganaron doblegando a la principal arma de Agricultores: su aplanadora de bates.
El segundo choque, desde ahora mismo, 11 de la mañana llevará un duelo entre el derecho Yadian Martínez, por los visitantes, y otro Martínez, el zurdo Leandro, por los de casa.